Pasó el 1º de julio y nadie se acordó del fallecimiento del general Juan D. Perón. Ni los “peronistas” que nos gobiernan, ni los “entristas flor de ceibo” incluidos los que como decía el general, quienes de peronistas sólo tienen la camiseta, y por último ni los auténticos peronistas, dedicados más que todo a triturar a su Movimiento, con riñas internas sin fundamento, que lo único que logran es reforzar la candidatura del oficialismo.
Era de esperar. Creemos que hasta el mismo Juan D. Perón esperaba este comportamiento de sus “compañeros”. Nadie duda que el Partido Justicialista es una cáscara. Nadie duda que el general Perón no hubiera tolerado que ciertos personajes, ocupen hoy funciones de jerarquía en el Movimiento, disfrazándose de “peronistas”.
Poco antes de fallecer Perón fue entrevistado por varios legisladores contestatarios. Estaban contrariados ya que se había sancionado una Ley Antiterrorista. Perón los recibió, con cámaras de TV mediante y les dijo, en síntesis, lo siguiente: “Por lo que veo se trata de un problema interno del bloque. No es un problema que escape al mismo. Ahora, es indudable que en los grupos colegiados existe una norma ante la cual funciona y fuera de la cual no debe funcionar. Los grupos colegiados tienen su discusión interna; el concepto de la tarea misma legislativa lo impone, por eso existen los bloques. ¿Cuál debe ser la norma dentro de los bloques? Eso no se discute. Cuando se está en el bloque se acepta lo que el bloque haya decidido en conjunto. Esa es una cosa que se debe cumplir, no se puede destruir la unidad del cuerpo colegiado; no se puede proceder de otra manera. Ese es un problema interno del bloque y tengo entendido que lo han discutido dentro del bloque”. (…)
Poco antes de fallecer Perón fue entrevistado por varios legisladores contestatarios. Estaban contrariados ya que se había sancionado una Ley Antiterrorista. Perón los recibió, con cámaras de TV mediante y les dijo, en síntesis, lo siguiente: “Por lo que veo se trata de un problema interno del bloque. No es un problema que escape al mismo. Ahora, es indudable que en los grupos colegiados existe una norma ante la cual funciona y fuera de la cual no debe funcionar. Los grupos colegiados tienen su discusión interna; el concepto de la tarea misma legislativa lo impone, por eso existen los bloques. ¿Cuál debe ser la norma dentro de los bloques? Eso no se discute. Cuando se está en el bloque se acepta lo que el bloque haya decidido en conjunto. Esa es una cosa que se debe cumplir, no se puede destruir la unidad del cuerpo colegiado; no se puede proceder de otra manera. Ese es un problema interno del bloque y tengo entendido que lo han discutido dentro del bloque”. (…)
"Todo aquel que se asocie con fines ilícitos configura el delito. Ahora, quien debe determinar si el fin es lícito o ilícito es el juez. Para eso tenemos jueces. Por otra parte, no es el objeto mío conversar sobre estas cosas, porque no corresponden a mí. Toda esta discusión debe hacerse en el bloque. Y cuando el mismo decida por votación lo que fuere, ésta debe ser palabra santa para todos las que forman parte de él; de lo contrario, se van del bloque. Esa es la solución. El que no esté de acuerdo se va. En esto se debe actuar de la misma manera que actuamos en el orden político. Nadie está obligado a permanecer en una fracción política. El que no está contento, se va. En este sentido, nosotros no vamos a poner el menor inconveniente. Quien esté en otra tendencia diferente de la peronista, lo que debe hacer es irse. En ese aspecto hemos sido muy tolerantes con todo el mundo. El que no está de acuerdo o al que no le conviene, se va. Pero en ese caso representa ni más ni menos que al movimiento. Lo que no es lícito, diría, es estar defendiendo otras causas y usar la camiseta peronista. En esto hay que proceder con la mayor seriedad porque se trata de cosas trascendentes para el país. En este momento, con lo que acabamos de ver, en que una banda de asaltantes que invoca cuestiones ideológicas o políticas para cometer un crimen, ¿ahí nosotros vamos a pensar que eso lo justifica? ¡No!; un crimen es un crimen cualquiera sea el móvil que lo provoca, y el delito es delito cualquiera sea el pensamiento, o sentimiento, o la pasión que impulse al criminal. Siempre que hay voluntad criminal es un delito y eso lo tiene que penar la ley, no nosotros.”
