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lunes, 31 de marzo de 2008

El Fiscal General de Colombia Apoya el Decreto Rubricado por Uribe



La noticia que hemos seleccionado, da cuenta que el titular del Ministerio Público de Colombia, apoya la rúbrica del decreto 880/08 del presidente Uribe. Reglamenta, en cierta forma, el artículo 61 de la ley 975/05 conocida como "De Justicia y Paz".
La oficina de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, dependiente de la organización de las Naciones Unidas, en Colombia, se expresó, con relación al referido decreto, manifestando que entendía que Uribe no podía dictar este decreto ya que, como los beneficiarios no podían ser indultados ni amnistiados dado la índole de los delitos que se les imputaban, el mecanismo ideado era asimilable a un indulto o a una amnistía. Recordemos que los guerrilleros están condenados por delitos de lesa humanidad y por crímenes de guerra. Imputaciones que, en la Argentina, se hicieron contra militares, pero no contra los terroristas subversivos, ya que la Corte Suprema de Justicia, inventó que éstos no pueden cometer tales delitos internacionales. Todo una teoría tirada de los pelos, que ninguna nación en el orbe comparte, al menos las ntegrantes de la lista de naciones civilizadas. El Fiscal General de Colombia, adhirió a la postura del presidente Uribe. Todo un "leading case" mundial, con ciertos antecedentes en la amnistía que se aplicó, en condiciones muy pero muy similares, en el caso de Sudáfrica. Allí efectivamente, también se amnistió a personas imputadas de esos delitos, lesa humanidad y crímenes de guerra, con la original condición jurídica de que manifestaran formalmenmte que se mostraban arrepentidas, después de haber confesado los delitos cometidos, este último, requisito sine quanon. El caso Colombiano y el sudafricano, muestran un giro copernicano, en la postura del Derecho Penal Internacional. Ambos casos han cortado, a la perfección, el nudo gordiano que se presentaba, ante la exigencia de no indultar ni amnistiar en casos semejantes. Se ha acudido a una solución pragmática que concilia encontradas posiciones. La mayoría de los tratadistas, se muestran conformes con adoptar este temperamento, puesto que consideran que el fin de todo el procedimiento internacional, es llegar a la paz efectiva y no a la paz declamada, seguida de acciones bélicas. En casos similares, verdaderamente, el fin justifica los medios. Una suerte de justicia conciliatoria.
"El presidente colombiano, Álvaro Uribe, autorizó este jueves la excarcelación de terroristas de las FARC a cambio de la puesta en libertad de las personas que este grupo mantiene secuestradas, entre ellas Ingrid Betancourt. Las últimas noticias apuntan que la ex candidata presidencial recibió atención médica de urgencia a finales del pasado febrero. La decisión aparece en un decreto que el gobernante firmó y que, según el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, se constituye en "un mecanismo expedito e inmediato para el acuerdo humanitario". "Básicamente consiste en que el único requisito para que se realice el acuerdo humanitario, la liberación de los secuestrados", explicó Restrepo en una conferencia con la prensa en la Casa de Nariño, la sede del Ejecutivo en Bogotá.

El funcionario dijo que sólo basta que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberen a la colombo-francesa Betancourt, a las otras 39 personas que mantienen en condición de canjeables o las demás secuestradas, más de 700, para que "un número singular o plural" de terroristas presos sean excarcelados.

Los terroristas pueden estar imputados o condenados incluso por crímenes que no sean susceptibles de amnistía o indulto, destacó Restrepo, pero advirtió de que quienes quieran el beneficio de la suspensión condicional de la pena, o una alternativa, deberán dejar la violencia. "Automáticamente deben comprometerse a un buen comportamiento, y no volver a delinquir: es un compromiso que se mantiene, básico, propio del Estado de Derecho", aclaró el comisionado de Paz.

Restrepo dijo que el decreto firmado por Uribe, el número 880 del 27 de marzo del 2008, tiene como fundamento un artículo legal del 2005, en virtud del cual el Ejecutivo da por entendido que se ha llegado a un acuerdo humanitario cuando el grupo armado ilegal ponga en libertad a secuestrados. Una vez que se produzca la liberación, el presidente o el alto comisionado para la Paz, por delegación del gobernante, enviará a las autoridades judiciales competentes los nombres de los presos que pueden recibir el beneficio de la suspensión condicional de la pena.

La urgencia del caso es tal que, continuó el funcionario, el mismo decreto establece que por el interés superior de la paz, los nuevos procedimientos para el acuerdo se gestionarán de manera preferente. "Creemos que queda establecido todo el soporte jurídico para el acuerdo humanitario y hemos reducido al máximo los requisitos", añadió Restrepo, y subrayó que "basta simplemente con que, de manera inmediata, la doctora Ingrid Betancourt sea liberada para nosotros considerar que el acuerdo humanitario se ha realizado".

El funcionario admitió que "nuestro interés, por supuesto en primer lugar, es la salud" de esta rehén, en cautividad desde el 23 de febrero del 2002 y sobre quien han circulado versiones que advierten de su muy salud. Las últimas fueron recogidas este jueves por el defensor del Pueblo, Vólmar Pérez, quien indicó que su dependencia tuvo conocimiento de que el estado de salud de la cautiva es grave.

La rehén recibió atención médica de urgencia a finales del pasado febrero en el centro de salud de una aldea rural del Guaviare, departamento selvático al sureste de Bogotá, según la versión de Pérez. "Esperamos que el gran clamor nacional e internacional por la liberación de Ingrid Betancourt pueda llevarnos a que de la manera más rápida posible se concrete su liberación", expresó Restrepo.

Sin embargo, dijo que al gobierno le preocupa igualmente el estado de salud de otros secuestrados con fines de canje, lo mismo que la situación de los demás cautivos por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Tanto la liberación de los "canjeables", como de los secuestrados con fines económicos, pondrá a los rebeldes al alcance del decreto que autoriza las excarcelaciones, dijo Restrepo.

Con la norma, el Ejecutivo de Uribe busca superar los obstáculos que le han impedido asumir la negociación del acuerdo humanitario al que las FARC condicionan la puesta en libertad de las 40 personas que pretenden canjear por medio millar de presos. Entre los encarcelados hay dos rebeldes extraditados a Estados Unidos, que los insurgentes buscan intercambiar por tres estadounidenses que están en el grupo de "canjeables". (Extraído del diario español Libertad digital, del 28 de marzo de 2008)

Extranjeros Muertos con "Reyes" No Eran Hermanitas de la Caridad

"Los extranjeros caídos en el campamento de Ecuador no eran hermanitas de la caridad.
En buena hora el presidente Álvaro Uribe salió a rectificar la patinada de su canciller Fernando Araújo, quien el jueves, de manera alegre y apresurada, había anunciado que Colombia estudiaría el pago de indemnizaciones a las familias de los cuatro mexicanos muertos durante el ataque de las Fuerzas Armadas al campamento de 'Raúl Reyes' en territorio ecuatoriano fronterizo con Colombia. No faltaba más que los jóvenes que, a juzgar por informes de la prensa mexicana y por los videos tomados por la propia guerrilla en el cambuche, no sólo apoyaban en el plano internacional a un grupo que asesina, secuestra, masacra y narcotrafica, sino que estaban recibiendo de las Farc entrenamiento militar, ahora resulten víctimas inocentes de un bombardeo asesino de las tropas colombianas.
Sus parientes y amigos en México han dicho que eran jóvenes soñadores que querían un mundo mejor y que habían viajado a la zona en el marco de un "trabajo académico", para enterarse más de las ideas y propósitos de las Farc." (...) Se trata de un grupo criminal que no se para en mientes a la hora de reclutar, secuestrar o matar niños, para poner sólo un ejemplo de las cosas que 'Tirofijo' y sus hombres hacen desde hace décadas.
Y apoyar a quienes así actúan es un acto de criminal complicidad." (...)
Lo mismo y hasta más se puede predicar de Franklin Aisalla, el ecuatoriano muerto en la misma acción y a quien el Ejército y la Policía del vecino país investigaban desde el 2003 por sus vínculos con la red de apoyo a las Farc en Quito y la zona fronteriza. Claro que el presidente Rafael Correa, que por momentos parece hablar más rápido de lo que se tarda en pensar, ya dijo que no importa si Aisalla era guerrillero, que igual su muerte es un crimen de Colombia. No es crimen, en cambio, que las autoridades ecuatorianas supieran desde hace cinco años de sus nexos con las Farc y nada hubiesen hecho.
No. Aquí hay una gran equivocación. El Canciller no puede cometer la torpeza de dejarse enredar por semejante sofisma. Las Farc son criminales y quienes las apoyan, en Colombia, en Ecuador, en Dinamarca o en Tumbuctú, no pueden ser vistos como hermanitas de la caridad. Al brindar ese respaldo, esos soñadores internacionalistas manchan sus manos con la sangre de cientos de miles de colombianos -esos sí, inocentes- asesinados por las Farc. Los cuatro mexicanos y el ecuatoriano Aisalla escogieron libremente ser aliados de 'Raúl Reyes' e irse a pasar una temporada en su campamento, no precisamente para rezar o leer poesía. Sus familiares han dicho que murieron mientras dormían. Y tal vez sea verdad: el que con un jefe de las Farc se acuesta, bien puede amanecer muerto.(Extraído del diario digital El Tiempo, de Colombia, del 30 de marzo de 2008)

