¿Quien no oyó hablar del General George Patton, uno de los héroes de la Segunda Guerra Mundial?. Se nos ha informado que falleció, a raíz de las lesiones sufridas, tras un accidente de tránsito. Las circunstancias poco claras que derivaron en su muerte, hicieron sospechar sobre las verdaderas causa de la misma. Llamó la atención que haya penetrado en su cuello un proyectil, disparado por un arma de fuego. Se habló de un franco-tirador. De su internación en un hospital de la zona, donde evolucionaba favorablemente y finalmente, que habría fallecido súbitamente, por ingesta de veneno. Todos estos elementos de convicción, adquiridos en el curso de los años, sembraron la duda. La circunstancia de que en ese tiempo el mundo estaba en plena Guerra Fría, tejió una suerte de leyenda ,sobre si habría sido asesinado o no.
“Se caracterizó por su lenguaje vulgar y profano cuando le hablaba a las tropas, pero era refinado, educado y con una cultura exquisita. Él decía que para comunicarse con los soldados había que hablar como ellos, y vaya que lo hacía bien. Pero en las reuniones sociales era todo un caballero, con una fluida conversación sobre las artes y las letras, incluso en francés, idioma que dominaba perfectamente."
"Fue promovido a General de 4 estrellas y posteriormente nombrado Gobernador de Bavaria, al finalizar la guerra. Detestaba a los políticos y a los cobardes, por eso tuvo muchas dificultades, en especial cuando fue acusado de maltratar a un soldado y por su comportamiento con los rusos, a quienes no los tenía en muy buen concepto. Al final de la guerra, sugirió públicamente que se debería expulsar a los rusos de Europa, con ayuda de las tropas alemanas, cosa que le ocasionó más de una reprimenda”. (Seleccionado de la web: http://www.exordio.com/1939-1945/personajes/patton.html)
“Una nueva biografía sobre el general norteamericano acaba de aparecer en las librerías (en inglés). El historiador Robert Wilcox tardó diez años en reunir material para componer "Target Patton" ("Objetivo Patton", editado por Regenery Publishing), una obra de más de 400 páginas. Era uno de los generales más carismáticos del Ejército norteamericano. Fue el primero en denunciar que los aliados se habían equivocado de enemigo: el enemigo era la Unión Soviética. En diciembre de 1945, Patton murió tras un extraño accidente de coche. El historiador habló con el asesino de Patton.”
“George Smith Patton está considerado como el mejor militar de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Ya había destacado en la Primera Guerra Mundial como comandante del recién estrenado cuerpo acorazado de los Estados Unidos. En la Segunda Guerra Mundial se hizo famoso por coordinar los movimientos de cuerpos de ejército en África, en Sicilia y en el teatro de operaciones del centro de Europa. Posteriormente fue relevado de su cargo por dar una bofetada a un soldado norteamericano convaleciente en un hospital, que sufría un ataque de nervios. Patton lo llamó cobarde.”
“Pero al final de la guerra, volvió a tomar el mando del Tercer Ejército en Francia, donde pudo maniobrar a tiempo para responder a una contraofensiva alemana en las Ardenas.”
“Su grupo de combate continuó derrotando a las tropas alemanas y el plan de Patton era tomar Praga y Berlín antes que los rusos y ocupar Checoslovaquia y Alemania. Por algo le apodaban “Sangre y Cojones”. Pero recibió la orden de detener la ofensiva, pues se había pactado en Yalta que la Unión Soviética tenía que conquistar el centro de Europa. Además, el general en jefe Eisenhower le cedió al británico Montgomery la gasolina de los carros de combate de Patton para que éste no avanzase tan rápido.
A partir de ahí, Patton se convirtió en un general bocazas. Denunció la connivencia entre el gobierno de los Estados Unidos y la Unión Soviética para ganar la guerra, y señaló a los rusos como enemigos irreconciliables. Cuando la guerra terminó, Patton aumentó sus críticas a la ocupación soviética de media Europa, cosa que no se habría logrado sin el apoyo de los Estados Unidos.”
