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lunes, 19 de julio de 2010

Oscuro futuro del gas venezolano



La siguiente nota, pone de relieve que la producción de gas en Venezuela, está muy por debajo de las optimistas estimaciones estatales. Como en nuestro país, todo el panorama se va en metas utópicas, que nunca se han cumplido. Al punto que, con relación a la explotación gasífera, lo mas relevante ha sido el hundimiento de la plataforma "Aban-Perl". Como sucede en la Argentina, el Estado venezolano, no se ocupa en forma monopólica de explorar y explotar tanto el petróleo como el gas, sino que suscribe contratos mixtos con las firmas privadas, - ¿será el capitalismo de amigos?- a fin de avanzar en tal tarea. Venezuela, procediendo torpemente, igual que en nuestro país, logró el lógico resultado: las inversiones brillan por su ausencia. Gracias a Dios, que no accedimos a compartir la psicópata aventura, del Gasoducto del Sur ...

"Desde sus inicios, el gobierno del presidente Hugo Chávez ha venido anunciado estruendosamente más de 15 proyectos en la búsqueda y desarrollo del gas natural no asociado al petróleo, los cuales, o ni siquiera se han iniciado, o jamás han llegado a completarse de acuerdo al cronograma previamente establecido por el Ejecutivo Nacional, con lo cual se continúa distanciando cada día más a nuestro país del tan ansiado desarrollo de su industria de gas natural.

Pues bien, desde hace ya un buen tiempo el gobierno nacional en su interminable saga de anuncios rimbombantes y efectistas, ha señalado la necesidad de motorizar un movimiento orientado a la creación de una OPEP del gas.

Con respecto a este tema, cabe comentar dos realidades que saltan a la vista. La primera es que actualmente nuestra producción de gas natural es tan baja que ni siquiera llega a satisfacer la mitad de los requerimientos del mercado local.

La segunda, considerando lo anterior, mucho menos le permitiría a Venezuela aspirar a tener una influencia determinante en el mercado de este combustible a escala mundial.

Venezuela cuenta con una producción de gas que está por el orden de los 7.088 millones de pies cúbicos diarios, según el último reporte correspondiente al mes de junio de 2009 emanado de Pdvsa.

El 70% de esto lo consume el sector petrolero para su producción, y el resto, es decir, 2.000 millones de pies cúbicos diarios, son destinados a la red nacional para el consumo doméstico e industrial. El déficit de este combustible actualmente se calcula en unos 7.000 millones de pies cúbicos diarios que se requieren y no se tienen.
Por otra parte, en el Plan Siembra Petrolera de 2005, revisado en 2008, la estatal se planteó aumentar la producción de gas a 12.568 millones de pies cúbicos diarios para 2013 mediante una inversión de 16.700 millones de dólares, lo cual permitiría convertir a Venezuela en un país exportador de gas natural.

Sin embargo, la producción en 2008 fue 6.904 millones de pies cúbicos diarios, y cuando se presentó el Plan en 2005, era de 6.996 millones de pies cúbicos diarios, una evidencia adicional de que la tendencia de producción de gas natural en Venezuela en algunos años se orienta hacia la baja, o en el mejor de los casos, a un crecimiento que anda a pasos de morrocoy.

Estas nada alentadoras cifras nos revelan lo imposible que será para nuestro país alcanzar en menos de tres años, es decir para 2013, las cifras planteadas en este utópico plan.

De igual forma, en dicho plan se fijó como iniciativa la aceleración de la explotación del gas natural libre en tierra, que como se ha visto a lo largo de estos últimos años, no ha sido nada significativa, y costa afuera; donde Venezuela posee la verdadera reserva de gas libre tampoco hay nada.

En cuanto a los proyectos de explotación de gas natural costa afuera, que como hemos mencionado anteriormente, es donde el país posee la mayor cantidad de reservas libres de este combustible.

Lo único trascendente que podemos destacar es el hundimiento de la Plataforma Aban Pearl, la cual formaba parte del campo Dragón, correspondiente al Proyecto Mariscal Sucre.

Otro hecho que muestra la gran debilidad que tiene nuestra industria del gas lo constituye el rotundo fracaso del Plan de Gas Natural Vehicular, para cuya materialización se requería de la creación de nuevos puntos de suministro conectados a la tubería principal de gas, específicamente a la red industrial.

Pero cómo lograr esto si todos sabemos que la precaria red industrial de gas es insuficiente para atender siquiera 10% de las necesidades de uso de este hidrocarburo que tienen las empresas del país.

También durante 2008 fueron muy publicitados los acuerdos suscritos por Pdvsa con empresas de distintas naciones para la construcción de tres trenes de licuefacción de gas.

Esto contemplaba lo siguiente: para el primer tren, que se alimentaría de gas de la Plataforma Deltana, se invertirían 6,4 millardos de dólares y la producción sería de 4,7 millones de toneladas.

En el segundo tren, que utilizaría gas proveniente del Mariscal Sucre, se colocarían 5,2 millardos de dólares. Por último, para el tercer tren, que tendría gas de La Tortuga y La Blanquilla, se contemplaba destinar 7,3 millardos de dólares.

Ninguno de estos proyectos ha mostrado avance, por cuanto todos y cada uno de ellos implica la participación de empresas mixtas en las cuales Pdvsa, en su condición estatutaria de socio mayoritario, debe realizar inversiones sustanciales proporcionales a su porcentaje accionario. Sin embargo, esos recursos han brillado por su ausencia.

En conclusión, cómo continuar hablando de una potencia en gas, del Gran Gasoducto del Sur y más recientemente, del rol protagonista en una OPEP del Gas, si en Venezuela durante los 11 años de este gobierno se tiene cada día un déficit mayor en los requerimientos internos de gas.

Correspondería al gobierno nuevo y serio, de una opción de alternativa democrática, trazar un plan nuevo, formal y factible para el desarrollo de este recurso y de esta industria en Venezuela y no continuar ofreciendo lo que ni siquiera se tiene en casa.

La deficiencia de gas también se ha hecho sentir en el sector eléctrico, pues actualmente las plantas térmicas utilizan combustibles líquidos. Vale la pena destacar el caso de Tacoa, que debiera estar funcionando con gas.

No obstante, se encuentra anclado el barco estadounidense que le suministra hidrocarburos líquidos. Simplemente, no hay gas para Tacoa.
Vale también la pena hacer mención de otros dos casos concretos.

Por una parte, Planta Centro, cuyo diseño fue concebido para funcionar con gas, y dada la carencia del mismo deben quemarse miles de barriles de diesel diarios para que genere energía. Finalmente está la planta Ramón Laguna (Zulia) que operaba con gas natural proveniente del noreste de Colombia, pero desde la reducción del suministro de este país, está utilizando diesel.

•18,9 millardos de dólares estaban previstos para invertirse en tres trenes de licuefacción de gas, que no llegaron
7 mil millones de pies cúbicos diarios es el estimado del déficit de gas en Venezuela actualmente
7.088 millones de pies cúbicos de gas produce el país actualmente 70% del gas generado en el país se lo consume el sector petrolero". (Seleccionado de la web venezolana de TalCual, del 07-07-10)


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