La Unión Europea, en sus relaciones con Cuba, cuida ciertos aspectos que, a nuestro país, no le importan demasiado. En efecto, el demagogo Rodríguez Zapatero envió a su canciller a la isla, a fin de tratar con Raúl Castro, la posición que adoptará España, en su carácter de titular de la presidencia de esa organización en el 2010. Empero esa futura postura debe respetar el deseo de los integrantes de la U.E. Como en el primer mundo, las relaciones exteriores no se manejan a tontas y a locas, el tema es muy delicado, y Rodríguez Zapatero deberá meditar bien su futuro accionar, para evitar consecuencias no deseadas. Desde 1996, la Unión adoptó una postura común, de la que no se ha apartado un milímetro, con respecto al respeto a los Derechos Humanos. Si comparamos con la postura de nuestro país, vemos cuan distante estamos de una política exterior seria y constante, teniendo en cuenta, no las conveniencias ideológicas, sino el bien común de la nación argentina.
El tema del respeto a los Derechos Humanos, tan trillado, es esgrimido constantemente debido a la general ignorancia de todo lo relacionado con el mismo. Recordamos que durante el gobierno del general Rafael Videla, Cuba y la entonces U.R.S.S. se negaron terminantemente, que se condenara a la Argentina, por violación a los derechos Humanos. En las Naciones Unidas, los dos países comunistas se abstuvieron de condenar a la Argentina, lo que acá no es suficientemente divulgado. Pero ningún militante de extrema izquierda, se rasgó las vestiduras. Curiosamente, al unísono, ninguna organización, sedicente defensora de los DD.HH. hizo oir su formal protesta, ante la actitud de estos dos países "amigos".
Al cabo de los años, cuando llegan los gobiernos constitucionales, hacen la vista gorda respecto al poco respeto a los Derechos Humanos, del que hace gala el dictador caribeño Fidel Castro. El oro de Chávez encandila al gobierno y no le permite ver, ls violaciones a los derechos humanos, que se cometen en Venezuela.
"Varios países europeos, como Alemania, la República Checa o Lituania, se han dirigido al Gobierno para que precise la política hacia Cuba que quiere impulsar España cuando presida la Unión Europea en el primer semestre de 2010.
Se trata, según han explicado fuentes del Ejecutivo, de países que no mantienen una posición tan cercana hacia La Habana y que siempre se muestran muy exigentes con la situación de los derechos humanos en la isla.
Las llamadas son consecuencia del viaje que realizó a la isla el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, la pasada semana.
El jefe de la diplomacia avanzó que España planteará a sus socios europeos cambiar por un acuerdo negociado la "posición común" que está en vigor desde 1996, y que condiciona las relaciones entre Cuba y la UE a la apertura democrática de la isla y al respeto de los derechos humanos.
Se trata, según han apuntado las fuentes del Gobierno, de un "objetivo político" de España para normalizar las relaciones con La Habana y no hacerle "un examen constante", al que otros países no son sometidos.
La entrada en vigor del Tratado de Lisboa facilitaría el cambio de esa "posición común", ya que las decisiones en política exterior ya no deberán tomarse por unanimidad.
No obstante, desde el Gobierno aseguran que el objetivo es buscar el consenso de todos los socios comunitarios. No se desea "forzar" la aprobación de un cambio en la política hacia Cuba dejando "heridos en la cuneta".
La negociación todavía no está sobre la mesa, pero, tras su viaje a la isla la pasada semana, Moratinos ha insistido en que tiene "la firme voluntad de alcanzar un acuerdo bilateral entre la UE y Cuba" igual al que los Veintisiete mantienen con otros países como China o Rusia." (Seleccionado de la web española de El Mundo del 28-10-09)
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