“En diciembre de 1945 Patton sufrió un extraño accidente en Manheim. Su coche se topó en medio de la carretera con un camión y sufrió un aparatoso accidente del que los ocupantes del vehículo apenas sufrieron rasguños. Sin embargo, un francotirador acertó con una bala al cuello del general, que tuvo que ser hospitalizado.”
“Patton se empezó a recuperar de sus heridas pero, sorpresivamente, murió en el hospital.”
“El historiador Robert Wilcox ha reconstruido estos hechos, pues pudo hablar con una persona que participó en el atentado contra Patton. Su nombre: Douglas Bazata. Por aquel tiempo este hombre trabajaba para la OSS (Office of Strategic Services, antecesora de la CIA) y recibió de su jefe, el general “Wild Bill” Donovan, la orden de ejecutar a Patton.”
“Fue Bazata quien logró cruzar un camión en la carretera y él mismo disparó un proyectil de baja velocidad que perforó la garganta de Patton. Wilcox habló con Bazata poco antes de que este espía muriese en 1999. Le confesó que, una vez en el hospital, los servicios secretos norteamericanos hicieron la vista gorda para que los espías soviéticos envenenasen a Patton.
Todo esto se lo contó a Wilcox Bazata, acuciado por sus remordimientos, según revela el diario británico The Sunday Telegraph, que recoge un comentario del libro. “Sostenía una guerra interior consigo mismo por culpa de crimen que había cometido”, confiesa el historiador. “Me confesó que fue el causante del accidente y que lo había ordenado Donovan.”
Según el historiador, Donovan le dijo a Bazata lo siguiente: “Se nos presenta una situación dramática con este patriota [Patton], está fuera de control y lo debemos de salvar de sí mismo, y también porque puede arruinar todo lo que los aliados han hecho”.
“Bazata fue condecorado con cuatro medallas púrpuras durante la guerra. Fue un paracaidista excepcional, pues saltó sobre Francia antes del día D para ayudar a formar la Resistencia. …”
“El historiador también entrevistó a otro testigo, Stephen Skubik, un oficial de la contrainteligencia del Ejército de los Estados Unidos. Skubik avisó a Donovan de que Stalin tenía a Patton en la lista de personas que debían asesinarse. Donovan envió a Skubik de vuelta a Estados Unidos.
Wilcox destapa más cosas en su libro. El Cadillac de Patton, que está expuesto en el museo de Fort Knox, no es el mismo que sufrió el atentado. Con ayuda de un experto, Wilcox asegura que tiene pruebas de que se ha suplantado al verdadero Cadillac. (Seleccionado de la web http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=2974).
Si no hubiera mediado el atentado contra el presidente Kennedy, posiblemente lo narrado habría ingresado en la literatura mezcla de fantástica y policial. No ha sido así, y la forma minuciosa con que Robert Wilcox, refiere episodios que en su momento pudieron haberse sospechado, pero sin un sustento cargoso racional fueron relegados al olvido, por lo que reviven en el sesudo estudio. Lo sucedido años después, con sus secuelas de espionaje y misterio, obliga a reflexionar respecto a la tesis sustentada por este historiador y a concluir que la misma tiene sustento. El general Patton era conocido por la forma cruel con la que se conducía con sus soldados. No es ninguna novedad. Tampoco lo es que este héroe de la Segunda Guerra Mundial, era un furioso anticomunista y que deseaba borrar a la Unión Soviética de la Europa Oriental.Si fue o no un atentado, creo que debe dejarse librado al juicio de la historia.