domingo, 30 de marzo de 2008

6 Países Conocían Sus Pasos

El diario venezolano Tal Cual hace remisión a una nota publicada en un diario colombiano, relacionada con avisos que diera Colombia a diversos países de América Latina, en cuanto a la presencia de miembros de las FARC en su territorio. "Venezuela, Argentina, Perú, Bolivia, Brasil y Ecuador recibieron reportes de parte del DAS colombiano acerca de la presencia guerrilleros de las FARC en sus territorio, y de cómo "Tirofijo" estuvo en Venezuela e Íngrid, en una finca de "Grannobles", publica hoy el diario bogotano El Tiempo.
Argentina también ha recibido advertencias. Una de ellas, del 18 de diciembre del 2006, alertaba a ese gobierno sobre la presencia de siete miembros de las Farc en su territorio. Y aunque se le compartió información sobre la posible presencia de Henry Castellanos, alias 'Romaña' –tristemente célebre por las 'pescas milagrosas'–, Argentina jamás informó de los resultados de esas investigaciones.
Realmente, el 80 por ciento de las alertas fueron respondidas con evasivas o, simplemente, no fueron tenidas en cuenta. Investigadores del DAS aseguran que si esos llamados hubiesen sido atendidos, Colombia habría podido capturar a jefes de las Farc, como Luciano Marín Arango, alias 'Iván Márquez', de cuya presencia se alertó a Venezuela, con ubicación concreta, desde octubre del 2005. (Extraído del diario digital venezolano Tal Cual del 30 de marzo de 2008)

Los Contactos de Franklin Aisalla en Ecuador


Desde 2003, tanto las autoridades colombianas como las ecuatorianas tenían conocimiento de las actividades que Franklin Aisalla, la persona que murió junto a Raúl Reyes el pasado primero de marzo, cumplía en el vecino país apoyo a la guerrilla de las Farc. El resultado de esas pesquisas conjuntas entre ambos Estados es la prueba con la que el gobierno Uribe busca ponerle punto final a la discusión sobre las razones por las cuales un ciudadano ecuatoriano perdió la vida en la acción militar en que cayó abatido el segundo hombre de las Farc.
El Espectador tuvo acceso al fólder preparado por las autoridades colombianas y en él se incluyen los detalles del seguimiento al jefe guerrillero Simón Trinidad en Ecuador, antes de su captura en enero de 2004, circunstancia que inicialmente logró establecer cómo las Farc tenían una bien estructurada red de colaboradores en Ecuador que incluía catedráticos universitarios, periodistas, líderes de algunos sindicatos y organizaciones no gubernamentales, encargados del trámite de visas y documentos falsos y un coordinador logístico, el propio Franklin Aisalla. (Extraído del diario digital colombiano El Espectador, del 28 de marzo de 2008)

Situación de Ingrid no da mas espera

“El comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, aclara que propuesta para conseguir liberación de secuestrados no implica indultar a guerrilleros." (…)
"¿No es arriesgada esta propuesta de excarcelar a presos incursos en delitos de lesa humanidad? No se trata de un indulto o una amnistía, sino de una suspensión condicional de la pena. La persona sigue condenada, pero recibe el beneficio de la excarcelación con el compromiso de tener buen comportamiento. En su momento el Procurador General nos hizo unas observaciones en cuanto a que hay que preservar los derechos de las víctimas. En el mismo sentido ha hecho observaciones la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU en Colombia. Ellos consideran que la concesión de este beneficio debe tener límites. Pero el debate hay que darlo. En principio el Gobierno no ve limitación para conceder el beneficio a personas que han cometido delitos graves. Pero entendemos que no podemos vulnerar los derechos y los parámetros”
(Extraído del diario digital El País – Colombia, del 30 de marzo de 2008)

Chavez según Pilar Rahola

Refiere Pilar Rahola, en una nota publicada en la fecha, referida a Hugo Chávez: (...) Su cacareada revolución bolivariana es un proyecto estructurado, regado con millones de dólares, y que penetra en los entresijos más olvidados de Iberoamérica con notable eficacia. Lo conocido está ahí: el papel de chavito aplicado que está haciendo el presidente de Ecuador. Sus amigos de retórica, desde Nicaragua hasta Bolivia, o Cuba, todos sustancialmente ayudados por el Padre Padrone. Y finalmente, el efecto K de Argentina, a quien Chávez le hace luz de gas, pagando deudas. Desde la perspectiva de la gran política, Chávez ha conseguido callar bocas que podrían ser sensatas y, a la vez, abrir las bocazas de los estómagos agradecidos, con lo cual, la contestación que sufre es, más allá de la lógica dureza del colombiano Uribe, muy tímida. Y, sin embargo, para los dirigentes sudamericanos, Chávez es un problema serio que no sólo hace ruido en las tribunas internacionales o eleva a categoría de interlocución a los terroristas de las FARC. También está practicando una injerencia social abiertamente colonizadora. El ejemplo peruano de las Casas del Alba (Alternativa Bolivariana para las Américas) es, quizás, el síntoma más revelador de los planes colonialistas del chavismo, que ha encontrado en la estrategia del Hamas palestino o de los integristas del Magreb un modelo que seguir. Se trata de aprovechar los endémicos problemas sociales que existen en el continente para hacer obra social al tiempo que se practica un desacomplejado proselitismo revolucionario. Como la ayuda del integrismo islámico a los niños, a los que da comida y un manual de martirio. Así, Chávez penetra por ejemplo en Perú, aterriza en zonas con problemas graves, promete ayudas y limpia cerebros. Si Sudamérica sufrió la colonización española y, después, en plena guerra fría, la doble colonización norteamericana y soviética, en la actualidad empieza a sufrir la tercera colonización. Y no es menor. Porque Chávez tiene mucho a favor, para sus planes bolivarianos: dinero para comprar voluntades, problemas sociales para usar demagógicamente, palabras ruidosas de sus populistas compañeros y pesados silencios de los vecinos razonables. En Perú lo saben y preguntan. En Colombia lo saben y se indignan. En Argentina lo saben y sonríen. Y en el resto, lo saben y no saben qué hacer. Difícil reto.". (Extraído del diario digital La Vanguardia, de España del 30 de marzo de 2008)

sábado, 29 de marzo de 2008

Cristina Fernández de Kirchner Apoya el Canje Humanitario

“La Fiscalía respalda el decreto del gobierno siempre y cuando se dé el Acuerdo Humanitario, pero debemos respetar los fallos que el poder judicial ha tomado con los guerrilleros que pagan sus penas en este momento”, dijo Iguarán al término de la Audiencia Pública sobre erradicación de la impunidad en delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra en el Congreso. (Extraído del diario digital El País, de Cali, Colombia del 29 de marzo de 2008)
Lo que no entendemos bien es como la presidente argentina puede respaldar esta solución jurídica, si como sostiene el fiscal colombiano, no es viable erradicar la impunidad en delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra. Sería interesante que la Sra. de Kirchner nos explicara cual sería, a su juicio, el camino expedito para esta solución, allá en Colombia. Este país hermano, a raíz de los Tratados que ha firmado, no puede optar por esta solución legislativa. Así lo entendió la Argentina y se han anulado las Leyes de punto final y de Obediencia Debida. Al parecer la presidente de la Argentina, ignora lo que ha resuelto la Justicia Argentina y las prohibiciones existentes en esta materia, a pesar de haber alabado, en su oportunidad, la resolución de un Tribunal que había resuelto en ese sentido.
La propuesta de beneficiar a guerrilleros procesados por delitos de lesa humanidad es contraria a las normas del derecho internacional. Eso lo conoce la presidente argentina mejor que nadie. Mucho me temo que, de concretarse esta iniciativa, una Corte Penal Internacional no dejará pasar por alto el asunto.
A mayor abundamiento, se percibe que en Colombia se imputa a los guerrilleros haber cometido delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra, y en cambio en la Argentina solamente se le pueden imputar tales delitos, según la Justicia Argentina, en interesada y retorcida interpretación judicial, a los funcionarios del Estado y a las fuerzas paramilitares del Estado. A los guerrilleros no se les puede imputar tales delitos, a pesar de tratarse de una legislación universal.
A pesar de la jurisprudencia argentina, en tal sentido, que se supone que sigue, en lo general, los pasos de la Justicia Penal internacional, nuestra Presidenta expresó a la madre de Ingrid Betancourt que ella respaldaba el canje humanitario imposible. ¿Habrá pensado que la progenitora de Ingrid es argentina y se lo traga todo?
Nos dice el cable: "La presidenta argentina, Cristina Fernández, expresó hoy su respaldo al canje humanitario en Colombia, y planteó que ese proceso debe separarse de la crisis diplomática que enfrentan a Bogotá con Ecuador, informó la agencia estatal de noticias.
Fernández inició ayer una breve visita a Caracas para suscribir con su colega Hugo Chávez una serie de acuerdos cooperación comercial.
"No voy a abandonar la causa del canje humanitario que, de producirse, sería un importante factor para la solución de la conflictividad de la región'', afirmó Fernández a salida de una reunión que sostuvo con la senadora colombiana, Piedad Córdoba, y con Yolanda Pulecio, madre de la ex candidata presidencial, Ingrid Betancourt, que está en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, desde el 2002, señaló AP. (Extraído de la web del diario El Universal, Caracas, Venezuela, del 6 de marzo de 2008)

