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lunes, 16 de julio de 2012

La epidemia de fiebre amarilla que atacó a los habitantes de Buenos Aires en el S.XIX.








Una pincelada que nos muestra que la  ciudad de Buenos Aires, la Gran Aldea, en el siglo XIX exhibía los mismos defectos que en la actualidad, en cuanto a la falta de previsión, la torpeza, la negligencia y la necedad, lo que mezclado con el falso orgullo y la soberbia, resulta una suerte de melange difícil de digerir. A fines de ese siglo sufrió la ciudad una epidemia de fiebre amarilla. La imprevisión logró que el número de víctimas fatales haya sido tan elevado que una gran parte de los habitantes huyeron de la epidermia, con suerte diversa. La otra cara de la moneda, demuestra que la gente de bien, la que no huía, se sacrificó hasta dando su vida en aras de sus semejantes. 
“Durante el primer gobierno del general Juan Manuel de Rosas, el 1º de junio de 1832, se dispuso que la finca y terreno conocido por el nombre “de la Convalecencia” se formara el curato y cementerio que se denominaría “del Sud”. Sin embargo, transcurrirían muchos años antes que se inaugurará este Cementerio. Por ese entonces el cementerio de la Recoleta era más que suficiente para la población de Buenos Aires.

Habiéndose decidido en 1855, por ley de la Provincia de Buenos Aires, instalar un cementerio en la zona sur del ejido, recién se volvió sobre el asunto en la Ley Provincial Nº 236, sancionada en octubre 8 y promulgada en octubre 14 de 1858 ( seis años después de la batalla de Caseros ) en la que se autorizaba a la Municipalidad a construir el “ Hospital de Dementes ” y el “ Cementerio Público del Sud ” en la Capital

En los considerandos de esa Ley se estimaba que el Cementerio del Sud hubiera sido “ útil y aún necesario cuando apareció la fiebre amarilla, porque los cadáveres atravesaban toda la ciudad para llegar al Cementerio del Norte ”.

Aquí es conveniente hacer una aclaración: no hay error de fechas, anteriormente a la tan triste y conocida epidemia del año 1871; trece años antes, en 1858 hubo otro brote que causó entre 300 y 400 muertos .Aún debía pasar casi una década antes de que entrara en funciones el Cementerio del Sud. Para determinar la instalación definitiva del cementerio del Sud , el Consejo de Higiene designó una comisión constituida por los doctores: Amoedo, Leopoldo Montes de Oca. Miguel Puiggari y el ingeniero Carlos E. Pellegrini.
Después de un detenido examen del problema. El Dr. Amoedo. Teniendo como mira los preceptos de higiene pública y el resguardo de los intereses de la población aconsejó el terreno del Sr. Benavente, situado en las inmediaciones del bañado de Burgos, sobre una pequeña elevación y con excelentes vías de acceso para los coches fúnebres. Este lugar estaba ubicado alrededor de 25 cuadras mas afuera de los Corrales del Sud.

También, se pensó por un tiempo en ubicarlo en el actual Parque de los Patricios, pero luego se cambia y se instala en donde ahora es el Parque Florentino Ameghino.

Pasado el temor de esa epidemia, las cosas, como se ve, avanzaban muy lentamente. Al parecer nadie tenía mucho interés en ocuparse de asuntos tan sombríos, pero cuando la necesidad impuso sin alternativas el imperativo de la acción, en cuatro días Buenos Aires contó con un nuevo cementerio. Otro flagelo: el cólera, que se inició en el ejercito aliado en operaciones contra el Paraguay produjo 8029 víctimas.
La situación pavorosa creada por las inhumaciones de coléricos, hizo que con carácter provisorio y urgente se decidiera abrirlo en la parte oeste del bajo de la Convalecencia, inclusive con la ayuda de algunos vecinos de la Convalecencia.

Fue el prólogo de la fiebre amarilla de 1871, sacudió a los remisos.

