"La representante especial del secretario general de la ONU para los Niños en los Conflictos Armados, Radhika Coomaraswamy, reclamó al Gobierno sirio que detenga los asesinatos y las mutilaciones de menores, quienes incluso son objeto de detenciones y torturas en el país árabe.
"Las violaciones cometidas contra los menores van más allá de los asesinatos y las mutilaciones. Sabemos de casos de detenciones de niños a quienes se les acusa de pertenecer a grupos armados", dijo Coomaraswamy en un comunicado en el que lamenta que los patrones de represión de Damasco afecten también a los menores sirios.
La representante especial de Naciones Unidas habla de "malos tratos y actos equivalentes a tortura que han causado la muerte de niños", y subrayó que la situación es particularmente preocupante en Homs, "desde donde cada día se reciben noticias de la muerte de menores y bombardeos a infraestructuras civiles, como hospitales".
Homs se ha convertido en uno de los mayores focos de oposición al régimen de Bachar al Asad y lugar de refugio de un importante número de soldados desertores, lo que se ha traducido en una sangrienta ofensiva militar contra la ciudad que se ha saldado con más de 2.000 muertos desde el pasado marzo, cuando se iniciaron las protestas en el país árabe.
"En los últimos meses, el número de menores que son víctimas en Siria ha aumentado hasta los varios centenares y va en aumento", aseguró Coomaraswamy, quien también condenó el uso militar que realizan las fuerzas de seguridad sirias de las escuelas del país para frenar la revueltas contra el régimen sirio.
La experta en los efectos de los conflictos en la infancia recordó que la muerte y la mutilación de menores va en contra del derecho internacional y subrayó que "los ataques sobre escuelas y hospitales" se encuentran entre los "graves ataques contra la infancia definidos por el Consejo de Seguridad en 2005".
La organización internacional Human Rights Watch (HRW) pidió también hoy al régimen de Al Asad que detenga "inmediatamente" el bombardeo de zonas residenciales en Homs, donde asegura que, desde el pasado 3 de febrero, han muerto más de 300 personas, "incluidos mujeres y niños", como consecuencia de esos ataques.
Además, HRW denunció que "no hay disponible una asistencia médica adecuada a las víctimas debido al bloqueo al que las fuerzas gubernamentales tienen sometida a la ciudad y al miedo a las detenciones que tienen las víctimas si se presentan en hospitales controlados por el Gobierno".
La organización recordó que la intensificación de los ataques sobre Homs se produjo después de que Rusia y China vetaran una resolución de condena a Damasco en el Consejo de Seguridad de la ONU, algo que el Gobierno sirio interpretó "como una carta blanca para atacar ciudades como Homs sin importarle quien muere".
Así lo aseguró en el comunicado Anna Neistat, una de las expertas de HRW sobre Siria, quien recordó a Moscú y Pekín que "ahora tienen la responsabilidad particular de forzar al Gobierno sirio a detener la masacre", al tiempo que subrayó que, "si no lo hacen, deberían dejar de obstruir la acción del Consejo de Seguridad".
Rusia y China evitaron el pasado sábado que el máximo órgano internacional de seguridad condenara la represión que ejerce el régimen de Dasmasco y apoyara el plan ideado por la Liga Árabe para lograr a una transición política en Siria.
Los otros trece miembros del Consejo votaron a favor de una resolución propuesta por Marruecos y redactada en conjunto por varios países árabes y occidentales. EFE
"Las violaciones cometidas contra los menores van más allá de los asesinatos y las mutilaciones. Sabemos de casos de detenciones de niños a quienes se les acusa de pertenecer a grupos armados", dijo Coomaraswamy en un comunicado en el que lamenta que los patrones de represión de Damasco afecten también a los menores sirios.
La representante especial de Naciones Unidas habla de "malos tratos y actos equivalentes a tortura que han causado la muerte de niños", y subrayó que la situación es particularmente preocupante en Homs, "desde donde cada día se reciben noticias de la muerte de menores y bombardeos a infraestructuras civiles, como hospitales".
Homs se ha convertido en uno de los mayores focos de oposición al régimen de Bachar al Asad y lugar de refugio de un importante número de soldados desertores, lo que se ha traducido en una sangrienta ofensiva militar contra la ciudad que se ha saldado con más de 2.000 muertos desde el pasado marzo, cuando se iniciaron las protestas en el país árabe.
"En los últimos meses, el número de menores que son víctimas en Siria ha aumentado hasta los varios centenares y va en aumento", aseguró Coomaraswamy, quien también condenó el uso militar que realizan las fuerzas de seguridad sirias de las escuelas del país para frenar la revueltas contra el régimen sirio.
La experta en los efectos de los conflictos en la infancia recordó que la muerte y la mutilación de menores va en contra del derecho internacional y subrayó que "los ataques sobre escuelas y hospitales" se encuentran entre los "graves ataques contra la infancia definidos por el Consejo de Seguridad en 2005".
La organización internacional Human Rights Watch (HRW) pidió también hoy al régimen de Al Asad que detenga "inmediatamente" el bombardeo de zonas residenciales en Homs, donde asegura que, desde el pasado 3 de febrero, han muerto más de 300 personas, "incluidos mujeres y niños", como consecuencia de esos ataques.
Además, HRW denunció que "no hay disponible una asistencia médica adecuada a las víctimas debido al bloqueo al que las fuerzas gubernamentales tienen sometida a la ciudad y al miedo a las detenciones que tienen las víctimas si se presentan en hospitales controlados por el Gobierno".
La organización recordó que la intensificación de los ataques sobre Homs se produjo después de que Rusia y China vetaran una resolución de condena a Damasco en el Consejo de Seguridad de la ONU, algo que el Gobierno sirio interpretó "como una carta blanca para atacar ciudades como Homs sin importarle quien muere".
Así lo aseguró en el comunicado Anna Neistat, una de las expertas de HRW sobre Siria, quien recordó a Moscú y Pekín que "ahora tienen la responsabilidad particular de forzar al Gobierno sirio a detener la masacre", al tiempo que subrayó que, "si no lo hacen, deberían dejar de obstruir la acción del Consejo de Seguridad".
Rusia y China evitaron el pasado sábado que el máximo órgano internacional de seguridad condenara la represión que ejerce el régimen de Dasmasco y apoyara el plan ideado por la Liga Árabe para lograr a una transición política en Siria.
Los otros trece miembros del Consejo votaron a favor de una resolución propuesta por Marruecos y redactada en conjunto por varios países árabes y occidentales. EFE
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