(N.de R: advertimos que el general Perón, califica a los integrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo, quien atacó al regimiento de Azul, durante su presidencia constitucional, ungido por mas del 64% de los votantes, como “una banda de asaltantes que invoca cuestiones ideológicas o políticas, para cometer un crimen”. Pasados los años, en la actualidad, para el gobierno que se dice “peronista” tales sanguinarios individuos era “jóvenes idealistas”… Señaló el Líder que un crimen es un crimen, cualquiera que sea el móvil que lo provoca. De sus propias palabras sacamos la conclusión de que quienes alaban a los criminales son tan criminales como ellos.)
Sigue diciendo el general: "Recurrimos a ésto porque estamos en un momento crítico para el país; cuando vemos que estos señores en la mayor impunidad y porque no hay con qué sancionarlos, se largan al ataque. Nosotros estamos en la necesidad de contar con una legislación fuerte para parar lo que se está produciendo, que es también fuerte; y a grandes males no hay sino grandes remedios, que es lo que nosotros necesitamos. En este momento se está asaltando en nombre de no sé qué cosa. Si hasta han tomado ciudadanos; ya los ciudadanos no tienen la seguridad que el Estado tiene la obligación de dar, porque no hay sanción en las leyes para este tipo de delitos, que son nuevos. ¿Cómo es posible que todos los hombres que tengan armas estén amenazados de ser tomados por bandas de delincuentes que se dicen de una tendencia o de otra? No interesa la "tendencia", interesa el delito que cometen. No sé, yo no veo otra solución para estas cosas. Señores: yo estoy totalmente de acuerdo con el bloque que ha resuelto eso. Ahora, lo que hay que hacer después de eso sólo ustedes y cada uno de ustedes lo debe resolver.
Les señaló admonitoriamente, a los legisladores disidentes, a quienes no ocultaban sus simpatías por los sanguinarios terroristas: “El bloque tiene la obligación de proceder así. No porque haya disidencias dentro de un bloque, éste va a hacer lo contrario de lo que disponga la mayoría. Para eso se hacen los bloques: para que sea la mayoría la que decida. Y si la mayoría dispone, hay que aceptar o irse. No hay otro término medio. O se acepta lo que dice el bloque o que lo abandone. Nadie está obligado a permanecer dentro de él; absolutamente nadie, porque este es un acuerdo de todos. Si el bloque resuelve que hay que hacerlo, hay que hacerlo, y el que no quiere hacerlo, se va; que es lo que ha pasado y pasará siempre en estas disidencias. Nadie, por muy importante que sea, puede pretender imponer su voluntad a los demás, sobre todo, cuando la voluntad de los demás es mayoritaria y cuando se ha ido voluntariamente a la formación de un bloque. Para mí este no es un asunto de discutir la ley, no; aquí hay otra cosa. Como político ya veo que se puede conducir muy bien esto. El que no está de acuerdo, se va. Por perder un voto no nos vamos a poner tristes. Pero aquí debe haber una disciplina. Y si ésta se pierde, estamos perdidos. Es así como yo veo el problema y como debo comentarlo”.
Uno de los diputados, se refirió al ataque subversivo de los criminales del Ejército Revolucionario del Pueblo (E.R.P.). que causó varias muertes y heridos de gravedad, criticando el legislador tal accionar en los siguientes términos: “Consideramos, señor General, lo siguiente sobre este terna: que los lamentables acontecimientos de Azul, a nuestro juicio y a nuestro modesto entender, indican, precisamente, una decisión de estos grupos minoritarios, totalmente ausentes de lo que es un sentimiento nacional y de lo que es la comprensión de la necesidad de unidad del pueblo argentino, en un proceso de reconstrucción. Entendemos que, precisamente, la intención de estos sectores es especular con un clima de violencia, en crear una actitud del Estado, que estos sectores califican arbitrariamente de represiva y es, precisamente, el caldo de cultivo político en el cual se desarrolla su planteo político. Hemos conocido durante años, a través de un enfrentamiento de la dictadura, cuál es la política del ERP, el autodenominado Ejército Revolucionario del Pueblo. Sabemos que su política crece y se desarrolla en un ambiente de violencia. Un movimiento que no es argentino”. Así calificaba el peronista de la “Tendencia” a los terroristas del ERP.