Exigidos por las circunstancias, los ediles dispusieron urgentemente la adquisición de un predio con tal destino en tierras linderas con el saladero de Marcos Costa cuyos límites actuales son coincidentes con la Avenida Caseros, Monasterio, Santa Cruz e Ituzaingó (Uspallata). El 10 de diciembre de 1867 la Municipalidad adquiere a Claudio Mejía en la suma de trescientos mil pesos. En momentos en que dicha epidemia declinaba, el 24 de diciembre de 1867, se inauguró el Cementerio del Sud ocupando dos hectáreas con un muro perimetral y acceso por Caseros, frente a las quintas de Bunge, Gowland y Navarro Viola; en el barrio que luego sería conocido entonces por “Corrales Viejos ” y ahora por Parque de los Patricios, en el terreno situado en las calles Caseros y Monasterio frente a la Casa de Aislamiento, hoy Hospital Muñiz.”

3 - ESTADO SANITARIO DE BUENOS AIRES.

Mientras en Europa se realizaban grandes obras para proveer de agua corriente a las ciudades, suprimiendo los pozos y establecer redes cloacales con el objeto de desterrar las letrinas; en Buenos Aires, nada se hacía. Recién en 1869 la ciudad tuvo 20.000 mts. De caños bajo la dirección del Ingeniero Coghlan.. Después nada. Recién se volvió a trabajar en el tema hacía el año 1888, con el proyecto del Ingeniero Bateman. Entre tanto ocurrió lo que ocurrió. Fuera de lo realizado por Coghlan, la provisión de agua era realizada por medio de aguateros, quienes transportaban el agua en sucios toneles y que la tomaban muy cerca de donde las lavanderas realizaban sus tareas y los caballerizos arrojaban las suciedades y deyecciones de los caballos a su cuidado. El agua era turbia, después de unas horas se decantaba y procedían a quitarle las larvas que flotaban para poder tomarla.
Alguna casa tenía aljibe, que era un pozo impermeabilizado donde se recogía el agua de la lluvia. Para ello todos los desagües de las terrazas, convergían al aljibe. Generalmente se colocaba en el fondo una tortuga para que se comiera las larvas. La tortuga se comía las larvas, pero aportaba sus propias deyecciones. Finalmente había pozos de agua de primera napa, altamente contaminados, ya que en las proximidades se encontraban los pozos de las letrinas que por filtración contaminaban las napas.
Otro problema era la basura. Buenos Aires, no tenía desagües pluviales ni cloacas, o sea que a la calle iba a parar todo. Las basuras se recogían cada tanto, ya fermentada y se transportaban en carros abiertos que desbordaban su carga y la iban perdiendo por el camino; o sea, que en vez de recogerla, la iban repartiendo. Pero… ¿que es lo que se hacía con la basura? Por un lado se rellenaban terrenos bajos para futuras urbanizaciones. Por otro se usaban para rellenar las calles para nivelarlas con el fin de empedrarlas “a bola”, sistema usado en esa época. En el verano, esto era hermoso: Con el calor, la rasura usada para el relleno de las calles se fermentaba y despedía una sinfonía de gases putrefactos que saturaban el ambiente y era respirado por los vecinos.
Como si fuera poco a raíz de estas “medidas sanitarias y de infraestructura” golosos enjambres de moscas y mosquitos pululaban por doquier. Buenos Aires era pues un antro de humedad, edificada en terrenos bajos, rodeada de pantanos, arroyos y agua estancados que servían de refugio a los insectos. A todo esto debemos sumarle los pudrideros que rodeaban la ciudad por el lado del Riachuelo.
¿Creen ustedes, por ventura, que el problema del Riachuelo es de ahora?
¡ No, mentira! Viene desde que el cabeza dura de Juan de Garay, siguiendo los pasos de otro cabeza dura Pedro de Mendoza ; se le ocurrió sentar sus reales aquí y decir esa estupidez de “… que Buenos Aires…”, mas le valdría haberse callado la boca.
En el Riachuelo estaban los saladeros desde la época colonial. En ellos se faenaba y solo se aprovechaba el cuero y la carne; el resto cabezas, patas entrañas, sangre todo al Riachuelo o bien quedaba tirado en algún terreno al aire libre.
¡Que lindo era vivir en Buenos Aires!

