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viernes, 3 de julio de 2009

Zelaya Traicionó A Honduras Y A Sus Compatriotas



"La ex diputada del partido Liberal, y actual ministra de Cultura del gobierno de Roberto Micheletti, Myrna Castro, en declaraciones a TalCual su posición sobre el panorama que se vive en Honduras y el posible destino del presidente derrocado Manuel Zelaya de regresar al país este sábado.


­-¿Cómo está la temperatura en las calles?
-En la calle se vive un clima de tensión pero la vida en la ciudad transcurre normalmente. La gente acude a su trabajo y está a la expectativa de lo que pueda pasar el sábado. La situación de tensión se debe a que el ex presidente dejó al país muy dividido.

Por esto es que se toman estas medidas preventivas.
A los diferentes sectores de la sociedad hondureña, productores, iglesia y a un grueso de la sociedad civil, no nos interesa la influencia de Chávez ni lo que vengan a hacer Correa o la Kirchner. Se les va a respetar porque lo importante es la situación del ex presidente, él anda libre. El problema es que si viene va a ser sometido a la justicia porque ya tiene la orden de captura lista, tanto para él como para otros miembros de su gobierno implicados en casos de corrupción.

­-¿A qué se debe, entonces, la represión en Honduras?
­-A que hay focos de disturbios provenientes de pequeños grupos que apoyan Zelaya, entre los cuales están los sindicalistas y los del bloque popular. Y los enviados por el ex presidente Zelaya y el ex ministro de la presidencia Enrique Flores Lanza a generar caos en la ciudad. De hecho, el ex presidente Zelaya y el presidente Chávez han hecho llamados públicos a la insurrección a los diferentes sindicatos y dirigencias.

También se ha filtrado mucha gente que no es hondureña a hacer disturbios y motines. Incluso hasta se nota en los acentos que no son de acá. Y las medidas de seguridad son para eso, para asegurarnos de que no haya ningún tipo de confrontaciones porque se sabe que este tipo de gente es traída para eso.

­-¿Están identificados estos extranjeros, tienen alguna prueba?
­-Sí, están identificados a través de las visas consultadas. Se está trabajando en eso y se están tomando medidas para controlar.
Se sabe que hay nicaragüenses y cubanos, también se habla de venezolanos pero aún no hemos podido comprobarlo. En general, se sabe que no es gente aquí. Lo que si se ha visto y esto es desde antes de esta situación, son muchos vuelos privados provenientes de Venezuela. Pero esto ha sido desde siempre.

Es impresionante la cantidad de aviones y avionetas, algunos vinculados con hechos ilícitos, provenientes de Venezuela.
La semana pasada llegaron tres vuelos de Venezuela, parece que estaban relacionados con alguien de la diplomacia de su país aunque hubo rumores de que venían a traer gente. Pero esto es algo de lo que no tenemos pruebas.

­-¿Se espera que Manuel Zelaya llegue a Honduras el sábado, cuál es su visión de lo va a suceder en este encuentro?
­-Pues sabemos que va a haber gente que lo va a apoyar y otros que no. Sabemos que existe un llamado a la insurrección y para ello continuaremos con las medidas de seguridad, pero el pueblo de Honduras es muy tranquilo.

­-En el ámbito internacional, ¿cómo asume el gobierno de Micheletti las presiones provenientes de los países que han fijado una posición contraria al gobierno de facto?
­-Las presiones internacionales van a ir mermando en la medida en que el mundo tenga la información correcta tal y como es.
Porque el presidente de ningún país está sobre la ley, a excepción del suyo (Venezuela) y los países del ALBA y Cuba. Pero en los demás sistemas el resto de los poderes funciona muy bien. Y la verdad es que nosotros somos un país pacífico.

Honduras no cayó en la izquierda ni siquiera en la época de la Guerra Fría. La comunidad internacional tiene una versión unilateral, no tiene la del gobierno actual ni la del pueblo de Honduras.

En cuanto a la parte comercial, El Salvador y Nicaragua no tienen salida al Atlántico y necesitan de nuestros puertos. Por esto los sectores privados ya se han pronunciado y señalan que no tiene nada que ver la parte política con la parte económica. Por lo tanto esto no nos afecta.