Se Agota el Tiempo


Durante mucho tiempo hemos sido como los leprosos que afean el baile, los secuestrados no somos un tema ‘políticamente correcto’, suena mejor decir que hay que ser fuertes frente a la guerrilla aun sin sacrificar algunas vidas humanas. Ante eso, el silencio. Sólo el tiempo puede abrir las conciencias y elevar los espíritus”, le escribió Íngrid Betancourt a su mamá en una desgarradora carta el pasado 24 de octubre que, sumada a una silente imagen de ella, cabizbaja, casi resignada, contenida en un video que le dio la vuelta al mundo, sacudió el letargo general de los colombianos, rectificó la parálisis de las conciencias sobre el atroz delito del secuestro y generó una cruzada sin fronteras por la liberación de los plagiados en poder de las Farc, que el jueves pasado tuvo un inédito capítulo en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
Tras los continuos y espeluznantes relatos que van y vienen sobre el precario estado de salud de la ex candidata presidencial en los últimos días —quizá la frase más escalofriante la lanzó el Defensor del Pueblo: “Alguien me dijo que sus características físicas no distan mucho de la de los niños de Somalia”—, el Gobierno Nacional, invocando el interés superior de la paz, expidió el 27 de marzo el Decreto 880, que busca acelerar un acuerdo humanitario con las Farc bajo dos premisas fundamentales: si esa guerrilla libera a los rehenes políticos que tiene en su poder, el Ejecutivo, amparado en un artículo de la Ley de Justicia y Paz, suspendería las condenas vigentes contra subversivos detenidos, incluso aquellos que hayan cometido delitos de lesa humanidad, y les otorgaría la libertad con la obligación de que no vuelvan a delinquir. La novedosa propuesta del Gobierno, explicada en detalle por el alto comisionado Luis Carlos Restrepo, franqueó uno de los inamovibles del Ejecutivo: la liberación de guerrilleros presos involucrados en masacres, secuestros, lavado de activos o terrorismo. A mediados del año pasado, y por solicitud del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, Álvaro Uribe ‘indultó’ a cerca de 200 subversivos, entre ellos Rodrigo Granda, procesados sólo por el delito de rebelión. El gesto fue recibido con desdén por las Farc. Sin embargo, se supo después que la maniobra política del gobierno francés urgía acercar los contactos con la guerrilla para la liberación de Íngrid Betancourt.Por eso, esta nueva oferta del Gobierno colombiano, más allá de si es aceptada por el secretariado de las Farc, constituye un avance significativo dentro del pulso infecundo que han sostenido la guerrilla y el Gobierno durante los 67 meses que lleva el presidente Uribe despachando desde la Casa de Nariño. “Tenemos afán de acabar con el terrorismo”, dijo ayer Uribe Vélez, y agregó: “Y tenemos afán de que los secuestrados vuelvan a sus hogares”. Y explicó seguidamente que la política de recompensas para los subversivos que entreguen información sigue dando resultados, que existe un fondo de US$100 millones para los subversivos que liberen secuestrados y que se logró resquebrajar la confianza entre las filas guerrilleras. Y, como era obvio, terminó invitando a las Farc para que acojan esta iniciativa.(...) (Extraído de la web de ElEspectador.com, de Colombia, del 29 de marzo de 2008)

Las FARC Deben Liberar a Todos los Plagiados

"La vida de Íngrid Betancourt y la de todos los secuestrados es responsabilidad de quien los secuestró. No obstante, es oportuno e importante el nuevo esfuerzo del Gobierno para que las Farc liberen a quienes tienen privados de la libertad, empezando por los que tienen problemas de salud, a cambio de los guerrilleros presos que ese grupo desee reclamar. Una ventana generosa que se abre no libre de escepticismo, al margen de los famosos inamovibles. Desde su última prueba de supervivencia se constató el precario estado de salud de Íngrid. En la última semana y conforme a información poco precisa, pero no por ello menos fiable, la Defensoría del Pueblo ha encendido las alarmas al indicar que la ex congresista se estaría prácticamente muriendo. A ello se suma el llamado desde distintas naciones para que las Farc liberen a los secuestrados, preocupación que el gobierno de Uribe ha sabido interpretar. El alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, ha dicho que el Gobierno está listo a liberar a guerrilleros encarcelados sin condicionar el número, la sanción o el delito cometido. Es decir, incluso a criminales de la peor calaña, responsables de delitos de lesa humanidad. Se trataría de un mano a mano en el que a medida en que la guerrilla libera secuestrados, el Gobierno hace lo propio con guerrilleros presos, a partir de una lista de detenidos dada por las Farc. Una propuesta sencilla, fácil de llevar a la práctica, si existe voluntad de la guerrilla. Lo único que debe hacer ésta es dar los nombres de quienes desea que salgan de la cárcel y liberar a Íngrid o a otros secuestrados, para que se active el intercambio. Ya quedó plenamente demostrado que para liberar a los plagiados no se requieren zonas de despeje ni sentarse a negociar. Más cuando se trata de una actuación humanitaria desprovista de otra consideración. (...) " (Extraído del diario digital Colombiano El País-art.del profesor Francisco José Lloreda Mera - 30 de marzo de 2008)

Decomisan Pentolita Para Minas "Quiebrapatas",en Colombia



"En un sendero de la vereda El Horno, en el municipio de Miranda, Cauca, tropas del Ejército encontraron un material explosivo utilizado para la fabricación de minas 'antipersonas' que estaba escondido bajo un pastizal. Los uniformados de la Tercera Brigada incautaron 138 barras de pentolita, 1.200 metros de cordón detonante, jeringas y 'tatucos' (granadas hechizas). De acuerdo con labores de inteligencia, este material pertenecía a la cuadrilla Gabriel Galvis de las Farc. ”Lo iban a ubicar en diferentes sectores para atentar contra las tropas que avanzan por la zona. También es utilizado para la destrucción de puentes, torres eléctricas y fabricar minas ‘antipersonas’”, exp'licó el general Justo Eliseo Peña, comandante de la Tercera División." (Extraídode la web del diario colombiano El País, del 29 de marzo de 2008)

Carta del Piquetero D'Elía Elogiando al Entonces Ministro Cavallo

"Hace casi catorce años, precisamente el 7 de abril de 1994, Luis D’Elía envió una carta al entonces ministro de Economía Domingo Cavallo, que a la luz de las repudiables declaraciones y actitudes recientes del piquetero en el marco del conflicto que enfrentó al campo con el gobierno de la presidenta Cristina Fernández, parece increíble. (...) .”“Sr. Ministro de Economía y Obras y Servicios Públicos de la Nación Dr. Domingo Felipe Cavallo. Presente. De nuestra mayor consideración: Con seguridad, 1989, quedará sin duda marcado en la historia de los argentinos, como el tiempo en que estallaron todas las variables económicas y la hiperinflación invadió la vida, la historia y las costumbres de los ciudadanos. La inmoralidad se puso el ropaje de la especulación y amenazaba con quedarse a vivir para siempre entre nosotros. (...) .Hasta ahí se percibe en el escrito de D’Elía cierta coherencia ideológica, una denuncia clasista sobre cómo afectó a los sectores más postergados de nuestra sociedad esa marca a fuego en el imaginario colectivo que fue el proceso hiperinflacionario, con los saqueos que lamentablemente se volverían a repetir diez años después en la caída de Fernando De la Rúa.Pero D’Elía, como una caja de Pandora, abre su pluma para sorprendernos con palabras que leídas hoy generan una mueca tragicómica difícil de disimular.“La estabilidad económica, el acceso a determinado tipo de crédito, la movilización de la obra pública (en particular en los barrios marginales), el fenomenal ordenamiento de la economía son… una conquista irreductible que Pueblo y Gobierno hemos alcanzado juntos, con la conducción política del Presidente Menem y con la invalorable pericia técnica de usted ( Cavallo) y su equipo de colaboradores.”¿Qué diría hoy en día Luis D’Elía del ex ministro de Economía? ¿Acaso no lo metería en la bolsa de la “puta oligarquía” a la que dice tanto odiar? ¿Cómo se explica que un “dirigente de las villas y asentamientos” celebre la política económica aplicada por quien durante el Proceso de Reorganización Nacional estatizó la deuda de los grandes grupos económicos nacionales?Pero D’Elía tenía “Esperanzas” (con mayúsculas) en el Plan de Convertibilidad, y al igual que los sectores ubicados en el polo opuesto del arco ideológico del piquetero, invitaba a Cavallo a “no dejarse desalentar por las voces del pasado”.“Tenemos motivos de sobra para tener Esperanzas, tenemos la certeza profunda de que estamos en el camino correcto, tenemos la decisión irreversible de acompañarlo en la construcción de un país donde una economía eficiente como la que Ud. conduce, pueda conjugarse con la Justicia Social, sin echar los esfuerzos del conjunto por la borda. Queremos animarlo en la tarea emprendida, invitarlo a no dejarse desalentar por las voces del pasadoy a seguir conduciendo la decisión que emana de sus convicciones más profundas, para seguir dando las batallas pendientes que sin duda harán de la Argentina uno de los grandes países de la tierra”, le escribía D’Elía a Cavallo.