4 - DIARIO DE LA EPIDEMIA DE MARDOQUEO NAVARRO

Enero 27. - Según las listas oficiales de la Municipalidad, 4 de otras fiebres, ninguna de fiebre amarilla. Oficialmente la epidemia comenzó con tres casos diagnosticados en Bolívar 392 (hoy 1292). Era una antigua mansión señorial devenida en conventillo de emigrantes como tantas otras ubicadas en la manzana comprendida por las calles Cochabamba - Perú - San Juan y Bolívar de la Parroquia de San Telmo. Los doctores Luis Tamini, Santiago Larrosa y Leopoldo Montes Oca coincidieron en el diagnostico. El primero de ellos a la sazón miembro de la Comisión Municipal informó a ésta en sesión secreta. Esta Comisión cometió uno de los peores errores para no sembrar el pánico y no empañar las celebraciones del Carnaval, que eran cosa seria en esa época.
Febrero 3. - Fallece Luis J. De la Peña ex Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Urquiza.
Febrero 4. - Fallece el Señor Juan Agustín García y su hermana Manuela. El 9 de febrero fallece Carmen García de Sorujo y el 12 Claudia García todos integrantes de la misma familia.
Febrero 6. - Fallece el Dr. Ventura Bosch, quien fuera el médico de Rosas e impulsor de los hospitales psiquiátricos.
Febrero 20. - Las fiestas arrecian y la fiebre se olvida. Los excesos rendirán sus frutos.
Aun persistían dudas si el brote era o no de fiebre amarilla, dado que era una enfermedad exótica para Buenos Aires.. Ignorantes en materia médica como Manuel Bilbao director del diario “La República” pontificaba que no se trataba de fiebre amarilla. Como si esto fuera poco en la discusión se metieron médicos extranjeros: El Dr. Garbiso que no había visto un solo cadáver y no sabía que color presentaba; este fue secundado por un tal Sr. Wels y un médico homeópata. Los tres desde Montevideo extendieron cédula de ignorantes a los médicos argentinos.
La epidemia es fiebre Febrero 23. - amarilla (Wilde). El Dr. Luque estudia y dice NO ES fiebre amarilla.
Febrero 24. - La fiebre salta de San Telmo al Socorro. Pasada la locura carnavalesca, viene la calma y a ésta sucede el pánico.  La fiebre pasa de la parroquia de San Telmo a la del Socorro. Los muertos por fiebre amarilla superan la media diaria por todo concepto. Mas de 20 por día. Las autoridades deciden prohibir los festejos carnestolendos para evitar las aglomeraciones.
Marzo 2. - Prohíbense los bailes después que pasaron.
La epidemia tiene una profunda raigambre democrática. Se la pesca tanto el pobre cocoliche muerto de hambre como aquellos de alta prosapia. El dinero no compra la indulgencia de la peste, solo sirve para huir. Así es que habiendo terminado el veraneo muchos deciden hacer un bis en las casas quintas o en otras ciudades.
Marzo 4. - Focos. Ataque de la prensa a los Mercados. La población huye. La inmigración se embarca.
La inmigración era la más castigada y especialmente la de origen italiano. Vivían hacinados en los conventillos de San Telmo. Otrora mansiones devenidas en paupérrimos hábitats, que eran el caldo propicio para la peste. En determinado momento el Consulado Italiano recibe mas de 5000 solicitudes de repatriación
Marzo 6.- La epidemia adquiere una violencia inusitada y salta a más de cien muertos diarios. Los diarios de esta fecha titulan TERROR y se produce la desbandada de la población.
Marzo 7. - Todo es contra los focos y todo es ahora un foco. La población huye… Alquileres fabulosos afuera .Los pueblos vecinos se llenan de fugitivos y a pesar de ser marzo, muchos hacen su agosto.
