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martes, 7 de mayo de 2013

La actuación de la relatora Especial de la ONU sobre la Independencia de los jueces y de los Abogados.










Reseña el prestigioso diario argentino “La Nación” en su edición del 6 de mayo del cte. “El Gobierno elevó ayer su "enérgica protesta" por lo que consideró "transgresiones a los procedimientos" realizadas por la relatora sobre la Independencia de la Justicia de la ONU Gabriela Knaul, quien cuestionó la reforma judicial encarada por Kirchner. Ayer por la tarde el canciller Héctor Timerman presentó la protesta al Presidente del Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Remigiusz Achilles Henczel, por considerar que la conducta de Knaul "sería violatoria de los procedimientos y buenas prácticas que rigen dicha institución", informó la Cancillería en un comunicado. La crítica de Naciones Unidas fue la de mayor peso político que recibió el plan "democratizador" de la Justicia en el plano internacional. En un comunicado publicado el martes, Knaul sostuvo que esas iniciativas son contrarias al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como a "principios básicos relativos a la independencia de la judicatura”.

La titular de la relatoría habló ayer por Radio Mitre y aseguró que existe en la Argentina "un potencial riesgo de que se rompa la independencia" del Poder Judicial por la reforma que impulsa el Gobierno. "La democratización es importante, pero la Justicia no es del Poder Legislativo ni del Poder Ejecutivo", aseveró la funcionaria. Además, aclaró que "la Justicia no es un órgano político, sino que es un órgano técnico que hace a la aplicación de la Ley". Knaul ratificó su advertencia al Gobierno, luego de que la Casa Rosada reaccionara en su contra el martes pasado. La Cancillería, cartera que conduce Timerman, calificó de "insólita actitud" la demanda de la relatora y la acusó de "falta de imparcialidad, mesura y equilibrio" en su mandato. En su comunicado, cuestionó además que la funcionaria de la ONU se hubiera pronunciado sin esperar la respuesta argentina a una serie de preguntas que ella había hecho llegar la semana pasada. La relatora aseguró que aún no había recibido ninguna respuesta oficial desde el gobierno nacional y negó haber tenido contacto con el canciller argentino. "Yo estoy muy preocupada [por la reforma] y mandé mi preocupación al Gobierno", expresó Knaul, que actuó luego de haber recibido denuncias desde el país, aunque no especificó por parte de quiénes. "Antes del comunicado de prensa [que se dio a conocer el martes] pedimos explicaciones al Gobierno a través de una carta. Lo enviamos la semana pasada, pero hasta el momento no recibí una respuesta. Desconozco tal pedido de Timerman", señaló. Knaul dijo que el gobierno argentino "debería revisar la reforma" y que el "Congreso debería escuchar a todos los sectores". Asimismo, afirmó que lo importante no son los cuestionamientos que se le hacen a su labor, sino los proyectos que en la Argentina ponen en peligro la independencia judicial.”

Consideramos de fundamental importancia, la circunstancia de que el Canciller haya sometido a la Relatora Especial, funcionaria que depende directamente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas,  a un trato descomedido, faltándole el respeto a una representante especial de tal organización. Advertimos que el trato que le ha dispensado es muy similar al que soportan cotidianamente,  estoicamente los miembros de la oposición en nuestro país. Con la diferencia de que no se les mueve un pelo, mientras que la funcionaria aludida precedentemente, puso los puntos sobre las íes. Creemos que debe destacarse que no se trata de una funcionaria cualquiera. Creemos de suma importancia traer a colación algunos elementos de juicio referidos a la tarea de un relator, en este caso especial el destinado a impedir con su accionar los atentados a la independencia de que son víctimas los magistrados y los abogados. En una palabra, la tarea de esta funcionaria es de singular relieve, en pro de la prevención de una eventual violación a los derechos humanos. Al parecer el Canciller no tiene la menor idea de las funciones que desempeña la aludida Relatora. Quien se encuentra a favor de la defensa de los derechos humanos, es imposible que haya atacado de tal forma a una digna representante de la oficina central. A mayor abundamiento vemos que: En 1994, la Comisión de Derechos Humanos, en su resolución 1994/41, tomando nota de los atentados a la independencia de que son víctimas con frecuencia cada vez mayor los magistrados y los abogados, así como el personal y los auxiliares de justicia y, por otra parte, de la relación que existe entre el menoscabo de las garantías del poder judicial y de la abogacía y la intensidad y frecuencia de las violaciones de los derechos humanos, decidió nombrar, por un período de tres años, un Relator Especial sobre la independencia de magistrados y abogados. Al igual que otros procedimientos especiales, este mandato fue asumido por el Consejo de Derechos Humanos (resolución 60/251 de la Asamblea General), y prorrogado por un año, con sujeción al examen que llevó a cabo el Consejo (decisión 2006/109). 