(...) .“Sepa usted que puede contar con nosotros, que desde los humildes podremos hablar de sentir y de las necesidades de nuestro pueblo, para arrancarles las caretas a aquellos que con deshonestidad intelectual y desde las comodidades de la pequeña burguesía intentan hundirnos en la desesperanza y quebrar nuestro desarrollo como Nación. Fraternalmente, Luis Angel D’Elía (DNI 12.894.313) / Juan Carlos Alderete (DNI 10.539.167)”.(Extraído del diario digital Minuto Uno,del 229 de marzo de 2008)

viernes, 28 de marzo de 2008

Cristina Kirchner Combate la Huelga con los Piqueteros

(Extraído del diario ABC de Madrid, versión digital, del 28 de marzo de 2008).

Sin palabras. Sentimos vergüenza ajena ante estos eventos que repugnan a cualquier demócrata.


"La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha elegido para «poner orden» en la huelga del campo a un nuevo ejército formado por piqueteros y sindicalistas del gremio camionero. La jefa del Estado no ha intervenido ni dado instrucciones a las fuerzas de seguridad para evitar, como en las dos últimas noches, que un centenar de estos «leales» arremetan a golpes contra los «caceroleros» en Buenos Aires o arrasen los campamentos de los agricultores que mantienen cortadas las principales carreteras de Argentina. Por el contrario, buena parte de sus ministros han salido a justificar estas acciones.
Hasta ahora la sangre no ha llegado al río, apenas son varios los litros que han salido de narices rotas, cejas hechas trizas o labios partidos. Este es el saldo cotidiano de los dos últimos días en Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, donde centenares de argentinos insisten en concentrarse, desde el martes, todas las noches para entonar su particular concierto de cacerolas contra Cristina Kirchner y su política impositiva en el sector rural.
La escena se repite con precisión quirúrgica. Los que apoyan al campo comienzan a llegar entre las ocho y las nueve de la tarde, y los piqueteros un par de horas más tarde. A puñetazos, patadas, con palos y piedras van empujando a la manifestación que sólo les hacen frente de palabra. La multitud, fundamentalmente jóvenes y clase media, procura correr antes de que le alcance un estacazo o reciba un golpe. Testigos de excepción de la escena son un número indefinido de policías que custodian la sede del Ejecutivo sin mover un dedo. «Tenemos órdenes de no intervenir», confiesan.
A sus anchas en una Plaza que considera propia, Luis D´Elía vuelve cada noche. Ayer presumía de su conducta en FM Reporter 650: «No tengo problemas en matarlos a todos. Lo único que me mueve es el odio contra la puta oligarquía», advirtió en alusión a los manifestantes. «Tengo un odio visceral contra los blancos de barrio Norte , sépanlo de mi boca», agregó. D´Elía, ex funcionario del Gobierno de Néstor Kirchner, lidera la agrupación piquetera de presuntos desocupados, Federación de Tierra y Vivienda. En sus manos tiene miles de Planes Trabajar, subsidios que equivalen a cientos de miles de euros.
Bloqueos y heridos
Como D´Elía actúa Emilio Pérsico, otro piquetero que comanda el Movimiento Evita y que tiene el control, como el anterior, de numerosos subsidios estatales. «Mercenarios», les gritaba la multitud en su huida a la carrera. Ambos, junto con el poderoso Sindicato de Chóferes de Camiones liderado por Pablo Moyano, se han convertido en las fuerzas de choque del Gobierno. «Lo que está pasando en Córdoba puede llegar a pasar en distintas rutas», advirtió éste después de que miembros de su organización desmantelaran un campamento de agricultores en la localidad cordobesa de Laboulaye donde, de nuevo, hubo heridos.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, rompió una lanza a favor de los piqueteros: «No me parece razonable cargar las tintas sobre D´Elía. Salió a expresarse como otros se expresaron, con métodos que podrán cuestionarse o no. Es necesario no seguir manipulando a la opinión pública» (sic).

Argentina Cuesta Abajo ...

( Extraído de la web Nuevo Siglo, de Clombia, del 28 de marzo de 2008)

El editorial revela como nos ven desde Colombia, destacando la circunstancia que el Gobierno, que se ufana por parecer democrático, en realidad no lo es ya que apaña a los patoteros que atacaron a la ciudadanía.



"El gobierno de los Kirchner, en Argentina, dejó ver su mal talante en el reciente discurso de la presidenta Cristina, que acusó de extorsionistas y piqueteros de la abundancia a los altos y pequeños agricultores congregados para protestar contra los impuestos confiscatorios que pretenden imponer a las exportaciones de soya.La situación se ha agravado de tal manera que los cacerolazos en Buenos Aires comienzan a ser tan comunes como en 2001 o en 1976. La Plaza de Mayo, exenta de policía, fue circundada por un grupo de patoteros (pandilleros), al parecer auspiciados por el gobierno, que de manera antidemocrática y con alevosía agredieron al conjunto de estudiantes, amas de casa, trabajadores, que sin distingo de clase social se encontraban allí. Una verdadera vergüenza para una administración que posaba de democrática y quería dar lecciones en el continente sobre lo que aquello significaba. No se contesta, desde luego, una huelga agraria absolutamente legítima con el insulto y la agresión desde la ilegalidad.Argentina puede ser admirable por muchas cosas, pero lo es especialmente por sus campesinos e industriales agropecuarios. Fueron ellos, precisamente, quienes sacaron al país de la crisis anterior y quienes, también, vieron en la soya el fruto de bendición que les permitiría exportar de manera descomunal a China, desabastecida del alimento prioritario en su canasta familiar por el crecimiento de la demanda. Ello fue lo que permitió que el anterior mandatario -el esposo de Cristina- pudiera sacar al país adelante, congelar los pagos de la deuda y cambiar los criterios del FMI. Ahora, el mismo gobierno pretende cubrir los gastos fiscales elevando de modo inconmensurable el impuesto a las exportaciones de soya hasta un 44%, después de que se había iniciado con 18% y se había pasado recientemente a 35%.Todo ello parecería deberse a una estrategia de alianza con los sectores industriales frente a los agrícolas, de manera que se privilegien los primeros y se quite fuerza a los segundos. En Argentina el gran jalonamiento se ha dado por el sector automotor, que ha llegado a crecer 131% y la sola fabricación de vehículos ha subido 43%. Eso ha llevado en general a impulsar el crecimiento industrial de manera inusitada, lo mismo que ha acontecido en Colombia, en compañía de la construcción.Pero Argentina sin agricultura resulta un país inviable. El sector no sólo representa el 45% de los ingresos tributarios, sino que además significa el 55% del empleo y el 60% de las exportaciones. Sigue, de alguna manera, siendo la despensa del mundo y el enfrentamiento de los Kirchner con el campo puede costar tan caro como su caída. En efecto, en lugar de buscar el diálogo y la concertación, se ha decidido incurrir en la confiscación y eso ha determinado una alianza inviolable entre los sectores rural y urbano, que no están dispuestos a demeritar la naturaleza propia de la economía argentina.Y a ello el gobierno, que pretendía una vocería democrática en el continente, contesta amenazando, como lo ha hecho el Ministro de Economía, con tratar de delincuentes a quienes participan de la huelga nacionalizada y tienen cerradas las vías de acceso a las ciudades y los flujos de transporte. No es así como van a solucionar nada. La única vía es el diálogo y en ello tendrá que ceder el gobierno en su garosidad fiscalista, so pena de una inflación sin precedentes y un estremecimiento social que puede llevar a la debacle. Hoy, en América Latina, se demuestra que el tema alimentario es uno de los factores estratégicos de la región. Lo mismo pasa con el aceite en Bolivia, donde Evo Morales le ha declarado una guerra a los productores de Santa Cruz, impidiendo las exportaciones. Semejantes estridencias llevarán a profundizar la crisis y a escindir definitivamente ese país.Está claro, por igual, como acaba de quedar demostrado entre Colombia y Venezuela, que la segunda depende de la primera en la materia, y que ante la escasez de alimentos en el mundo no se puede poner en peligro el abastecimiento de los pueblos.Está demostrado, por igual, que la agricultura ya no es la cenicienta en los gabinetes, sino un sector estratégico de amplio calado. Ojalá esto se entendiera con más ahínco en Colombia para renovar una política de productividad agraria que nos vuelva a situar en lo que siempre fuimos: un país con vocación agrícola, ahora arrasado por el narcotráfico y la guerra en los campos. Un verdadero estropicio, como el que está comenzando a suceder en Argentina, si Cristina Kirchner no recompone rápido."