Marzo 8. - No hay hospitales. No hay sepultureros. Focos hay mil. Despoblación.
La cantidad de enfermos desborda todas las posibilidades. El hospital de Hombres (antecesor del Clínicas), el de Mujeres (actual Rivadavia), el Lazareto de Expósitos, el Lazareto de San Roque levantado de urgencia (actual Ramos Mejía), la Sociedad de Beneficencia, el Hospital Italiano; pero todo es en vano. Es imposible abarcar todo, ya que la ciudad toda es un inmenso hospital.
A causa de la epidemia, las industrias se paralizan como también las instituciones. No funcionan las escuelas, los bancos, los teatros, los tribunales, la aduana, etc. durante un mes. Al duro panorama se suma una lluvia diluviana. Saqueos y robos de todo orden, y los avivados de siempre: un escribano se ofrece - y gana dinero con ello - para redactar testamentos “aun de febrífugos” . El puerto queda inactivo. Las provincias cierran sus fronteras con Buenos Aires, impidiendo el paso de personas o procedentes de la capital. A esta cuarentena se suman los países vecinos.
Marzo 9. - Los Gobiernos: sin Senado el uno, sin autoridad el otro, no responden a la situación. Huyen Jueces y Curiales y aun Médicos.
Todos huyen y es verdad. Aunque duela, hasta los médicos huyen. De 160 médicos que tenía Buenos Aires, sólo permanecen entre 50 y 60 trabajando a destajo y haciendo honor al juramento hipocrático. Los muertos aumentan por doquier y la peste se sigue expandiendo.
Marzo 9. - Fallece el Dr. Aurelio French
Marzo 11. - “La República” pide meeting. “La Nación” grita: REVOLUCIÓN. El Sr. French murió el 10. El Clero hace rogativas y la peste víctimas.
Marzo 13. - A raíz de la falta de autoridades, tanto locales como nacionales, ya que todos habían huido se forma la Comisión Popular y se confía su presidencia al Dr. José Roque Pérez, y cuyos principales miembros fueron , Mariano Billinghurst, Manuel Bilbao (padre), Manuel Argerich, José María Cantilo, Manuel Quintana, Carlos Guido Spano, Carlos Paz, Evaristo Carriego ( abuelo del poeta ), Aristóbulo del Valle, Adolfo Korn, Lucio V. Mansilla, Francisco Uzal, Francisco López Torres, Pablo Ramella y otros. Algunos de ellos cayeron en el cumplimiento de tan humanitaria como voluntariosa tarea. Por las calles de Buenos Aires transitaban vehículos que transportaban cadáveres en cajones de todas las formas. Como una burla siniestra, la Gran Epidemia comienza a cobrar más de 150 víctimas diarias. La peste mataba al 50% de los que atacaba
Marzo 14. - Daniel Gowland, Sebastián Ghigliazza y Marcos Costa son comisionados para inspeccionar el Cementerio del Sud. Esta Comisión ordena abrir 22 fosas de 10 mts. de largo por 7mts. de profundidad a lo largo del paredón Este que daría capacidad para 60 ataúdes en camas de a diez y un total de 1320 cadáveres que unidos a 1140 sepulturas daría un total de 2460, cifra máxima para colmar el establecimiento.????
Marzo 16. - Un vivo, tomado por muerto se sale del cajón.
Eran tantos los muertos que a veces no había tiempo de cerciorarse si el muerto estaba realmente muerto, de allí que mas de uno fuera enviado al cementerio antes de tiempo.
Marzo 17 - Fallece Ana Bristiani - El fallecimiento de esta mujer inspiró el cuadro del pintor Juan Manuel Blanes “Un Episodio de la Fiebre Amarilla”.
Marzo 19. - Médicos que recetan desde el estudio. EL PRESIDENTE HUYE. Legisladores, jueces municipales, etc., todos huyen cada día gratis.
