General Juan Domingo Perón y general Augusto Pinochet
Esta historia, que se narra en los
siguientes párrafos, tiene como destinatario especial a quienes durante la
década del 70, no tenían la edad como para poder comprender lo que sucedió y,
si se enteraron pasados los años, no estuvieron en condiciones de entender que
la historia que se les ponía de manifiesto estaba sazonada con la triste
realidad del relato, por lo que no fue comprendida sino mirando con un solo ojo
EL IZQUIERDO. De esta forma se logró que lo más preciado que tenemos, la
juventud, fuera envenenada por las mentiras marxistas. Pintaron a Salvador
Allende, como a un “demócrata”, ocultando que la cruda realidad fue que este
individuo hizo mal a Chile,y tendría que ser conocido históricamente como “Salvador Allende – El Comunista Subversivo”.
Asistía razón al general Juan Domingo Perón, cuando se opuso en forma taxativa al comunista Salvador Allende.
Instalado en
Cuba el gobierno marxista de Fidel Castro,
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), asignó al Comité o
Comisariato de Seguridad de Estado (KGB) como una de sus tareas principales impulsar a los movimientos revolucionarios
comunistas de América latina a la toma del poder, ya fuera mediante la lucha armada o a través de
elecciones (llamada esta última’
“La vía pacífica al comunismo”)
En el caso de Chile, a fines de la década del 60 la
KGB actuó por las dos vías: por un lado remitió 50.000 dólares para su campaña
al candidato a la presidencia, Salvador Allende, y 400.000 dólares al Partido
Comunista Chileno (PCCh) para impulsar la alianza electoral llamada Unión
Popular (UP), conformada por el propio PCCh y el Partido Socialista.
Por otra parte ordenaba al Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR) (1), que
apoyara la campaña de la UP y, paralelamente, sus integrantes eran instruidos y
adoctrinados en el marxismo y equipados con armas y explosivos para preparar la
“lucha armada”, por si Allende fracasaba en su intento de llegar a la presidencia.
En
1966 Salvador Allende, el “democrático” fue delegado por Chile y luego presidente a la
Conferencia Tricontinental de La Habana, Cuba, más tarde participó de la Organización
Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), donde se
concentraban todos
los movimientos guerrilleros de
Latinoamérica. Lo que lo muestra, a partir de la década del 60, política e
ideológicamente
comprometido en la “Guerra
Revolucionaria”
dirigida y apoyada operativa
y materialmente
por la URSS, a través de Cuba.
El
4 de septiembre de 1970, Allende
ganó las elecciones presidenciales por el 1.5% del padrón electoral, sí
exactamente el 1,5% (39000
votos),
convirtiéndose en el primer presidente marxista que llegaba al poder por el sufragio
popular en Sudamérica.”
Lo que sucedió en Chile, llegado al poder el comunista Allende, nos
recuerda lo sucedido en Venezuela con Hugo Chávez y lo que sucede en la
actualidad en nuestro país, con el otrora oficialismo K. Su actividad ulterior correspondió a un candidato
vencedor, en forma arrolladora, ya que se comportó como si hubiera arrasado a
las fueras partidarias que se le oponían.
Continúa la reseña: “Ni bien accedió Allende al poder, la situación
económico social comenzó a deteriorarse rápidamente.
De una inflación
del 20% anual se llegó en tres años al 606%.
Este fue el
resultado de una emisión
de moneda en forma descontrolada por el Banco Central, fundamentalmente para la compra
de acciones de empresas privadas a través de la Corporación de Fomento a la
Producción (CORFO),
instrumento principal para la imposición de una reforma agraria de extremo corte
marxista. Aclaremos que la
palabra “compra” tendría que haber sido usada en forma peyorativa ya que el
vendedor vendía su establecimiento “si o si”.
El mismo día que Allende ganaba las elecciones se
constituía el Grupo de Amigos del Presidente (GAP), eufemismo con
que se conocía la “guardia pretoriana” comandada por Max Marambio. Personaje que no era
un simple “guardia
personal”
sino que, entrenado
y adoctrinado en Pinar del Río (Cuba) en el año 1967 (3) respondía
personalmente a Fidel Castro.” Obsérvese
que nadie
imputó a Marambio
ser un vende patria o un cipayo. Ayudaba a otro país, no a Chile, pero a nadie se le ocurrió que era un
traidor.
Para el entonces grupo gobernante, colaborar con la comunista Cuba,
estaba bien mirado.