Perón le respondió: “No, está totalmente equivocado. Yo a eso lo he conocido "naranjo", cuando se gestó ese movimiento, que no es argentino. Ese movimiento se dirige desde Francia, precisamente, desde París, y la persona que lo gobierna se llama Posadas, de seudónimo. El nombre verdadero es italiano. Los he conocido "naranjo", como dice el cuento del cura. Sé qué persiguen y lo que buscan. De manera que en ese sentido a mí no me van a engañar, porque, como les digo, los conozco profundamente. He hablado con muchísimos de ellos en la época en que nosotros también estábamos en la delincuencia, diremos así. Pero jamás he pensado que esa gente podría estar aliada con nosotros, por los fines que persigue. Ustedes ven que lo que se produce aquí, se produce en todas partes. Está en Alemania, en Francia. En este momento, Francia tiene un problema gravísimo de ese orden. Y ellos lo dejaron funcionar allí; no tuvieron la represión suficiente. En estos momentos, el gobierno francés está por tomar medidas drásticas y violentas para reprimir eso que ellos mismos dejaron funcionar. Ya lo he dicho más de veinte veces, que la cabeza de este movimiento está en París. Eso ustedes no lo van a parar de ninguna manera, porque es un movimiento organizado en todo el mundo. Está en todas partes: en Uruguay, en Bolivia, en Chile, con distintos nombres. Y ellos son los culpables lo que le ha pasado a Allende. Son ellos y están aquí en la República Argentina, también. Están en Francia, en España, en una palabra, están en todos los países.”
(N. de R: el diputado de la “Tendencia” reconoce que el ataque al Cuartel del Regimiento de Azul fue una decisión de grupos minoritarios. “Ausentes de lo que es un sentimiento nacional y de lo que es la comprensión de la necesidad de unidad, del pueblo argentino, en un proceso de reconstrucción”. Reconoció también que estos grupos minoritarios tienen necesidad de especular en un clima de violencia. Creando una actitud del Estado que ellos, oportunamente, califican de “represiva”. El General, a su vez, le indica al grupo de legisladores de la “Tendencia”, que jamás él ha pensado “que esa gente podría estar aliada con nosotros, por los fines que persigue”. Les señala el entonces Presidente que quien no esté cómodo en el Partido, puede irse y fundar otro. Que existen los que se colocan la camiseta peronista, sin serlo. Y les señala, finalmente, que la doctrina que sostienen estos grupos se ha derramado por todo el mundo. Criticó Perón a quienes sostienen la citada doctrina, no sólo en nuestro país, sino en la República Oriental del Uruguay, en Bolivia y en Chile. Se advierte, habida cuenta lo que ha sucedido posteriormente, que el Líder de los peronistas se ha demostrado como un profeta en su tierra. Algunos de los integrantes del peronismo, no lo escucharon.
Eso se vio cuando pasaron años, cuando se derramó sangre, cuando pasó lo que todos conocemos. Vueltos a la ley y el orden, observamos azorados que se pretenden desvirtuar las enseñanzas del general Perón, por quienes se visten con la camiseta peronista. No podemos menos que recordar las advertencias, las que no fueron tenidas en cuenta, atento la soberbia armada de estos grupúsculos. Escasos en cantidad pero hábiles en su modalidad sanguinaria y en su particular habilidad para mentirle al pueblo argentino. No se nos escapa que Perón estaba al tanto del origen de los denominados movimientos nacionales de liberación. Los que de liberación y nacionales tenían solamente el nombre. En estas páginas hemos recordado que los movimientos que actuaron en la América Latina fueron creación de la conferencia habida en Cuba, en la década del 60. De allí las palabras de Juan Domingo Perón, que sus seguidores o las ignoran o las hacen a un lado:” Eso ustedes no lo van a parar de ninguna manera, porque es un movimiento organizado en todo el mundo.”. Nótese la hipocresía de este grupo, de alzados contra la autoridad del General Perón. Y nótese que quienes renegaron por lo bajo, contra su autoridad, son los mismos que en la actualidad distorsionan el pasado justicialista y señalan que su Líder sentía simpatía, por esos movimientos insurgentes, sanguinarios y violentos. Al punto que ellos son mas peronistas que los propios peronistas ortodoxos. Pero aun así, se les hace sumamente dificultoso disimular que son “entristas” o sea el lobo disfrazado con la piel de oveja. La postura doctrinaria, que se intenta ocultar llegándose al colmo de tratar de señalar que el Perón que regresó estaba poco menos que lelo, es la que señala el mismo cuando afirma en esa reunión con los Judas del movimiento, que tanto el ERP como los otros subversivos anteriormente citados, sostenían “un movimiento marxista deformado, que pretende, imponerse en todas partes por la lucha”).