La Falsificación del Ayer Envenena el Mañana Parte II


"Las violencias y desbarajustes de la etapa republicano-socialista motivaron la amplia victoria electoral del centro derecha en noviembre de 1933. Y entonces se produjo la quiebra --aunque todavía oculta-- de la república, al rechazar las izquierdas la votación popular. Azaña y sus correligionarios intentaron golpes de estado para impedir gobernar a los ganadores de las elecciones; los líderes del PSOE, el partido más masivo, apartaron al moderado Besteiro y se volcaron en la preparación de una insurrección, concebida como guerra civil, para liquidar la república e imponer un régimen de tipo soviético; los nacionalistas catalanes y vascos emprendieron movimientos de rebeldía. Estas acciones llevaron a la insurrección de octubre del 34, que en Asturias, durante dos semanas, cuajó en guerra civil como había planificado el PSOE; pero en el resto del país la población no siguió a los revolucionarios ni a los nacionalistas catalanes. Ante la derrota, los jefes rebeldes pretendieron que el levantamiento había sido espontáneo, pero hoy sabemos con certeza que mentían. Y tampoco rectificaron sus actitudes. Lejos de ello, lanzaron una enorme campaña nacional e internacional contra la represión gubernamental en Asturias. Esa campaña utilizó la mentira de forma masiva y envenenó el ambiente popular, como había advertido Besteiro.

Podemos considerar aquella insurrección el comienzo de la guerra civil justamente por eso, porque sus promotores no cambiaron nada esencial de las ideas que les habían llevado a sublevarse, y siguieron fomentando el clima de odio necesario para un enfrentamiento definitivo. Si entonces subsistió la república se debió solo a que las derechas, Franco incluido, no replicaron con un contragolpe y defendieron la legalidad.

De todas formas la derrota izquierdista pudo haber estabilizado una democracia liberal, según el sentido inicial del régimen, pero los derrotados formaron pronto el llamado luego Frente Popular, irreconciliable con las derechas. En cuanto a estas, tras su victoria sufrieron divisiones y los manejos del presidente conservador Alcalá-Zamora, el cual terminó expulsando a la derecha del poder de modo a duras penas legal. La crisis abocó a las elecciones de febrero del 36, que no pueden llamarse democráticas, tanto por las violencias, la huida de las autoridades y las irregularidades en los recuentos, también mencionadas por Azaña, como porque las votaciones reales nunca se publicaron. Durante años, los cálculos de los historiadores variaban en más de un millón de votos, hasta que las investigaciones de Javier Tusell, ya en 1971, proporcionaron cifras más fiables, con un empate aproximado entre derechas e izquierdas.

Así, el triunfo del Frente Popular no procedió de unas elecciones normales y no puede considerarse legítimo. Y su ilegitimidad de origen empeoró al momento con un doble proceso revolucionario. Desde la calle, las masas y partidos izquierdistas imponían su ley en una serie de liberaciones de presos, asesinatos, incendios, ocupaciones de tierras y mil desmanes más, no perseguidos por el gobierno, que en cambio se cebaba contra las débiles réplicas de los grupúsculos falangistas. Y desde el poder, el gobierno mismo procedió a demoler la legalidad republicana para sustituirla por un sistema al estilo del PRI mejicano, reduciendo a la derecha a una oposición impotente, pero que mantuviese una fachada de pluralismo democrático bajo el dominio real e irreversible de las izquierdas. A ese fin despojó arbitrariamente de escaños a las derechas, destituyó ilegalmente a Alcalá-Zamora y suprimió los restos de independencia judicial, sometiendo a los jueces al control de sindicatos y partidos revolucionarios; entre otros atentados a la legalidad. Las reiteradas peticiones de los líderes derechistas en las Cortes para que se cumpliera e hiciera cumplir la ley, una obligación sin la cual todo gobierno se vuelve una tiranía, fueron contestadas con burlas y amenazas de muerte. El asesinato del jefe de la oposición Calvo Sotelo, realizado por fuerzas combinadas de seguridad del estado y milicianos socialistas, culminó el proceso y constituyó un diagnóstico preciso de la situación. De hecho, el proyecto de democracia liberal había dejado de existir tras las elecciones de febrero.

Podemos observar, en resumen, tres fases en la demolición de la república: una primera fase de desbordamiento del régimen durante el bienio republicano-socialista; una segunda fase de asalto armado de las izquierdas al poder durante el bienio de centro derecha; y una tercera de proceso revolucionario abierto y eliminación de la legalidad desde un gobierno salido de unas elecciones no democráticas. El Frente Popular, por tanto, no era ya la república, aunque por motivos propagandísticos usurpara su nombre durante la guerra civil y así se le siga identificando comunmente. Era, de manera precisa, lo contrario de la república, el embrión de un nuevo régimen. Solo una persistente propaganda, el “Himalaya de embustes” denunciado por Besteiro, impide aún a mucha gente percibir estos hechos, hoy perfectamente documentados.
Pero reitero que ni siquiera hace falta saber mucha historia para percatarse de la realidad, basta recurrir a un elemental sentido de la lógica. Figúrense, insisto, a los stalinistas, marxistas del PSOE, racistas del PNV, anarquistas, golpistas de Companys y de Azaña… ¡defendiendo la democracia todos juntos (y matándose de paso entre ellos)! La falsedad es tan chocante, tan estridente como si se pretendiera hacer de Hitler un protector de los judíos. Y sin embargo este formidable engaño se ha impuesto en gran parte de nuestra sociedad, generando a su vez falsedades en cadena, desenfocando de raíz la visión de nuestro pasado y orientando peligrosamente el porvenir.

Muchos creen esas fábulas por ignorancia pero, en mi opinión, sus promotores conocen bastante bien la realidad. No puede ser de otro modo, por cuanto algunos historiadores nos hemos aplicado en los últimos años a poner en claro los datos, su lógica y los documentos que demuestran inapelablemente el fraude histórico. Puesto que nuestras tesis contradicen de frente las más divulgadas hasta hace poco, debiera haberse suscitado un debate intelectual, pero, por cuanto a mí respecta, he topado con una cerrazón tal que ha llevado a Stanley Payne a preguntarse si realmente la democracia ha calado en la universidad española."

La Falsificación del Ayer Envenena el Mañana

Hemos seleccionado este artículo de Pío Moa, publicado el 28 de marzo del 2008 en la web del diario madrileño Libertad Digital. Narra como se gestó la Guerra Civil Española, sobre la que poco se comenta en nuestro país.

El contenido del mismo, nos conduce a reflexionar sobre la modalidad adoptada por nuestras autoridades, para resolver los gravísimos problemas de la Argentina. Veamos como lo hicieron los españoles, en la década del 30 en nuestra Madre Patria, y sus dañinas consecuencias. Considero que nos moverá a no repetir tales errores.

"La versión izquierdista-separatista sobre la república y la guerra puede resumirse así: la república llegó democráticamente en abril de 1931 y desde el principio se vio acosada por conjuras de la derecha reaccionaria, que temía perder sus injustos privilegios. Sanjurjo encabezó el primer golpe contra el nuevo régimen, pero fue vencido. Luego surge un hecho inexplicable para esta versión, y es que, tras dos años de experiencias liberadoras y presuntamente favorables al pueblo, este vota muy mayoritariamente al centro derecha, en 1933. Pero en cualquier caso, el nuevo gobierno implanta una opresión y explotación tales que empujan a los catalanes y a los mineros asturianos a una rebelión, aplastada de forma brutal por el poder reaccionario. No obstante, en febrero del 36 ganan las elecciones las izquierdas, agrupadas en el Frente Popular, y a partir de ahí la conspiración militar y fascista se refuerza hasta desatar la guerra civil. El bando reaccionario, mandado por Franco, gana la guerra gracias al apoyo de las potencias fascistas, Alemania e Italia, e implanta una feroz dictadura durante casi cuarenta años. Luego, la transición democrática respetó en exceso al franquismo, etapa vergonzosa que debemos condenar sin paliativos y saltar sobre ella para enlazar nuestra democracia con el Frente Popular.