La
intervención y expropiación sistemática de empresas privadas se llevó a cabo por la
aplicación de una vieja ley,
la Nº 15020 del 15 de noviembre de 1962, sin aplicación desde que fue
promulgada. Mediante la
creación de los Consejos Campesinos, por Decreto Nº 481 del 21 de diciembre de
1970, la actividad
rural fue afectada por la
suba de impuestos,
la ocupación violenta de los fundos y la expropiación de 6.4 millones de hectáreas.
El 16 de julio de 1971 se promulgó la Ley N ª 17450
que permitía expropiar empresas sin
compensación,
por ganancias excesivas. Ésta sirvió al
gobierno para nacionalizar la minería chilena, principal fuente de riqueza del
país. La balanza comercial llegó a niveles deficitarios
nunca alcanzados antes y
las reservas del Banco Central cayeron a valores alarmantes. Ante esta
situación aparecieron el “mercado negro” y la remarcación de precios. El gobierno respondió con la Junta de Control de Precios y
Abastecimiento (JAP) que sólo logró el incremento del mercado negro
(“negocio “que pasó a ser explotado por el MIR y el GAP).
A Chile se le cortaron los créditos internacionales;
en
esas circunstancias el Presidente Allende, haciendo profesión de su fe marxista, viajó a la URSS
para obtener dinero fresco, sin
tener en cuenta que la ex Unión Soviética otorgaba fondos para hacer la revolución, pero no para
sostener un gobierno. El resultado fue
que la
gestión presidencial no obtuvo lo suficiente para superar la crisis.
El tradicional
diario “El Mercurio”, propiedad de la familia Edwards, en su histórica
línea editorial, pro occidental y opuesta a la postura ideológica del gobierno,
tanto durante la campaña presidencial como en el desarrollo de su mandato,
profundizó sus críticas a la política pro marxista. La respuesta fue retirarle al diario todos sus avisos
gubernamentales y expropiar la fábrica de papel que lo abastecía.
Años más tarde se repetiría la misma mecánica cuando el gobierno kirchnerista
de la Argentina, intentó apoderarse de Papel Prensa, habiendo menguado
previamente la cantidad de avisos gubernamentales. O sea la imitación de la anterior
gestión marxista en Chile.
La sociedad
chilena se dividió profundamente: los comerciantes, los
industriales y los transportistas se oponían al cambio institucional y
cultural, mientras que una masa importante de estudiantes ganaba la calle en
repudio a los nuevos contenidos de la educación impulsados por Salvador Allende. Los
partidos políticos veían con alarma que
el gobierno quería imponer un nuevo Chile marxista, primero dentro de un marco legal y, de no ser así,
por medio de la fuerza. Sólo faltaba saber qué actitud tomarían las FFAA.
Desde el año 1932 las FFAA de Chile fueron
(durante 41 años) profundamente legalistas y democráticas, sin ninguna
intervención en la política. Como contrapartida, la dirigencia política chilena
mantenía un profundo respeto por ellas y las apoyaban. El crecimiento
exponencial de la violencia política y la existencia del MIR integrando cuadros
del gobierno y simultáneamente armándose, instruyendo y reclutando militantes
en camino de constituir un ejército paralelo al institucional, vislumbraba la
guerra civil como resultado final. El 25 de octubre de 1970, antes de la
asunción de Allende, fue asesinado el general René Schneider Chereau,
Comandante en Jefe del Ejército y decidido antimarxista. El todavía presidente,
Eduardo Frei Montalva, designó en su remplazo al General Carlos Prats González
(27 de octubre de1970) quien posteriormente resultó confirmado en su cargo por
Allende.- El crimen,
atribuido a personeros del gobierno, produjo un gran malestar entre los
oficiales del Ejército, que llevaron la inquietud a su Comandante en Jefe,
quien no canalizó adecuadamente esa preocupación. Prats, que era considerado un
buen profesional y legalista como su antecesor, fue inicialmente bien visto por
los cuadros del Ejército. Pero el correr
del tiempo demostraría que de
ser el representante del Ejército ante el gobierno, se
transformaría en representante del gobierno ante su institución. Se politizó y se
alejó del profesionalismo militar.-
Los hechos que configuraron la crisis, se
sucedieron en una rápida continuidad:
·
Se
conoció que el jefe del GAP instruía a integrantes del MIR en insurrección
urbana y guerra de guerrillas en campamentos asentados en La Zona de Temuco. (5).
·
En
octubre de 1972 se produjo un paro general de camioneros que virtualmente
paralizó a Chile. Allende
como demostración de fuerza designó
al general Prats Ministro del Interior, reteniendo su cargo de Comandante del Ejército. A partir de allí
Prats
se transformó en un funcionario
político del presidente.
