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sábado, 18 de septiembre de 2010

Sucia Política de lá Pérfida Albion

Inmigrantes judíos viajan en la posguerra a Palestina


En los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el espionaje británico preparó y ejecutó un plan destinado a impedir mediante acciones de sabotaje la llegada masiva a Palestina de judíos europeos que habían sobrevivido al Holocausto.

Eso es lo que cuenta la primera historia autorizada del MI6 -servicio de espionaje británico-, de la que es autor Keith Jeffery y que ha comenzado a publicar por entregas el diario británico "The Times".

Hacia finales de 1946, el Gobierno británico solicitó el consejo del Secret Intelligence Service (SIS) sobre cómo disuadir a los patrones y las tripulaciones de los barcos de transportar a judíos a Oriente Medio.

Entre las opciones consideradas estaban las de sabotear los barcos o sus reservas de alimentos o agua potable e incluso incendiar los barcos en el puerto para culpar después de esas acciones a una organización árabe creada especialmente para tal fin.

Tras una reunión celebrada en febrero de 1947 entre el SIS y representantes de las Fuerzas Armadas, la Oficina Colonial y el Foreign Office, el jefe del departamento de enlace de este último ministerio dio luz verde al plan de sabotaje "a condición de que no hubiera muertos".

Según el libro que ahora se publica, durante el verano de 1947 y a comienzos del año siguiente se llevaron a cabo sabotajes contra cinco barcos en puertos italianos: uno de los buques se dio por perdido mientras que otros dos sufrieron graves daños.

En los dos restantes, los buzos descubrieron a tiempo las minas magnéticas utilizadas.

Para desviar la atención se inventó una organización a la que bautizaron "Defensores de la Palestina Árabe", que fue la que se atribuyó la responsabilidad de esos sabotajes en cartas enviadas desde París al Primer Ministro, al titular del Foreign Office (Ministerio de Exteriores) y a varios periódicos, en las que se implicaba a los soviéticos en la inmigración judía.

El espionaje británico consideró un éxito toda aquella operación, bautizada "Embarrass" (Embarazo), porque en ningún momento despertó sospechas sobre su origen y sirvió además para disuadir a los organizadores judíos de la inmigración ilegal, que dejaron de confiar en los barcos italianos para el transporte.

Anteriormente, el 17 de mayo de 1939, Gran Bretaña había publicado el Libro Blanco que limitaba la inmigración judía a Palestina a un máximo global de 75.000 personas en los siguientes cinco años. Lo que fue considerado por la comunidad judía en Eretz Israel como una "traición" a la Declaración Balfour (a la que se había comprometido el Reino Unido) y al espíritu de la Conferencia de San Remo, de la Liga de las Naciones, que instruía al mandato británico el establecimiento de un Hogar Nacional Judío en Palestina, y como una "complicidad" con los nazis al prohibir a las víctimas encontrar refugio con su durísima política inmigratoria. (web Aurora del 18-09-10)

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