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martes, 27 de octubre de 2009

El Cáncer De La Corrupción





E
n una oportunidad, un estimado amigo me interrogó sobre que motivaba que, la mayoría de mis artículos seleccionados, se refirieran a la Madre Patria. Bueno, le contesté, es que como hijos de ella SOMOS IGUALES. El artículo que se transcribe, demuestra que la lacra de la corrupción no es nuestra solamente. En España, al menos, tratan de combatirla. Veamos las causas y la metodología, tanto para prevenirla como para castigarla. Es que, lamentablemente, somos iguales . Creemos que lo que se sostiene en ese artículo, nos servirá para, eventualmente, reformar las leyes pertinentes, en aras de lograr una verdadera y perdurable institucionalización democrática.

"La nueva operación de la Audiencia Nacional en tres ayuntamientos de Barcelona, saldada ayer con nueve detenidos, ha vuelto a poner de manifiesto que el de la corrupción en las entidades locales no es un fenómeno anecdótico o marginal, propio de un reducido número de oportunistas que se valen de la política para enriquecerse con negocios turbios. Por contra, se trata de un fenómeno peligrosamente extendido y demostrativo de que los mecanismos de control, inspección y supervisión son insuficientes ante los desmanes de cargos políticos que convierten el servicio público en una excusa perversa para un enriquecimiento fácil y rápido. No transcurre una semana sin que salten a la luz pública investigaciones policiales o de la Fiscalía -la más reciente la de El Ejido- que alarman a la opinión pública por la facilidad y la impunidad con la que se manejan el dinero, las influencias y el nepotismo en algunas esferas del poder. Ayer fueron detenidos Maciá Alavedra, ex consejero de Economía de la Generalitat de Cataluña con Jordi Pujol; el ex dirigente también de CiU Lluis Prenafeta; el alcalde socialista de Santa Coloma de Gramanet,Bertomeu Muñoz, y el ex diputado del PSC Luis García, entre otros militantes socialistas. Todos ellos acumulan en su dudosa hoja de servicios a la política investigaciones pasadas por casos de corrupción -en Cataluña nadie ha olvidado aún la famosa expresión del «tres por ciento»-, a las que ahora se suman nuevas acusaciones por irregularidades en la adjudicación de obras y servicios vinculados a la construcción. El rosario de delitos sobre la mesa es, lamentablemente, de sobra conocido para la ciudadanía: tráfico de influencias, blanqueo de capitales, cohecho...
Sin embargo, la respuesta institucional al fenómeno de la corrupción ya no puede ser sólo policial, judicial y política, con la depuración -más o menos rápida, y más o menos eficaz- de responsabilidades, con destituciones o expulsiones de un partido político. Son exigibles una profunda regeneración ética en los partidos y una actitud ejemplarizante porque el escaso crédito de que gozan todas las formaciones políticas entre cada vez más ciudadanos desliza a todo el sistema por una frustrante pendiente. Lo acontecido ayer demuestra que la corrupción sacude de manera transversal a todos los partidos políticos y evidencia que la utilización espuria de los escándalos tiene un peligroso efecto bumerán. La corrupción es un fenómeno que no discrimina en función de adscripciones ideológicas, sino que corrompe el sistema político sobre el que se sustenta la propia democracia, provocando efectos demoledores en una opinión pública que tiende a estigmatizar sin matices a la clase dirigente. Se corre el riesgo de que ese desapego de la sociedad hacia sus gobernantes se extienda a medida que los casos de corrupción se generalizan en medio de un ambiente de indignación. Es lo que ocurrió en Italia, donde los escándalos que afectaron sin distinción a los partidos tradicionales provocaron el derrumbe del sistema, lo que favoreció la aparición de formaciones de corte populista sustentadas en la figura de personas concretas al margen de la estructuras de poder de las formaciones clásicas. Nada hay más nocivo que ese sentimiento colectivo que se traduce en la expresión «todos los políticos son iguales», porque refleja que la desconfianza se ha instalado en los resortes más íntimos de la sociedad. (Seleccionado de la web española de ABC, del 28-10-09)

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