Marzo 20. - Antes: 40 coches por un muerto; ahora: un solo carro para muchos muertos. Antes existían 40 coches fúnebres para toda la población, ahora se alquilan coches de punto para llevar el ataúd al cementerio. Se llegó a cobrar hasta 800$ por viaje. Después los ataúdes eran apilados en las calles en espera de los coches que recorrían las calles recogiendo la macabra carga para llevarla al cementerio.
Al final se agotan los ataúdes y los difuntos eran apilados igual pero envueltos en una sabana. Aquí es donde es donde se hace necesario rendir un pequeño homenaje a la Compañía “Méndez Hermanos” o Tranways Caridad o Tranways 11 de Septiembre. Esta empresa tenía un recorrido que, partiendo de la estación Caridad (Gral. Urquiza y Venezuela). El recorrido era: por Venezuela, Rioja hacia el sur hasta los Corrales de Abasto (Rioja y Caseros). Su construcción se comenzó el 18 de Octubre de 1870 y finalizó tres meses después. El tranvía a caballos estacionaba en el baldío ubicado en lo que hoy es la Plaza Coronel Pringles. Su servicio al barrio coincide con el ataque de la fiebre amarilla. La empresa superó el terror colectivo, se impuso sobre el pánico del personal y reforzó sus servicios poniéndose a disposición de las autoridades. Durante los cinco tristes meses que duró la epidemia, La Línea 1 de Tranways (que tal era el número asignado) transportó los ataúdes hasta Rioja y Caseros; desde donde eran llevados en carros al cementerio. Justificado el reconocimiento la Municipalidad, condecora a la compañía con la medalla y el diploma “A los servidores de la Humanidad” en vida. Después de muertos sus propietarios, impone sus nombres a dos calles de Buenos Aires. La calle Agustín Méndez entre el Hipódromo de Palermo y el Río de la Plata y Nicanor Méndez en el barrio de Núñez.
Marzo 21. - Fallece el Dr. José Roque Pérez
Marzo 22. - La muerte. El espanto. La soledad. Los salteadores
Ante tanta casa abandonada los saqueos ocurrían a la luz del día en cómodos carros de mudanza. Esto a pesar del comportamiento heroico y ejemplar de la policía comandada por Enrique O’Gorman.
Marzo 25 - La mostaza a 60 pesos la libra. Los conventillos de Esnaola… ¡Cuanto cristiano muerto sin confesión! Los medicamentos se habían disparado a las nubes. Tanto la Comisión Popular como las parroquiales y el gobierno invirtieron fuertes sumas para la compra de medicamentos que eran distribuidos entre los enfermos. En cuanto a los conventillos de Esnaola hace referencia precisamente al músico que le enmendó la plana a Blas Parera modificando la música del Himno Nacional. Pero este personaje era mas conocido por su avaricia. A pesar de ser el mayor propietario de conventillos en Buenos Aires (principales focos de la epidemia) sólo contribuyó con 2000 $ a la Comisión Popular, lo que provocó las iras de sus integrantes.
Marzo 29. - Se entierran vivos. Mueren un 70 por ciento sin asistencia.
Es correcto. Tal el caso de un Sr. Pittaluga resucitando, dentro de un ataud, a mitad del camino al cementerio. Uno de los hechos más curiosos: la velocidad con que se enterraba, hizo que se sepultara aun vivas a dos personas. El aviso de uno de estos casos fue dado al doctor Almonte por Héctor Varela - ambos integrantes de la comisión popular - a fin de que intervinieran de inmediato. Así se hizo. Atendida con cuidado y llevada a casa del presidente de la comisión una mujer - vestida lujosamente - pudo ser salvada. “Era una francesa de vida airada” explica Manuel Bilbao.