Años más tarde, en la década del 50, otro general Douglas Mc Arthur intentó ingresar con las tropas de las Naciones Unidas, a territorio de China Comunista, que a la sazón era usada como santuario por las tropas comunistas que defendían Corea del Norte. El presidente Harry Truman, según recuerdo, lo relevó de inmediato por temor a que se desatara un conflicto mundial. Si embargo, no fue víctima de ningún atentado personal.
Dos eventos similares y dos secuelas dispares. En este caso, la historia no se habría repetido, posiblemente porque en ambos casos, no estábamos ante una similitud fáctica completa, no existía identidad de hechos.
“Se caracterizó por su lenguaje vulgar y profano cuando le hablaba a las tropas, pero era refinado, educado y con una cultura exquisita. Él decía que para comunicarse con los soldados había que hablar como ellos, y vaya que lo hacía bien. Pero en las reuniones sociales era todo un caballero, con una fluida conversación sobre las artes y las letras, incluso en francés, idioma que dominaba perfectamente."
"Fue promovido a General de 4 estrellas y posteriormente nombrado Gobernador de Bavaria, al finalizar la guerra. Detestaba a los políticos y a los cobardes, por eso tuvo muchas dificultades, en especial cuando fue acusado de maltratar a un soldado y por su comportamiento con los rusos, a quienes no los tenía en muy buen concepto. Al final de la guerra, sugirió públicamente que se debería expulsar a los rusos de Europa, con ayuda de las tropas alemanas, cosa que le ocasionó más de una reprimenda”. (Seleccionado de la web: http://www.exordio.com/1939-1945/personajes/patton.html)
“Una nueva biografía sobre el general norteamericano acaba de aparecer en las librerías (en inglés). El historiador Robert Wilcox tardó diez años en reunir material para componer "Target Patton" ("Objetivo Patton", editado por Regenery Publishing), una obra de más de 400 páginas. Era uno de los generales más carismáticos del Ejército norteamericano. Fue el primero en denunciar que los aliados se habían equivocado de enemigo: el enemigo era la Unión Soviética. En diciembre de 1945, Patton murió tras un extraño accidente de coche. El historiador habló con el asesino de Patton.”
“George Smith Patton está considerado como el mejor militar de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Ya había destacado en la Primera Guerra Mundial como comandante del recién estrenado cuerpo acorazado de los Estados Unidos. En la Segunda Guerra Mundial se hizo famoso por coordinar los movimientos de cuerpos de ejército en África, en Sicilia y en el teatro de operaciones del centro de Europa. Posteriormente fue relevado de su cargo por dar una bofetada a un soldado norteamericano convaleciente en un hospital, que sufría un ataque de nervios. Patton lo llamó cobarde.”
“Pero al final de la guerra, volvió a tomar el mando del Tercer Ejército en Francia, donde pudo maniobrar a tiempo para responder a una contraofensiva alemana en las Ardenas.”
“Su grupo de combate continuó derrotando a las tropas alemanas y el plan de Patton era tomar Praga y Berlín antes que los rusos y ocupar Checoslovaquia y Alemania. Por algo le apodaban “Sangre y Cojones”. Pero recibió la orden de detener la ofensiva, pues se había pactado en Yalta que la Unión Soviética tenía que conquistar el centro de Europa. Además, el general en jefe Eisenhower le cedió al británico Montgomery la gasolina de los carros de combate de Patton para que éste no avanzase tan rápido.
A partir de ahí, Patton se convirtió en un general bocazas. Denunció la connivencia entre el gobierno de los Estados Unidos y la Unión Soviética para ganar la guerra, y señaló a los rusos como enemigos irreconciliables. Cuando la guerra terminó, Patton aumentó sus críticas a la ocupación soviética de media Europa, cosa que no se habría logrado sin el apoyo de los Estados Unidos.”
“En diciembre de 1945 Patton sufrió un extraño accidente en Manheim. Su coche se topó en medio de la carretera con un camión y sufrió un aparatoso accidente del que los ocupantes del vehículo apenas sufrieron rasguños. Sin embargo, un francotirador acertó con una bala al cuello del general, que tuvo que ser hospitalizado.”