El punto de vista franquista puede resumirse, a su vez, de este modo: llegó la república mediante un golpe de estado y desde el principio se despeñó en una serie de convulsiones, de ataques a la religión y a la unidad de España. Esa deriva pudo haberse corregido durante el segundo bienio, de derecha, pero la violencia izquierdista y separatista, en lugar de ceder, se incrementó hasta asaltar sangrientamente el poder en octubre del 34. Aunque el ataque fracasó, en febrero de 1936 volvieron al poder en unas elecciones signadas por una radicalización extrema, y enseguida abrieron un proceso de comunistización en el que, como admitía el antifranquista Madariaga, ni la propiedad ni la vida estaban seguras. Por ello se alzó un sector del ejército con vasto apoyo popular, fracasando a medias y dando origen a la guerra civil. Ganaron las fuerzas patrióticas y de orden, y crearon un régimen de democracia orgánica mucho más acorde con la idiosincrasia española, como prueba su duración y la escasa oposición que tuvo. Por desgracia, la transición posterior a la muerte de Franco se realizó traicionando el legado del franquismo y, aunque el peligro comunista ha pasado a la historia, nos hallamos ante una gravísima amenaza separatista que nos empuja a una nueva crisis de convivencia nacional.

Las dos versiones tienen algo de verdad, pero parten, a mi juicio, de visiones en gran medida adulteradas de la historia reciente. La más peligrosa es la versión izquierdista, porque intenta imponerse desde el poder y fundamenta otras medidas antidemocráticas en curso, mientras que no parece haber riesgo de una vuelta al régimen anterior.

Analicemos, pues, la versión izquierdista y separatista. La base de su historiografía, de una multitud de iniciativas políticas actuales, de la llamada ley de memoria histórica y de movimientos emocionales diversos, consiste en la identificación del Frente Popular con la república, y la afirmación de que dicho Frente formó un gobierno legítimo y democrático. Dense cuenta de que esta cuestión constituye la clave del juicio sobre nuestra época: si la tesis mencionada corresponde a la realidad, entonces el franquismo ha de ser rechazado inapelablemente, y lo mismo la monarquía y la democracia que han derivado de ese régimen. De hecho, esta concepción se encuentra en la base de las maniobras actuales contra la Constitución. Sin embargo las cosas no son tan sencillas, como veremos.

La república llegó mediante un golpe de estado, es cierto, pero sus autores fueron los monárquicos, no los republicanos. Tras ganar unas elecciones municipales y despreciar a sus propios votantes y programa, los monárquicos entregaron el poder a sus contrarios. Golpe de estado contra sí mismos explicable solo por una quiebra moral muy profunda y casi sin precedentes. La república nació así con legitimidad suficiente y como un proyecto de democracia liberal. Pero ese proyecto sufrió un primero y salvaje desbordamiento en las jornadas de quemas de iglesias, bibliotecas y centros de enseñanza, apenas inaugurado el nuevo régimen. Lo más grave no fueron los hechos mismos, con ser gravísimos, sino la pretensión, por parte de la izquierda, de que las bandas de delincuentes incendiarios representaban al pueblo, más aún eran el mismo pueblo, con el cual se identificaban, claro está, las izquierdas y parte del mismo gobierno. Ello abrió una profunda brecha en la sociedad española y generó las primeras conspiraciones derechistas, que no surgieron al instaurarse el nuevo régimen, como se dice, sino a partir de actos como los mencionados. La brecha social se amplió con una Constitución no laica, sino anticatólica, contraria al sentimiento religioso mayoritario y a derechos elementales, reduciendo a los religiosos a ciudadanos de segunda y a la indigencia. Aun así, las conspiraciones derechistas contra la república no pasaron de marginales, como probó el golpe de Sanjurjo, falto de respaldo de la gran mayoría de la derecha y saldado con 10 muertos, casi todos rebeldes.

En solo dos años la experiencia de izquierdas, republicano-socialista, dirigida por Azaña quedó desprestigiada. Y no por la acción de las derechas, sino por el fallo de sus reformas, como la agraria, cuya ineptitud lamentaba Azaña; o la del ejército, reforma razonable pero aplicada con tal torpeza que multiplicó las tensiones, como admitió también el propio Azaña; o el estatuto catalán, que para el gobierno era la solución al problema y para los nacionalistas solo el primer paso de una escalada reivindicativa; asimismo el plan de extender la enseñanza quedó neutralizado por la persecución contra la educación religiosa. Finalmente, Azaña no recibió el golpe decisivo de las derechas, sino de las insurrecciones anarquistas, quince veces más mortíferas que el golpe de Sanjurjo, en particular de la represión gubernamental de Casas Viejas.

jueves, 27 de marzo de 2008

Bandung o la Conferencia de los Charlatanes -4-

Parte 4
Con todo, el hombre que mejor encarnó la soporífera charlatanería de Bandung fue Jawaharlal Nehru, primer presidente de la India y el peor de todos hasta la fecha, que ya es difícil. Pertenecía a una generación anterior a la de Sukarno o Nasser; de hecho, había nacido el mismo año que Hitler y uno antes que De Gaulle. Estudió en Cambridge y, al volver a su tierra natal, tomó conciencia, es decir, concluyó que los que se habían esmerado con su educación eran lo más parecido a los hijos de Caín.
A diferencia de otros líderes de la época, Nehru iba de intelectual. Más que ningún otro estaba persuadido de que las dificultades se resolverían con buenos deseos y un par de frases lapidarias. Los ingleses le toleraron del mismo modo que hicieron con Gandhi, lo que muestra hasta que punto el dominio británico era cualquier cosa menos asfixiante. En la Unión Soviética dos disidentes confesos no hubieran durado ni tres semanas. En 1942, con los japoneses avanzando desde Birmania, pidió la independencia para que la India soberanamente decidiese si entrar o no en la guerra. Obviamente, ignoraba que los hijos del sol naciente no hacían distingos entre países neutrales y beligerantes. La gansada le costó la cárcel.
La retirada inglesa en 1948 le puso al frente del segundo país más poblado del mundo. Su fecunda palabrería hizo de "el Pandit Nehru" una celebridad mundial. Desde occidente le llovían los piropos. Él, en cambio, censuraba a las potencias occidentales siempre que se le presentaba la ocasión. El imperialismo y el colonialismo eran, según él, lacras a las que había que poner fin de inmediato, pero sólo si los ejercía Occidente. Para la Unión Soviética de Stalin y el Vietnam de Ho Chi Minh sólo tuvo parabienes. Fue un entregado admirador de su vecino Mao Tse Tung, hasta que el vecino se puso farruco y se le metió en casa. De no haber muerto antes, es probable que se hubiera derretido en elogios con Pol Pot.
Dejó que los chinos hiciesen a placer en el Tibet y, cuando el gran timonel decidió redibujar a su antojo la frontera del Himalaya, le declaró la guerra. Él, que había proclamado orgulloso que "ningún país puede conquistar la India" tuvo que pedir ayuda al "imperialista" Kennedy, que envió solícito la VII Flota al golfo de Bengala. Sólo entonces Mao se echó para atrás. A esas alturas ya se le había olvidado lo que dijo en Bandung sobre las grandes potencias: "si vamos hacia ellas en busca de sostén, entonces somos ciertamente débiles..."
Su infeliz política exterior vino a encontrar el complemento perfecto en una gestión interna calamitosa. Fascinado por los planes quinquenales soviéticos, respaldó la creación de un sector público inmenso, monopolístico e ineficiente y auspició draconianas regulaciones sobre la empresa privada que alejaron definitivamente la inversión extranjera. A su muerte en 1964 el ingreso per cápita se había derrumbado y la India era bastante más pobre que cuando se fueron los británicos. El "titán mundial" del que hablaban los medios occidentales fue un desastre en todo menos en fabricar y perpetrar discursos transidos de cursilerías y buenas intenciones. Bandung fue su espejo.
Medio siglo después de celebrarse, sólo unos pocos de los países participantes en la conferencia han remontado el subdesarrollo y se tutean –cuando no miran por encima del hombro– con las naciones de Occidente. Japón, por ejemplo, se dejó de simplezas, abrió su economía al mundo y, entre la aburrida democracia liberal y las carismáticas dictaduras de autor, se decantó por la primera. Hoy es una democracia consolidada y la segunda economía del mundo. Sus habitantes hace dos generaciones que olvidaron el plato único, las privaciones y el miedo cerval a un estado omnipotente. Corea siguió su ejemplo. Cambiar el destino de un país es posible. Si se quiere disfrutar de prosperidad y libertad, es decir, si se quiere llegar a ser, básicamente, como Occidente, sólo es preciso imitarle. Los charlatanes de Bandung, ahogados en sus propios sermones, creyéndose sus propias patrañas, abogaron por todo lo contrario. Lo más dramático de esta historia es que a ellos no les tocó pagar la factura.

