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domingo, 26 de julio de 2009

Correa No Calificó A La Destitución Del Presidente Ecuatoriano Abdala Bucaram Como Golpe De Estado


La pandemia de los comunistas, uno de sus mas asiduos pecados, es la mentira. De allí al delirio, un solo paso. Con la destitución de Zelaya, volvieron a las andadas, sin reparar en que, en todo el continente latinoamericano, es habitual el defenestramiento “legal” de los presidentes, utilizándose en ocasiones, métodos no muy ortodoxos. Este singular hábito, nos permite advertir ciertas circunstancias que tornan sospechoso el empecinamiento en calificar, como Golpe de Estado, tal destitución. Cuando el ex presidente de Ecuador, Abdala Bucaram, fue depuesto por el Congreso de su país en 1997, nadie se molestó en protestar. Afirma el citado ex presidente, al ser entrevistado por un medio, hace poco tiempo: "Si reclamamos por el golpe a (Manuel) Zelaya", presidente de Honduras destituido el pasado 28 de junio, "tenemos que aprender a reclamar por el golpe a Bucaram", señaló el ex mandatario al diario El Universo.
Bucaram, que gobernó Ecuador de agosto de 1996 a febrero de 1997, fue destituido por el Parlamento por "incapacidad mental para gobernar", decretada sin examen médico ni derecho a la defensa, y desde entonces vive asilado en Panamá. … Por otro lado, Bucaram, sobre el que pesan varias causas judiciales por supuesta malversación de fondos públicos durante su mandato, se refirió a la posibilidad de volver a Ecuador.
"Yo puedo volver cuando me dé la gana, mis juicios están prescritos. Yo estoy acá (en Panamá) por seguridad, porque es obvio que Bucaram no puede prestarse para continuar un proceso ilegal y meterse en una prisión para que lo maten", declaró.
Pese a sus afirmaciones, el pasado junio, la Corte Nacional de Justicia negó un recurso presentado por la prescripción de dos juicios que tiene pendientes.
La defensa de Bucaram había pedido la anulación de los procesos, al considerar que ya se habían cumplido los diez años de sanción penal que estipulan las leyes nacionales para casos de malversación de dinero público.

Sin embargo, la Corte sostuvo que la figura de prescripción sólo puede aplicarse cuando los procesos han entrado en la etapa de sentencia o luego de esta o si el acusado hubiere recibido un auto de sobreseimiento, por lo que las acusaciones contra el ex mandatario estarán vigentes hasta 2017.”
Lo paranoico de ésto es que, los partidarios de Chávez, los “Bolivarianos”, están convencidos, que el pueblo carece de memoria histórica. Cuando el Presidente de la República de Ecuador, Rafael Correa, fue interrogado por el diario panameño La Prensa, no trepidó en criticar “la manera en cómo fue destituido el ex mandatario Abdalá Bucaram.”. Pero se cuidó mucho, de aclararnos qué actitud adoptó él, en su calidad de Primer Magistrado, con el fin de esclarecer tal episodio. No nos aclaró, si dio intervención a la OEA, o a los integrantes del Mercosur o del Grupo ALBA, o a la ONU o a cualquier otro organismo que vemos ocuparse conspicuamente del caso Zelaya.

Según declaró al periódico panameño La Prensa, "no se puede sacar a un Presidente por que le dicen El Loco; eso es una barbaridad, una corruptela de la partidocracia y, sobre todo, del Partido Social Cristiano."

Al respecto, aclaró que "eso no significa que esté de acuerdo con Abdalá Bucaram, y su caso es judicial y como tal lo tienen que resolver las cortes." Observemos que, en ningún momento Correa, uno de los integrantes del “Viaje de la Solidaridad Bolivariana”, acompañándolo oportunamente a Mel Zelaya, alegó que la destitución de su compatriota debía ser calificada como un Golpe de Estado. Con el agravante, que el destituido mandatario ecuatoriano, no pertenecía al mismo Partido Político que Correa y, como no era marxista, posiblemente, para él no era muy grave tal evento. Pasó por alto que en el caso de Bucaram no se probó, por medio de los expertos correspondientes, que fuera un incapaz mental. Se desconoció, en la emergencia, su derecho a la defensa. Fue sentenciado sin ser oído. Pero al parecer, para el marxista presidente Correa, como el destituido no compartía su ideología marxista bolivariana, la del nuevo comunismo del siglo XXI, su destitución cuasi ilegal, no fue un Golpe de Estado. El proceso de destitución de Abdalá Bucaram, planteó serios interrogantes acerca del proceso de consolidación de la democracia, tanto en Ecuador, como en América Latina. Tanto Correa, como quienes apoyaron la destitución de Bucaram, se apoyaron en la circunstancia de que en julio de 1996 obtuvo el ex presidente el 54% de los votos, pero pasados 6 meses, las encuestas le daban apenas el 15%.
No comprendemos como el señor Correa, alega en la actualidad, que lo de Bucaram es simplemente un asunto judicial, pero que el caso Zelaya no lo es. Afirmó que se trata de un Golpe de Estado. ¿Será porque el destituido Zelaya es afín a la ideología marxista - bolivariana? Correa no sólo simpatiza sino que ayuda activamente a los guerrilleros de las FARC, como lo hacen Daniel Ortega y Hugo Chávez, y no trepidó en firmar con ellos y con nuestra presidente, un documento en el que se señala el repudio a quienes destituyeron a Zelaya. Una actitud cínica e hipócrita. Ellos, que son los primeros destituyentes, por cuanto alientan a quienes proceden de tal manera, irónicamente se permiten descalificar a las actuales autoridades de Honduras. Las califican duramente, como golpistas. Evidentemente, carecen de moral para hacer tal cosa. La solución dada al caso Bucaram, oportunamente contó con el apoyo de los E.E. U.U. y de la Unión Europea, los mismos que en la actualidad se rasgan las vestiduras clamando contra el “Golpe de Estado”. Destituido Bucaram, el embajador de los Estados Unidos, reconoció oficialmente al nuevo gobierno de Ecuador. (Seleccionado de la web ecuatoriana de El Tiempo del 25-07-09 y la web de la Revista Criterio)






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