“Patton se empezó a recuperar de sus heridas pero, sorpresivamente, murió en el hospital.”
“El historiador Robert Wilcox ha reconstruido estos hechos, pues pudo hablar con una persona que participó en el atentado contra Patton. Su nombre: Douglas Bazata. Por aquel tiempo este hombre trabajaba para la OSS (Office of Strategic Services, antecesora de la CIA) y recibió de su jefe, el general “Wild Bill” Donovan, la orden de ejecutar a Patton.”
“Fue Bazata quien logró cruzar un camión en la carretera y él mismo disparó un proyectil de baja velocidad que perforó la garganta de Patton. Wilcox habló con Bazata poco antes de que este espía muriese en 1999. Le confesó que, una vez en el hospital, los servicios secretos norteamericanos hicieron la vista gorda para que los espías soviéticos envenenasen a Patton.
Todo esto se lo contó a Wilcox Bazata, acuciado por sus remordimientos, según revela el diario británico The Sunday Telegraph, que recoge un comentario del libro. “Sostenía una guerra interior consigo mismo por culpa de crimen que había cometido”, confiesa el historiador. “Me confesó que fue el causante del accidente y que lo había ordenado Donovan.”
Según el historiador, Donovan le dijo a Bazata lo siguiente: “Se nos presenta una situación dramática con este patriota [Patton], está fuera de control y lo debemos de salvar de sí mismo, y también porque puede arruinar todo lo que los aliados han hecho”.
“Bazata fue condecorado con cuatro medallas púrpuras durante la guerra. Fue un paracaidista excepcional, pues saltó sobre Francia antes del día D para ayudar a formar la Resistencia. …”
“El historiador también entrevistó a otro testigo, Stephen Skubik, un oficial de la contrainteligencia del Ejército de los Estados Unidos. Skubik avisó a Donovan de que Stalin tenía a Patton en la lista de personas que debían asesinarse. Donovan envió a Skubik de vuelta a Estados Unidos.
Wilcox destapa más cosas en su libro. El Cadillac de Patton, que está expuesto en el museo de Fort Knox, no es el mismo que sufrió el atentado. Con ayuda de un experto, Wilcox asegura que tiene pruebas de que se ha suplantado al verdadero Cadillac. (Seleccionado de la web http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=2974).
Si no hubiera mediado el atentado contra el presidente Kennedy, posiblemente lo narrado habría ingresado en la literatura mezcla de fantástica y policial. No ha sido así, y la forma minuciosa con que Robert Wilcox, refiere episodios que en su momento pudieron haberse sospechado, pero sin un sustento cargoso racional fueron relegados al olvido, por lo que reviven en el sesudo estudio. Lo sucedido años después, con sus secuelas de espionaje y misterio, obliga a reflexionar respecto a la tesis sustentada por este historiador y a concluir que la misma tiene sustento. El general Patton era conocido por la forma cruel con la que se conducía con sus soldados. No es ninguna novedad. Tampoco lo es que este héroe de la Segunda Guerra Mundial, era un furioso anticomunista y que deseaba borrar a la Unión Soviética de la Europa Oriental.Si fue o no un atentado, creo que debe dejarse librado al juicio de la historia.
Años más tarde, en la década del 50, otro general Douglas Mc Arthur intentó ingresar con las tropas de las Naciones Unidas, a territorio de China Comunista, que a la sazón era usada como santuario por las tropas comunistas que defendían Corea del Norte. El presidente Harry Truman, según recuerdo, lo relevó de inmediato por temor a que se desatara un conflicto mundial. Si embargo, no fue víctima de ningún atentado personal.
Dos eventos similares y dos secuelas dispares. En este caso, la historia no se habría repetido, posiblemente porque en ambos casos, no estábamos ante una similitud fáctica completa, no existía identidad de hechos.
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