Bandung o la Conferencia de los Charlatanes -3-

Parte 3
Si Sukarno fue un dictador cuando menos original, el egipcio Gamal Abdel Nasser no le fue a la zaga. Se aupó al poder tras pasaportar al rey Faruk en su yate e instauró una dictadura larga y ruinosa pero tremendamente popular. Militar de formación, desconocía todo lo relativo a cómo gobernar un país pero era un orador excepcional. Hipnotizaba a las masas en un árabe llano y sin demasiados artificios, y es que, no en vano, era hijo de un empleado de correos. Al igual que Sukarno, no había entendido por qué los países europeos tendían a crear y acumular riqueza por lo que, lejos de ocuparse en aprenderlo, gastó lo poco que quedaba en la caja y pidió prestado el resto para convertirse en el muñidor de una gran república árabe socialista, tercermundista y, naturalmente, no alineada.
Para mantener el nervio de su pueblo lo suficientemente tenso buscó un enemigo con el que medir sus fuerzas y dar algo de contenido a su inane programa político. La china le tocó a Israel. Convencido de que sus discursos valían lo mismo que sus carros de combate lideró una iniciativa militar para borrarlo del mapa. Los resultados fueron desastrosos. La coalición árabe “antiimperialista” que había concertado para la ocasión se dio de bruces contra el ejército israelí. Seis días duró la guerra. Y eso que era de los que en Bandung se llenaban la boca con la fraternidad universal, la soberanía y la no injerencia en los asuntos de los demás.
Si como general no dio la talla, como gobernante su nombre es sinónimo de bancarrota. Aplicó un concienzudo programa de nacionalizaciones que hirieron de muerte los pocos sectores competitivos de la diminuta economía egipcia. La del canal de Suez ocasionó, además, una intervención militar anglofrancesa que le proporcionó jugoso material para sus discursos durante años. Le sirvió también para financiar en parte su propia pirámide, la presa de Asuán, un disparate económico y ecológico pero antesala, a fin de cuentas, de un gigantesco lago artificial que lleva su nombre. En 1970, el mismo año que su compadre Sukarno y dos meses después de concluir la presa, un paro cardiaco se lo llevó al otro barrio.


Bandung o la Conferencia de los Charlatanes - 2 -

Parte 2
Se dio además la fatal circunstancia de que, de los 29 países que acudieron al llamado de Nasser, Sukarno y Nehru, la mayor parte de sus líderes eran unos charlatanes incorregibles. Casi todos llegados al poder por pura carambola e ineptos en el ejercicio del mismo hasta un extremo intolerable. En esto último no hemos ganado mucho a lo largo del último medio siglo. Hoy, el dictador tercermundista promedio sigue siendo un incapaz y un ladrón, pero al menos no da la paliza. Roba todo lo que puede hasta que viene el siguiente y le derroca.
En Bandung, sin embargo, se dio cita un plantel extraordinario de estafadores de la política, similar al que protagonizó el periodo de entreguerras en Europa aunque con un toque especial que los haría únicos. Por entonces no se sabía que todo era un inmenso fraude. El tercer mundo vivía su edad de la inocencia, sus gobernantes eran tenidos por libertadores sin mancha que sacarían a sus países del atraso inaugurando de paso una nueva era en las relaciones internacionales. Lo peor de todo es que ellos mismos se lo creían. El estado de postergación en el que se encontraban se debía exclusivamente a la prolongada presencia de los europeos en su tierra. Libres de esa carga, florecerían todas las potencialidades ocultas de aquellas jóvenes naciones, libres de prejuicios y de hipotecas históricas. El futuro les pertenecía, o al menos eso era lo que repetían como papagayos. En cierto modo se veían como la contrapartida de la agotada y confusa Europa de la inmediata posguerra.
La conferencia de Bandung los retrató a todos en su euforia pueril y medio tonta. Los años que la siguieron vinieron a demostrar que de tanta cháchara no puede salir nada bueno. Si mal hábito es pasar por alto el factor individual en el curso de la historia, en el caso que nos atañe se corre el riesgo de no entender absolutamente nada de lo que pasó en África y Asia tras la descolonización. Los hombres que se hicieron con el poder en las antiguas colonias europeas, muchos de ellos protagonistas en Bandung, fueron los que sentaron las bases del desastre posterior en aquellos países. Sin ellos, sin su pésimo magisterio es imposible explicar el porqué y el cómo del tercer mundo actual.
El anfitrión de la conferencia, el indonesio Ahmed Sukarno, fue un déspota en estado puro desde que se hizo con las riendas del poder. Éste le cayó del cielo el día que los holandeses abandonaron su antigua colonia por la puerta de atrás. Nunca creyó en la democracia liberal y, a falta de otros enemigos internos, la tomó contra la nutrida colonia china de comerciantes que se deslomaba a trabajar en las ciudades indonesias. Como casi todos sus contemporáneos, sabía mandar pero no gobernar. Implantó una dictadura asentada sobre cinco principios fundamentales: nacionalismo, internacionalismo, democracia, prosperidad social y creencia en Dios. Dos de ellos eran antitéticos pero daba igual, Sukarno no entendía de ideas sino de consignas que empaquetaba en acrónimos para que su gente las repitiese entusiasmada. Así, por ejemplo, NASAKOM era la esencia de su Gobierno (“Nacionalismo, Religión y Comunismo”). NEKOLIM era el espantajo que se sacó de la manga contra los europeos y el pilar fundamental de su política exterior. Significaba “Neocolonialismo, Colonialismo, Imperialismo”. A estas tonterías sin pies ni cabeza él las llamaba Konsepsi (conceptos).
Una vez devastó la otrora próspera economía de las Indias Orientales holandesas, acuñó un nuevo konsepsi, el de la Gran Indonesia, concepto bastante conflictivo que aún hoy colea en la isla de Timor. A mediados de los 60 el país colapsó víctima de las nacionalizaciones y el despilfarro y su mandato acabó de un modo abrupto, en un baño de sangre en el que murió un cuarto de millón de personas. Para entonces ya nadie se acordaba de las interminables peroratas de Bandung. Murió en 1970, fastidiado del riñón y mudo, quizá de tanto hablar.





Bandung o la Conferencia de los Charlatanes

Hace poco más de cincuenta años se celebró en la ciudad indonesia de Bandung una de las mayores pérdidas de tiempo del siglo XX. Se le denominó Conferencia Afroasiática, y fue convocada para que unos cuantos dictadores de otras tantas repúblicas bananeras recién independizadas se diesen el gustazo de dar un buen discurso.
No sirvió para nada, para nada útil quiero decir. Acaso para dar carta de naturaleza a ese abstruso invento del Tercer Mundo con el que, todavía hoy, nos siguen dando la tabarra los nietos de aquellos tiranos y los que, entre nosotros, andan con el sentimiento de culpa a cuestas.
La tontería se fraguó en las privilegiadas cabecitas de los líderes de un puñado de antiguas colonias británicas, con la India y Egipto al frente. Era aquel un tiempo en el que se creía que, a base de buenas palabras y soflamas biensonantes, se podía cambiar el mundo. Así, para poner remedio a la pobreza de la India, Birmania o Ghana sólo había que decir que la pobreza era mala y que la hermandad entre las naciones pobres haría que ésta remitiese. Ese era el envoltorio, claro. Profundizando un poco, lo que los promotores de Bandung pensaban era algo bien distinto. Ahora que tenían mando en plaza querían ser poderosos y desquitarse de los años de colonización. Como representaban a más de la mitad de la población mundial de aquella época hicieron cálculos y se creyeron lo que no era. Suele suceder cuando no se piensa con la cabeza, o cuando no se tiene cabeza para pensar. Entre los prohombres de Bandung se combinaron ambas cosas.
Partían de una ilusión, de que en el mundo bipolar que había alumbrado la guerra mundial cabía una tercera opción: la buena, evidentemente. Frente al capitalismo liberal patrocinado por los Estados Unidos y el socialismo real propugnado por la Unión Soviética, serían ellos, acompañados de sus jóvenes pueblos, los que le devolverían la sensatez al mundo. Lo harían, además, con buen talante, de un modo didáctico y con palabras tan rotundas como justicia universal, hermandad multirracial, libertad, soberanía, cooperación o paz, mucha paz, la paz que no faltase. No es casualidad que los peores tiranos se hayan embutido el disfraz del pacifismo para ocultar sus verdaderas intenciones. (Por el eminente historiador Fernando Díaz Villanueva.) "(Extraído del diario madrileño Libertad Digital)