En junio de 2008, el Consejo de Derechos Humanos examinó el mandato del Relator Especial sobre la independencia de magistrados y abogados. En la resolución 8/6, el Consejo recordó las resoluciones anteriores de la Comisión de Derechos Humanos, en particular las resoluciones 1994/41, 1995/36, 2002/37 y la 2005/33, y las resoluciones 40/32 y 45/166 de la Asamblea General, y decidió prorrogar el mandato del Relator Especial por un período de tres años, encomendándole que: a) Investigue toda denuncia sustancial que le sea transmitida y comunique sus conclusiones y recomendaciones al respecto; b) Identifique y registre no sólo los atentados a la independencia de la judicatura, los abogados y los funcionarios judiciales sino también los progresos realizados en la protección y el fortalecimiento de su independencia, y haga recomendaciones concretas que incluyan la prestación de servicios de asesoramiento o asistencia técnica a petición del Estado interesado; c) Determine las formas y medios de mejorar el sistema judicial y formule recomendaciones concretas al respecto; d) Estudie, con el objeto de formular propuestas, las cuestiones de principio y de actualidad con miras a proteger y fortalecer la independencia de la judicatura, de los abogados y de los funcionarios judiciales; e) Aplique una perspectiva de género en su labor; f) Siga cooperando estrechamente con los órganos, mandatos y mecanismos pertinentes de las Naciones Unidas y con las organizaciones regionales, evitando a la vez la duplicación de esfuerzos; g) Informe periódicamente al Consejo de acuerdo con su programa de trabajo, así como anualmente a la Asamblea General;

En el desempeño de estas funciones:   (a) El Relator Especial determina la mejor manera de proceder sobre la base de la información presentada a su atención en relación con presuntos casos de violación  de la independencia e imparcialidad del poder judicial y la independencia de los abogados mediante el envío de cartas de denuncia y llamamientos urgentes a los gobiernos interesados para aclarar los casos y/o ponerlos en conocimiento de éstos. El Relator Especial elabora un resumen de estas comunicaciones así como de las respuestas recibidas de los gobiernos y, junto con sus observaciones sobre la situación en varios países, los incluye en un informe anual que presenta al Consejo de Derechos humanos.  (b) 

El Relator Especial realiza visitas a los países conforme a una invitación cursada por el gobierno interesado y luego presenta al Consejo de Derechos Humanos un informe de la visita con sus resultados, conclusiones y recomendaciones. (c) Anualmente, el Relator Especial presenta al Consejo de Derechos Humanos un informe acerca de las actividades realizadas durante el año, poniendo de relieve las cuestiones importantes o los asuntos que son motivo de preocupación. El Relator Especial presenta asimismo informes anuales a la Asamblea General.”
Creemos que las palabras sobran, para calificar la actitud histérica de nuestro Canciller. Como la Corte Suprema de Justicia de la Nación y los tribunales inferiores, se encuentran en la picota, posiblemente el Ministro se sintió tentado a efectuar una suerte de demostración de devoción a la titular del PEN. Una manera de ser. La defensa de los Derechos Humanos no se declama a los cuatro vientos, sino que se practica dentro de la ley y el orden. Los agravios son una herramienta útil, sólo para los inanes. Le solicitamos al señor Canciller que si no se respeta a sí mismo, al menos respete el lugar donde se lucieron sus antecesores. Desde un Premio Nobel de la Paz, hasta ilustres maestros del Derecho Internacional. Todos brillantes en lo suyo, pero humildes y modestos hacia los demás. 

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