­-¿Y la OEA?
­-
La mediación de Insulza sabemos que va a ser parcializada a favor de los países del ALBA porque él fue del grupo de izquierda en Chile igual que el de Naciones Unidas.

Por eso esa identificación tan parcial y la negación a escuchar el otro lado de la moneda. Porque todos los pueblos tienen derecho a autodeterminarse, ese un principio fundamental de la Carta Interamericana. Y creo que lo que se está defendiendo es la democracia de nuestro país, pero la que se vive desde hace 30 años y la que la mayoría de la población de Honduras está dispuesta a defenderla al 100%.

Sin embargo, queremos dar un mensaje que lleve al análisis de cómo un país de los más pobres de Latinoamérica tuvo dignidad y le dijo no al populismo y a la política del presidente Chávez y su proyecto de América Latina bolivariana que, como punto estratégico, Honduras era vital, pero gracias a Dios no caímos en ese juego.

­-¿Cómo están manejando las órdenes y las contraórdenes en las embajadas?
­-La Cancillería los va a llamar a todos y deben obedecer ese llamado les guste o no. Y allí se toman las medidas del caso, aunque Zelaya haya destituido a dos embajadores no les va a afectar esta situación.

Aquí la palabra clave es el reto de hacer cumplir nuestra soberanía. En Honduras podría vivirse la historia de Fujimori. De regresar Manuel Zelaya haríamos que pague con cárcel sus delitos.”.
(Seleccionado de la web venezolana del diario Tal Cual Digital, 03-07-09).

Cuando la ministra hondureña hace referencia a las actividades de Cuba y los países que la secundan, no se advierte con claridad como puede ser. El propio Fidel Castro, muchos años después, se encarga de confesar tales actividades “La paz en Colombia”. En sus páginas Castro nos dice que Cuba entregó armas a las guerrillas de Iberoamérica, evaluando la posición hacia la isla que tuviese el gobierno donde actuaban esos grupos insurgentes. Refiere: «En cuanto al suministro de armas a los revolucionarios -señala el octogenario comandante cubano-, nos ateníamos al carácter beligerante o no de los gobiernos de los países hermanos con relación a Cuba. Dependería del desarrollo concreto de la lucha en cada uno de ellos». Cuba no ha ocultado el respaldo que dio durante décadas a las fuerzas guerrilleras, y son conocidas las vías para ello (entrenamiento y asesoría militar, posiciones políticas, asistencia médica), pero el suministro de armas hasta ahora había sido tratado con la mayor discreción. Castro reproduce un telegrama, en el que le da instrucciones precisas a uno de sus hombres en el frente sur de Nicaragua. Fidel también relata que la guerrilla salvadoreña se adiestró en la isla en técnicas vietnamitas de aproximación al objetivo y uso de explosivos tras las líneas enemigas. El comandante ilustra el resultado de las lecciones con la destrucción de la mayor parte de la aviación gubernamental (1982) y la aniquilación en su propio cuartel de la Cuarta Brigada, entonces la mejor fuerza de élite del ejército (1983). Según dice, las armas de la insurgencia salvadoreña eran las capturadas a Estados Unidos por los vietnamitas, que después las trasladaron a Cuba. En Centroamérica «el esfuerzo de Cuba se consagró a la búsqueda de la unidad. Constan las actas y fotos de los momentos históricos en que ésta se logró», señala Castro, en relación al activismo cubano para poner bajo mandos únicos las distintas corrientes guerrilleras de la región. Salpicando esa etapa con sus recuerdos, Fidel reconoce que la historia está por escribirse. «No teníamos derecho a inmiscuirnos en los asuntos internos de otro país, como no fuese con el inevitable impacto de los acontecimientos», apunta Castro. «Fueron los gobiernos de los demás países los que, presionados por EE UU, rompieron normas y se sumaron a la agresión contra Cuba». Al parecer, pasados los años, la nueva estrategia consiste en utilizar a la democracia y sus garantías, con el fin de bastardearla, para lograr la conquista de los países.




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