La destitución del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, no puede ser calificada de un Golpe de Estado, tal como a la ligera o intencionalmente hacen los medios en general, y algunos políticos interesados, en particular.
Sorprendentemente, vemos que algunos dictadores y aprendices de dictadores, se rasgan las vestiduras, al ver que Zelaya es expulsado del Poder. En una actitud de cinismo y de hipocresía, alardean de “defensores de la democracia”, y por ende apoyan al destituido mandatario hondureño. No engañan a nadie. Cuando la gente advierta que, en Honduras han funcionado las instituciones constitucionales, van a tener que explicar cual es el origen de su actitud de injerencia en los asuntos internos de otro país.
El señor Lula, pretende convencernos sobre su profunda vocación democrática. Nadie le creé cuando afirma ignorar el plan de Hugo Chávez, destinado a declarar huésped de honor al ex mandatario Zelaya, para entonces permitirle hacer política, amparado en el derecho de extraterritorialidad. El destituido Zelaya, insta a los suyos a alzarse en armas contra el legítimo gobierno constitucional de Honduras. Utiliza todos los medios, desde el interior de la embajada brasileña.
El señor Lula, goza de una suerte de aureola de demócrata. Lamentablemente, para él , la desinformación, arma preferida de los “progre”, colabora para que se tenga una idea equivocada del verdadero Lula.
Basta leer lo que surge de la web, para profundizar un poco sobre quien es el verdadero Lula: “El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que en su país la ley de amnistía que impidió juzgar los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante la última dictadura "pavimentó el camino hacia la redemocratización del país". Lula subrayó que esa norma, que también benefició a guerrilleros y de cuya sanción se cumplen 30 años, fue el resultado de un "verdadero clamor popular".
"La amnistía no fue un acto de buena voluntad o de grandeza del régimen militar; sólo fue posible por la movilización creciente de la sociedad brasileña", sostuvo Lula, quien durante la dictadura fue detenido por haber conducido, como sindicalista, las mayores huelgas de la historia de Brasil en el cordón industrial de San Pablo.
A juicio del mandatario, la decisión del Presidente de facto Joao Baptista de Figueiredo de sancionar la ley de amnistía "fue producto de un verdadero clamor nacional". "Con la amnistía pudimos reincorporar a centenares de brasileños a la vida política y pavimentar el camino hacia la redemocratización, en un proceso que culminó con una Constitución (1998) que garantizó avances extraordinarios", sostuvo Lula.
A tres décadas de la ley, el Presidente Lula es cuestionado por organizaciones de derechos humanos por no impulsar el juzgamiento de los militares involucrados en crímenes contra la humanidad durante la última dictadura, que se extendió entre 1964 y 85. (http://www.militar.org.ua/foro/fuerzas-armadas-de-brasil-t10157-3105.html)
No se entiende, de otra forma, que lo compañeros de ruta de Lula: Hugo Chávez, Raúl Castro, Evo Morales y Correa, se encuentren al frente de países que paulatinamente van rumbo al quebranto. Es el fruto, indudable, de la unión incestuosa de la demagogia populista y de la arbitrariedad institucional.
El “ingenuo” Obama apoya a los mandatarios latinoamericanos, sin advertir o advirtiendo que, entre ellos, se encuentran quienes no cultivan la democracia. Quienes desembozadamente, o no, intervienen en los asuntos internos de terceros países. El señor Obama, en el caso, funge de “idiota útil” de estos señores. Los medios, en general, con su silencio cómplice, ayudan a la tarea de desinformación que sutilmente campea por sus fueros. Desde los Estados Unidos, nos llega un informe, originario del Capitolio. Nos revela este trabajo, que en realidad, la destitución del presidente Zelaya no fue obra de un Golpe de Estado. Nos señala la autora, especialista en la materia, que en Honduras se han seguido todos los pasos constitucionales. Concluye, con fundamento en el derecho vigente en Honduras, que la destitución de Zelaya, no fue fruto de una interrupción institucional sino de un proceso constitucional, ajustado a derecho.
Señala el informe: “El congresista republicano Aarón Schock ha hecho público un informe del servicio de investigación de la Biblioteca del Congreso de EEUU en el que se analiza cuidadosamente las causas de la salida de Manuel Zelaya de la presidencia de Honduras el pasado 28 de junio.
En términos generales, en este documento se concluye que lo que ocurrió en Honduras no fue en ningún caso un "golpe de Estado", tal y como la gran mayoría de medios de comunicación lo han calificado, y que la destitución de Manuel Zelaya al frente de la presidencia fue totalmente legal y de acuerdo con la Constitución hondureña.
Al presentar el documento, Schock señaló que "el apolítico servicio de investigación del Congreso ha concluido que la destitución del ex presidente Zelaya fue constitucional y debemos respetar eso". Además, el congresista hizo un llamamiento al Gobierno de Micheletti pidiendo un "amnistía general" para todos los involucrados, incluido Manuel Zelaya. Agregó que con eso "tanto Zelaya como sus seguidores tendrán que respetar la ley y no llamar a la insurgencia o provocar violencia".
El informe –que fue preparado por la especialista en Derecho Norma Gutiérrez– apunta que "a diferencia de los EEUU, el Congreso de Honduras tiene la última palabra cuando se trata de interpretar la Constitución" y agrega que "además, tiene la potestad de condenar al presidente y reemplazarlo en una situación en la que no es capaz de cumplir con sus obligaciones".
Además, señala que la Corte Suprema estaba en perfecto derecho de pedir a los militares que arresten a Zelaya. "Esta corte superior, que tiene competencia constitucional para juicios contra el presidente y otros funcionarios de alto rango, también reconoció la destitución de Zelaya por parte del Congreso", subraya.
Sin embargo, el informe también critica las formas de lo que ocurrió el 28 de junio. Dice que "los militares no actuaron correctamente en la extradición forzada de Zelaya y apunta que las autoridades están investigando su propia decisión que el Ejército justificó para no provocar un derramamiento de sangre". De hecho, insiste, "Zelaya debió ser llevado a juicio y condenado por buscar una reelección ilegal".
Por último, el informe termina apuntando que la sucesión de Zelaya se realizó correctamente ya que no existía vicepresidente –Elvin Santos dimitió para poder presentarse como candidato por el Partido Liberal– y por eso Micheletti fue correctamente elegido ya que era presidente del Congreso.”. (Seleccionado de la web española del diario Libertad Digital, del 25-09-09).
Se nos hace sumamente difícil, comprender como el señor Obama, quien posee asesores de primera, pueda haber obrado de tal forma, “ingenuamente” perjudicial para los Estados Unidos de América.
1 comentario:
Por suerte son muy pocos los que apañan el derrocamiento de Zelaya....Realmente que gasten tiempo y tinta en defender un golpe de estado en pleono siglo XXI es una pena...porque no se dedican a algo mejor,,,como por ejemplo ver los avances de Zelaya a favor de la mayoría del pueblo Hondureño y nos cuentan algo de eso?
Saludos
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