Sigue expresando el Presidente Juan D. Perón “Aquí no hay nada de comunismo; es un movimiento marxista deformado, que pretende, imponerse en todas partes por la lucha. A la lucha - y yo soy técnico en eso- no hay nada que hacerle, más que imponerle y enfrentarle con la lucha. Y atarse las manos, frente a esa fuerza; atarse las manos y especialmente atarse las manos suprimiendo la ley que lo puede sancionar. Porque nosotros, desgraciadamente, tenemos que actuar dentro de la ley, porque si en este momento no tuviéramos que actuar dentro de la ley ya lo habríamos terminado en una semana. Fuera de la ley, la ventaja que ellos tienen es, precisamente, ésa: los que tienen que someterse a la ley y ellos que buscan los vericuetos para actuar fuera de la ley. Con todas las implicancias del cuerpo de la ley, nosotros estamos con las manos atadas dentro de la ley. Y si además estamos atados por la debilidad de nuestras leyes, entonces ya sabemos cuál va a ser el final y el resultado de éso."
"Para nosotros es un problema bien claro. Queremos seguir actuando dentro de la ley y para no salir de ella necesitamos que la ley sea tan fuerte como para impedir esos males. Dentro de éso, tenemos que considerar si nosotros podemos resolver el problema. Si no contamos con la ley, entonces tendremos también nosotros que salirnos de la ley y sancionar en forma directa como hacen ellos. ¿Nos dejamos matar? ¿Y nos vamos a dejar matar? Lo mataron al secretario general de la Confederación General del Trabajo, están asesinando alevosamente y nosotros con los brazos cruzados, porque no tenemos ley para reprimirlos. ¿No ven que eso es angelical? El fin es la sustentación del Estado y de la Nación; está en que tengamos los medios para defendernos. Si nosotros todavía nos limitamos nuestros propios medios de defensa, estamos entregándonos a estas fuerzas, que, como he dicho, las conozco profundamente y sé cómo actúan. Ahora bien; si nosotros no tenemos en cuenta a la ley, en una semana se termina todo ésto, porque formo una fuerza suficiente, lo voy a buscar a usted y lo mato, que es lo que hacen ellos. No actúan dentro de la ley. De esa manera, vamos a la ley de la selva y dentro de la ley de la selva, tendría que permitir que todos los argentinos portaran armas a la vista. Pero, ¿qué es lo que está ocurriendo? Que los delincuentes están todos armados, mientras que las personas decentes no pueden llevar armas y están indefensas en manos de estos señores. ¿Y todavía nosotros vamos a pensar si sancionamos o no la ley? ¡Vamos! Necesitamos esa ley porque la República está indefensa frente a ellos. Ese es para nosotros el fundamento de todo éso. Con toda claridad afirmo que no queremos la violencia.”.
La juventud tiene una idea distorsionada de lo que sucedió en esa época. No advierten que los actuales “peronistas”, éstos que de peronistas tienen sólo la camiseta puesta, odian todo lo que sea peronista. Odian a Perón y por tal motivo a Perón ni lo recordaron. Aun fallecido, le tienen miedo. Por algo será que le temen. Lo llevaron lejos, lejos de su pueblo, lejos de sus compañeros, lejos del afecto del pueblo y hasta distorsionan la verdad contando su “historia oficial” para quitarle al general Juan Domingo Perón el papel que todo argentino recuerda, con sus defectos y con sus virtudes, como dijera “el viejo adversario" al despedir sus restos”. Hasta ahora, al parecer van logrando un triunfo parcial, en tal impiadosa tarea. No vaya a ser que sea una victoria Pírrica…
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