La República y la Guerra Civil Española


UNA VISIÓN CRÍTICA SOBRE LA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL
Los militares ante el Frente Popular
Por Pío Moa
Sobre las conspiraciones militares, dijo en enero del 36 el político Álvarez Mendizábal, ministro de Portela: "Yo, durante la dictadura (de Primo de Rivera), he estado presente en todas cuantas conspiraciones se fraguaron, y ninguno de los militares comprometidos acudió nunca a cumplir su palabra. Es más de temer una reunión de camareros o de cocineras". Sin embargo, pronto iban a cobrar mayor enjundia.
Cuando el Frente Popular alcanzó el poder, el ejército se hallaba tan dividido como el resto de la sociedad. Había desde militares y policías que instruían a las milicias izquierdistas, hasta monárquicos o fascistas deseosos de acabar con el Frente Popular y con la república misma, pasando por una masa muy considerable dispuesta a obedecer a quien mandase, fuera quien fuere. Parte de los izquierdistas se agrupaban en la UMRA, Unión Militar Republicana Antifascista, de inspiración masónica en buena medida, y los conspiradores monárquicos en la UME, Unión Militar Española; ambas poco efectivas.
Tras las elecciones de febrero del 36, los militares y policías que habían defendido la legalidad constitucional en 1934 temieron por un momento serias represalias, pues las izquierdas propugnaban la amnistía para los sublevados y la persecución contra quienes los habían vencido. De hecho, como ya quedó indicado, la propaganda electoral del 36 giró especialmente sobre ese punto, acusando a las derechas de las mayores atrocidades, y en las calles los militares solían ser acosados, golpeados o insultados por las turbas. Sin embargo, la investigación judicial quedó rápidamente marginada tras las elecciones, reduciéndose todo a las detenciones del general López Ochoa, que había mandado la lucha en Asturias contra los revolucionarios, y de algún oficial de la Guardia Civil, seguidas ambas de una perezosa investigación judicial.
No había ningún misterio en ello. Una investigación abierta sólo pondría de relieve la falsedad o exageración de las acusaciones izquierdistas, y traería de nuevo a la escena las atrocidades cometidas a su vez por la izquierda. Gil-Robles exhortó varias veces al cumplimiento de las promesas de investigar las atrocidades derechistas, pero en vano. Éstas habían dejado de interesar al Frente Popular, una vez le habían servido para llegar al poder. Y así no hubo en el ejército otros cambios que los destinados a asegurar en los puestos de mando clave a militares y policías de izquierdas y poner bajo vigilancia a los de derechas. Una de esas medidas consistió en alejar a Franco a las Islas Canarias, donde tendría poca posibilidad de maquinar. El general acudió a ver a Azaña y, pensando sin duda, como la CEDA, que el político terminaría oponiéndose a los planes revolucionarios de sus aliados, le advirtió: "Hacen ustedes mal en alejarme, porque yo en Madrid podría ser más útil al Ejército y a la tranquilidad de España". Pero Azaña le replicó con una clara amenaza: "No temo a las sublevaciones. Lo de Sanjurjo lo supe y pude haberlo evitado, pero preferí verlo fracasar".
La conciencia de que habían conseguido el poder los mismos del 34, mantenía en vilo a muchos militares. El 8 de marzo, poco antes de salir para Canarias, Franco se reunió con otros generales, con vistas a un alzamiento "que evite la ruina y la desmembración de la patria". Unos pensaban en la monarquía, otros en mantener la república, pero Franco, según parece, impuso dos condiciones: "el movimiento sólo se desencadenará en el caso de que las circunstancias lo hiciesen absolutamente necesario", y no sería republicano ni monárquico, sino, simplemente "por España".
Pero el futuro Caudillo no estaba en condiciones de dirigir la conjura, e iba a pesar poco en ella. Aunque otros generales le hablaban con gran optimismo sobre los planes de golpe, él era más bien pesimista: "Me daba cuenta de que el movimiento militar iba a ser reprimido con la mayor energía". Conocedor de sus colegas, temía una acción mal organizada o prematura, que diera la victoria definitiva a la revolución.
Desde luego, la conspiración distaba mucho de estar bien organizada. La dirigía, al menos nominalmente, el general Sanjurjo, cuyas nulas habilidades conspirativas habían quedado bien manifiestas en su intentona de agosto de 1932. Y el gobierno vigilaba a la mayoría de sus integrantes, controlaba sus teléfonos, desbarataba sus medidas con cambios de destino, arrestos, etc. Azaña estaba convencido de que la sanjurjada iba a repetirse, dándole ocasión de aplastar a la derecha de una vez por todas.
Solo hacia finales de abril cobró la conjura mayor consistencia, al hacerse cargo de ella el republicano Mola. El gobierno lo había enviado a Pamplona, con la idea de que sus ideas chocarían con las de los monárquicos carlistas predominantes en la región; pero poco a poco, y no sin roces desesperantes, Mola había ido poniéndose de acuerdo con ellos. Al contrario que los socialistas de 1934, que preveían una guerra civil, Mola pensaba en una acción muy violenta, pero breve y decisiva, para evitar tal guerra. Planeaba instaurar luego una dictadura militar republicana y transitoria, que asegurase el orden, y permaneciese un tiempo tutelando al poder civil.
Las relaciones de los conspiradores con los partidos de derecha no eran muy satisfactorias. Los carlistas exigían la monarquía y los falangistas mostraban poco afecto a la monarquía y desconfiaban de los militares. La CEDA permaneció básicamente al margen, y solo a última hora apoyó Gil-Robles el golpe. Calvo Sotelo parece haber tenido conocimiento externo de los preparativos, sin participar en ellos. De todas formas, y salvo en Navarra, sería la organización militar la decisiva.
Entre los militares había serias dudas. La mayoría tenía conciencia de los enormes riesgos de la empresa, y no debía de mostrar mucha seguridad. Serrano Súñer describirá a uno de los comprometidos principales, Valentín Galarza, "el técnico", como mal informado, confuso y escaso de ánimo. En cambio se les unió un personaje tan resuelto como Queipo de Llano, viejo republicano, que tenía la ventaja de poder moverse con facilidad por el país, como jefe de los carabineros, y así enlazar a los jefes de las guarniciones comprometidos. Unos creían que había ya motivos de sobra para sublevarse cuanto antes, y otros mantenían alguna esperanza en la acción de los políticos: Mola representaba la primera postura, y Franco la segunda. De hecho, en un momento tan avanzado como el 23 de junio, Franco escribió una carta a Casares cuyo sentido evidente consistía en incitar al político a tomar él mismo medidas contra el deterioro de la situación. La actitud de Franco desesperaba a veces a sus compañeros.
A su vez, la actitud del gobierno desesperaba también a diversos izquierdistas, en particular a Prieto, que tenía bastante información sobre los preparativos del golpe y exigía su rápida desarticulación, al igual que los comunistas y otros. Ya en mayo el líder socialista había sostenido al respecto una agria discusión con Casares. Éste le explicó: "Todo eso que ustedes me cuentan y mucho más lo sabe el gobierno, y lo que yo quiero es que se echen a la calle de una vez para yugular la rebelión. Esta vez no vamos a quedarnos en una expropiación de bienes, como cuando la rebelión del general Sanjurjo". Pero Prieto no se dejó convencer, y salió furioso de la entrevista. Sentía crecer el peligro y no confiaba en las medidas del gobierno.
A principios de julio, Mola señalaba que "todo está en marcha y no ha de cundir el desaliento", pero que "el entusiasmo por la causa no ha llegado todavía al grado de exaltación necesario", existiendo aún "insensatos que creen posible la convivencia con los representantes de las masas que mediatizan al Frente Popular". Uno de éstos, un político de la CEDA, había echado por tierra sus planes en Valencia. Por fin, aprovechando los sanfermines como cobertura, los conjurados decidieron sublevarse el 14 de julio. Pero el día 10 varios jefes carlistas rompían con Mola, al no aceptar éste la bandera española tradicional, la disolución de los partidos y unas Cortes corporativas. Mola, desesperado, pensó en fusilar al carlista Fal Conde o en suicidarse. El día 12, nuevas gestiones terminaron sin avenencia. Y para colmo, ese mismo día, Franco, que había aceptado los planes anteriores, recomendaba aplazarlos a última hora. En el momento decisivo, el complicado artificio construido por Mola parecía a punto de venirse abajo, y los testigos han mencionado la mezcla de furia y desánimo en que se debatía "el director". Pero en la noche de ese mismo día 12 caía asesinado Calvo Sotelo, y las vacilaciones entre los conjurados iban a desaparecer de un soplo. Como ha indicado Stanley Payne, para ellos se había vuelto mucho más peligroso no sublevarse que sublevarse.". (Extraído del diario madrileño Libertad Digital)