El 24 de mayo ppdo. hemos tenido ocasión de leer el mundialmente conocido, The Washington Post, y accedimos a través de su editorial, a lo que piensa este prestigioso medio gráfico. Hacen mención, en tal ocasión, a una serie de ataques a libertad de prensa, que sufre la hermana República de Venezuela. Es interesante traerlo a cuento, ya que en la Argentina, no han sido resaltados en forma amplia y suficiente, la circunstancia de que Hugo Chávez es un dictador. Y quien es amigo de un dictador, automáticamente se enrola en esa clase de "dirigentes". Les guste o no. Advirtamos que , sedicente defensor de los Derechos Humanos, desembozadamente los ataca cotidianamente. Su ataque a la libertad de prensa constituye uno mas de la serie de escalones, de la escalera que conduce al totalitarismo. Hasta ahora, nadie le ha reprochado que se autotitule "socialista" ya que, si es sincero, dejaría de ser un comunista vergonzante y reconocería que su ideología es la de comunista. Admirador de los gobiernos de Cuba, Irán, Corea del Norte, Ecuador y Bolivia y pertinaz apoyo incondicional a las sangrientas fuerzas subversivas de las FARC.
Para resumir: En febrero el Sr. Chávez eliminó el límite de su mandato como presidente, tras un referéndum unilateral, en una sucia campaña que incluyó ataques contra la comunidad judía de Venezuela. Desde entonces, ha encarcelado u orquestado investigaciones de todo tipo, en contra de la mayoría de las principales figuras de la oposición, entre ellos tres de los cinco gobernadores de oposición elegido el año pasado. El elegido alcalde de Maracaibo, quien fue el principal candidato de la oposición, cuando el Sr. Chávez el pasado se postuló para presidente, se le concedió asilo en el Perú el mes pasado después de que las autoridades buscaron su detención, imputado de una mas que dudosa evasión al Fisco. Chávez impulsó la reforma de la legislación laboral existente, sustituyendo la negociación de los convenios colectivos de trabajo, al proceder a la creación de los denominados “Consejos de Trabajadores”, controlados por el partido gobernante. Elevó a la legislatura un proyecto de ley, mediante el que se elimina la financiación extranjera independiente, para grupos no gubernamentales. Esta no es la primera vez que un caudillo de América Latina ha tratado de eliminar opositores pacíficos: el Sr. Chávez está siguiendo un camino bien llevado por los gustos de Juan Perón y de Alberto Fujimori - para no mencionar su mentor, Fidel Castro. Pero esto puede ser la primera vez que los Estados Unidos ha visto la destrucción sistemática de un país de América Latina, la democracia en silencio. Como el Sr. Chávez, ha implementado la "tercera fase" de su revolución de estilo libre, la administración de Obama ha persistido con la política de tranquila participación, que el presidente prometió que antes de asumir el cargo.
"Tenemos que encontrar un espacio en el cual podemos tener una conversación, y tenemos que encontrar formas para mejorar nuestros niveles de confianza", afirmó el Subsecretario de Estado Thomas A. Shannon Jr. hace dos semanas, haciéndose eco de observaciones anteriores por el Secretario Estado de Hillary Rodham Clinton… No tenemos ninguna objeción al diálogo con el Sr. Chávez. Pero ¿no es hora de empezar a hablar de la preservación de las estaciones de televisión independientes, dirigentes políticos de la oposición, los sindicatos y los grupos de derechos humanos - antes de que sea demasiado tarde?
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