"La presidenta de Argentina, Cristina de Kirchner, no para de hacer gala de sus buenas artes, más propias de una femme fatale que de una mandataria de un país serio. Todo esto viene a cuenta del último despropósito de la Kirchner al mezclar la discriminación femenina con la controversia surgida por la ausencia de la vicepresidenta española, María Teresa Fernández de la Vega, en un seminario sobre la mujer celebrado estos días en Buenos Aires y en el que estaba prevista la asistencia de la española.
Fernández de Kirchner tuvo duras palabras para todos y, en especial, para Clarín, diario que atribuyó la no presencia de De la Vega a una suerte de protesta por el problema de Aerolíneas Argentinas, empresa en manos de Marsans y que el Gobierno argentino quiere “renacionalizar”. Aunque no le faltarían motivos a la vicepresidenta para expresar su descontento, lo cierto es que De la Vega estaba enfrascada con el affaire del atunero Playa de Bakio y los piratas del Índico.
Las declaraciones de la Kirchner no tienen desperdicio. "El pasado viernes mi querida amiga María Teresa me llamó muy indignada por una nota aparecida en el diario de mayor tirada de nuestro país en la que se señalaba que la vicepresidenta de España no venía al país porque estaba disgustada por las desinteligencias entre el Gobierno argentino y una empresa de capitales españoles", comentó la presidenta. Frente a esta situación, Fernández de la Vega le habría preguntado "cómo puede mutilarse, dañarse" la relación entre los dos países publicando "cosas como ésta", según información recogida por la página web argentina Urgente 24 horas.
"Pedí autorización para dar a conocer este diálogo y me contestó que no sólo podía contarlo sino que me pidió que lo hiciera porque no puede manejarse con tanta liviandad una relación tan estrecha como nunca tuvimos", relató la presidenta.
De esta olímpica mezcla de churras con merinas, lanzada con el mayor desparpajo, sólo caben dos interpretaciones: o Fernández de Kirchner es fiel seguidora del teatro del absurdo de Ionesco, o se limita a hacer populismo barato para ocultar los verdaderos problemas en las relaciones de ambos países.
Y es que hablar de escotes, como hizo a continuación en referencia al de Angela Merkel, es más fácil que lanzar un mensaje de seguridad jurídica para las empresas que inviertan en Argentina –sobre todo si dicha seguridad no se puede garantizar- o tranquilizar a unos empresarios españoles que pueden verse en breve rodeados de socios argentinos vinculados al Gobierno… y sin poner un euro. Veremos, porque ni aun así los Kirchner parecen encontrar a esos valientes hombres de paja." (Seleccionado de la web El Confidencial, Madrid,España del 30-04-08)
Fernández de Kirchner tuvo duras palabras para todos y, en especial, para Clarín, diario que atribuyó la no presencia de De la Vega a una suerte de protesta por el problema de Aerolíneas Argentinas, empresa en manos de Marsans y que el Gobierno argentino quiere “renacionalizar”. Aunque no le faltarían motivos a la vicepresidenta para expresar su descontento, lo cierto es que De la Vega estaba enfrascada con el affaire del atunero Playa de Bakio y los piratas del Índico.
Las declaraciones de la Kirchner no tienen desperdicio. "El pasado viernes mi querida amiga María Teresa me llamó muy indignada por una nota aparecida en el diario de mayor tirada de nuestro país en la que se señalaba que la vicepresidenta de España no venía al país porque estaba disgustada por las desinteligencias entre el Gobierno argentino y una empresa de capitales españoles", comentó la presidenta. Frente a esta situación, Fernández de la Vega le habría preguntado "cómo puede mutilarse, dañarse" la relación entre los dos países publicando "cosas como ésta", según información recogida por la página web argentina Urgente 24 horas.
"Pedí autorización para dar a conocer este diálogo y me contestó que no sólo podía contarlo sino que me pidió que lo hiciera porque no puede manejarse con tanta liviandad una relación tan estrecha como nunca tuvimos", relató la presidenta.
De esta olímpica mezcla de churras con merinas, lanzada con el mayor desparpajo, sólo caben dos interpretaciones: o Fernández de Kirchner es fiel seguidora del teatro del absurdo de Ionesco, o se limita a hacer populismo barato para ocultar los verdaderos problemas en las relaciones de ambos países.
Y es que hablar de escotes, como hizo a continuación en referencia al de Angela Merkel, es más fácil que lanzar un mensaje de seguridad jurídica para las empresas que inviertan en Argentina –sobre todo si dicha seguridad no se puede garantizar- o tranquilizar a unos empresarios españoles que pueden verse en breve rodeados de socios argentinos vinculados al Gobierno… y sin poner un euro. Veremos, porque ni aun así los Kirchner parecen encontrar a esos valientes hombres de paja." (Seleccionado de la web El Confidencial, Madrid,España del 30-04-08)
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