·
Superada
la huelga de los camioneros y durante la gira de Allende al exterior, de
acuerdo con la ley chilena Prats asumió la vicepresidencia temporal de la
República y en su corto mandato ordenó celebraciones especiales al poeta Pablo
Neruda (integrante de PCCH).
·
El
27 de junio de 1973 en un incidente en la vía pública, el general Prats
reaccionó violentamente baleando los paragolpes de un vehículo conducido por
Alejandrina Cox Palma.- (vinculo es.Wikipedia / Wiki/Carlos Prats). El hecho
fue explotado por la oposición y los medios de comunicación incrementando el
malestar general, lo que llevó a Prats a presentar ese mismo día su renuncia,
rechazada por el presidente.
·
El
apoyo circunstancial del Ejército no fue suficiente para que en sus filas se
comenzara a dudar si su Comandante estaba en condiciones psicológicas de
conducir la fuerza en las difíciles circunstancias que atravesaba el país.
·
Dos
días después, 29 de junio de 1973, se sublevó el Regimiento de Tanques N 2
(TACNA) a cargo del Tte. Cnel. Roberto Souper Onfry. Prats, con tropas que le
eran leales, contuvo la sublevación después de un combate que dejó 20 muertos.
Al hecho se lo reconoció como el “Tanquetazo o Tacnazo”.
·
Inmediatamente Allende convocó
a Prats para integrar el gabinete como nuevo Ministro de Defensa. La aceptación del
nombramiento político terminó por extinguir el débil apoyo del Ejército a su
Comandante en Jefe.
·
Entre
estos episodios Fidel
Castro visitó Chile y durante 15 días recorrió el país haciendo proselitismo de la revolución. En ese entonces
repetía Castro “Existen pocas
probabilidades de imponer la revolución sin recurrir a la
violencia”.
· En julio de 1973
el cubano Manuel Piñeiro (alias
Barbarroja)
arribó a Santiago, Chile enviado por Fidel Castro. El “maestro
de terroristas” y
jefe de todos los espías cubanos fue puesto a disposición de Allende, con la finalidad de
preparar al MIR para
desatar la insurrección generalizada. En la nota de presentación el dictador
caribeño acotaba: “Tú debes mejorar la
correlación de fuerzas en caso de que
estalle la lucha”.
·
El
21 de agosto de 1973 se produjo el célebre “cacerolazo”, realizado por las
mujeres de los oficiales del Ejército y grupos de civiles ante el domicilio de
Prats. Esto llevó al General a demandar
a los mandos superiores que confirmaran su lealtad públicamente. Los mandos se
negaron mayoritariamente a otorgar el voto de confianza. El 23 de agosto Prats renunció a su cargo y se
estableció en Buenos Aires, República Argentina, debido a las amenazas
recibidas.
·
Lo sucedió en el cargo el
General Augusto Pinochet Ugarte, 19 días después se produjo
el golpe cívico--militar, constituyéndose un gobierno de facto con la
participación de miembros de los partidos políticos opuestos a Salvador
Allende. http://www.elistas.net/lista/nuestra_historia_70/archivo/indice/91/msg/1001/)
Por su
parte, el General Juán Domingo Perón, en una
entrevista concedida al Giornale d’Italia, poco antes de las elecciones, decía: “...somos decididamente antimarxistas. Lo sucedido a
Allende demuestra que cayó víctima de su
sectarismo, de su política tendiente
al exceso.
"Estoy seguro de que domaremos a la guerrilla. Chile nos ha
enseñado muchas cosas. O los guerrilleros dejan de perturbar la vida del país o los obligaremos a hacerlo con los medios de que disponemos,
los cuales, créame, no son pocos...”
"A Cuba le
advierto que no haga el juego que hizo en Chile porque en Argentina podría
desencadenarse una acción bastante violenta...”.
“Si la
guerrilla insiste, sucederá lo que en
Santiago, donde la responsabilidad no fue de los militares sino de los guerrilleros…...”.
No entendemos
como los actuales peronistas, los de
pura cepa, prestan atención a los cantos de sirena de “los entristas”.
Es decir de esos marxistas que, disfrazados de peronistas, ingresaron al Justicialismo. El propio creador del Movimiento, el general Juan Domingo Perón, expresó que el Peronismo sostenía la Tercera Posición y taxativamente afirmó en reiteradas ocasiones “somos
decididamente antimarxistas”. No dijo que no eran partidarios del marxismo sino que eran “antimarxistas”. Sin palabras.
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