Otro caso ocurrió el 15 de abril con un enfermero que después de cinco días de intenso trabajo, se tomó unas horas de descanso. En el ínterin se pescó una formidable borrachera de resultas de la cual cae desvanecido en la calle. Pasó un carro recolector de cadáveres y lo levantó llevándolo al cementerio- Despertó providencialmente en el fondo de una fosa común, cuando ya lo habían rociado con cal y a punto estaban de echarle las primeras paladas de tierra.
Marzo 29. - Fallecen El Doctor Mariano Gascón y el General Pedro Ramos (quien fuera cadete del Regimiento de Granaderos creado por San Martín.
Marzo 30. - La caridad explotada por ladrones disfrazados de pobres. Un millonario vende su boleto de abono y pide otro gratis. Este párrafo exime de comentario alguno, lo que si hace es mostrar las miserias humanas en toda su magnitud, en las situaciones mas difíciles.
Abril 2. - La Comisión pide el incendio de los conventillos. 72 muertos en uno.
Este día era Domingo de Ramos. Ese día la peste se lleva 318 personas y el lunes 345 personas. Así comenzó la Semana Santa. En un solo conventillo hubo 72 muertos
Abril 4. - Fallecen el practicante de medicina Pietranera y el Dr. Benito Carrasco miembro de la Corte Suprema de Justicia. Fallecen 400 personas.
Abril 6. - Fallece el Coronel Nicolás Granada.
Abril 7. - El Cementerio del Sur rebosa. Entierros por abreviatura. Todos amarillos, de fiebre los muertos, de miedo los vivos.
Abril 7. - fallecen 380 personas.
Abril 8. -… Es Sábado de Gloria. Fallecen 430 personas, entre ellas el Dr. Francisco Javier Muñiz.
Abril 9. - Los negocios cerrados. Calles desiertas. Faltan médicos. Muertos sin asistencia. Huye el que puede. Heroísmo de la Comisión Popular.. …Es Pascua de Resurrección. …La Cifra de muertos trepa a 501 personas.
Ante tal situación, la Comisión Popular, aconseja a todos los que puedan, abandonar la ciudad, que se alejen de ella lo más pronto posible, para salvarse a sí, y salvar a los suyos. En otra parte agregan que los hombres de la Comisión Popular no temen al contagio ni a la muerte.
Abril 10. - 503 defunciones. Terror. Feria. Fuga.
Se declara feriado nacional y provincial hasta fin de mes.
Este día fallece el Doctor Francisco Riva, médico italiano que ejercía su profesión en Buenos Aires. Por primera vez en 400 años de existencia se decide oficialmente el abandono de la ciudad. El diario “El Nacional” cierra por falta de personal.
Abril 11. - Reina el espanto.
Este día fallece Florencio Ballesteros, miembro de la Comisión Popular.
Desde hoy y hasta el 10 de mayo el diario “La Prensa” aparece solamente como Suplemento de la Fiebre Amarilla.
Abril 12. - …Asesinatos. Salteos.
Abril 13 - Comienza a remitir la fiebre.
Abril 15. - …Ladrones con carros. Numerosos huérfanos. A través de una Ordenanza se dispone el desalojo total de las casa de inquilinato. Esto se realizó parcialmente. Se funda el Asilo de Huérfanos para alojar a todos los huérfanos a causa de la fiebre amarilla. La Sociedad de Beneficencia se hace cargo de la obra.
 Abril 26. - Gastos del gobierno en la epidemia hasta el 24: 5.965.831 pesos. Las familias regresan. La fiebre aumenta.
(…)     Junio 2. -MUNICIPALIDAD: sus gastos en la epidemia: 5.645.665 $.Junio 22. - La epidemia: olvidada. El campo de los muertos de ayer es el escenario de los cuervos de hoy: Testamentos y concursos, edictos y remates son el asunto. ¡¡¡ AY DE TI, JERUSALEM!!”  (sic)  (http://papatricios.blogspot.com.ar/2009/06/roberto-o.html)

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