La incapacidad de nuestro gobierno, demostrada en la falta de recursos para parar la ola inflacionaria, los desmedidos gastos del Estado y los déficit financiero y comercial, motivó el envió por parte del PEN de un proyecto de ley, que finalmente se sancionó, creándose una aggiornada Ley de Abastecimiento. Sin apartarse de su singular doctrina de "o con la zanahoria o a los palos", estamos convencidos que utilizará la nueva norma, creyendo que la ley que no ha tenido éxito en otros países, ni en la propia Argentina, esta vez permitirá lograr imponer sus objetivos.
Tenemos dos ejemplos en Latinoamérica, dos ejemplos de lo que no debe hacer una buena administración de los fondos públicos. El primer ejemplo lo debemos tomar de Chile, quien durante la época en que estaba al mando del Ejecutivo el marxista-comunista Salvador Allende, se cavó su propia fosa. Como es de práctica en los países donde inidóneos están al frente del Poder Ejecutivo, la culpa no fue de ellos sino de la sinarquía internacional, del imperialismo, etc etc. Los ejemplos que traeremos a colación, con su negativa secuela, deben servir para no actuar de la misma manera. No olvidemos que si mezclamos los mismos elementos, que al final explotaron causando un desastre, no debemos esperar un resultado distinto.
Pido a nuestros lectores que ellos saquen su propias conclusiones, por cuanto fácil es advertir que las medidas económicas que ha tomado nuestro gobierno, y sus consecuencias funestas, son exactamente similares a las tomadas por Chile y Venezuela con idénticos resultados. Con el traslado vergonzoso de la culpa, en nuestro caso, se trata de evitar la responsabilidad de su inanidad. Recuerden el refrán que señala: "Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas en remojo".
"Instalado en
Cuba el gobierno marxista de Fidel Castro, la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), asignó al Comité o
Comisariato de Seguridad de Estado (KGB) como una de sus tareas principales impulsar a los movimientos revolucionarios
comunistas de América latina a la toma del poder, ya fuera mediante la lucha armada o a través de
elecciones (llamada esta
última’ “La vía pacífica al comunismo”)
En el caso de Chile, a fines de la década del 60 la
KGB actuó por las dos vías: por un lado remitió 50.000 dólares para su campaña
al candidato a la presidencia, Salvador Allende, y 400.000 dólares al Partido
Comunista Chileno (PCCh) para impulsar la alianza electoral llamada Unión
Popular (UP), conformada por el propio PCCh y el Partido Socialista.
Por otra parte ordenaba al Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR), que apoyara la
campaña de la UP y, paralelamente, sus integrantes eran instruidos y
adoctrinados en el marxismo y equipados con armas y explosivos para preparar la
“lucha armada”, por si Allende fracasaba en su intento de llegar a la presidencia.
En 1966 Salvador
Allende fue delegado por Chile y luego
presidente a la Conferencia Tricontinental de La Habana, más tarde participó de
la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), donde se concentraban
todos los movimientos guerrilleros de Latinoamérica. Lo que lo muestra, a partir de la década del 60,
política e ideológicamente comprometido en la “Guerra Revolucionaria” dirigida
y apoyada operativa y materialmente por la URSS, a través de Cuba. El 4 de septiembre de 1970, Allende ganó las elecciones presidenciales por el
1.5% del padrón electoral (39000 votos),
convirtiéndose en el primer presidente marxista que llegaba al poder por el
sufragio popular en Sudamérica.”
Lo que sucedió en Chile, llegado al poder el comunista Allende, nos
recuerda lo sucedido en Venezuela con Hugo Chávez y lo que sucede en la
actualidad en nuestro país, con el oficialismo K. Continúa la reseña: “Ni bien accedió
Allende al poder, la situación económico social comenzó a deteriorarse
rápidamente. De una inflación
del 20% anual se llegó en tres años al 606%. Este fue el resultado de una emisión de moneda en forma descontrolada por el
Banco Central, fundamentalmente
para la compra de acciones de empresas privadas a través de la Corporación de
Fomento a la Producción (CORFO), instrumento
principal para la imposición de una reforma agraria de extremo corte marxista. El mismo día que
Allende ganaba las elecciones se constituía el Grupo de Amigos del Presidente (GAP), eufemismo con que se
conocía la “guardia pretoriana” comandada por Max Marambio. Personaje que no era un simple “guardia personal”
sino que, entrenado y adoctrinado en Pinar del Río (Cuba) en el año 1967
respondía personalmente a Fidel Castro.”
Obsérvese que nadie imputó a Marambio ser un vende
patria o un cipayo. Ayudaba
a otro país,
no a Chile, pero a
nadie se le ocurrió que
era un traidor. Por otra parte, destacamos que la emisión descontrolada de moneda, es al parecer
un “placer” de los gobiernos izquierdistas radicalizados.
La
intervención y expropiación sistemática de empresas privadas se llevó a cabo
por la aplicación de una vieja ley, la Nº 15020 del 15 de noviembre de 1962,
sin aplicación desde que fue promulgada. Mediante la creación de los Consejos Campesinos,
por Decreto Nº 481 del 21 de diciembre de 1970, la actividad rural fue afectada por la suba de impuestos, la ocupación
violenta de los fundos y
la expropiación de 6.4 millones de hectáreas. El 16 de julio de 1971 se
promulgó la Ley
N ª 17450 que permitía expropiar empresas sin compensación,
por ganancias excesivas. Ésta sirvió al gobierno para nacionalizar la
minería chilena, principal fuente de riqueza del país."
Adviertan nuestros productores, agrícolas e industriales, que la Ley "A" es similar a la ley chilena 17.450. ¿Habrá ocupación violenta de los fundos? ¿Habrá expropíación? En su caso ¿Primero depositarán el precio de los bienes? ¿Se crearán los Consejos Campesinos, a los que son tan afectos? Acaso ¿Una Nueva Junta de Control de Precios y Abastecimiento? ¿Lo tendremos nuevamente a un Comandante (a) "Barba Roja", para "asesorar" al gobierno nacional?
La balanza
comercial llegó a niveles
deficitarios nunca alcanzados antes y las reservas del Banco Central cayeron a valores
alarmantes. Ante esta situación aparecieron el “mercado
negro” y la remarcación de precios. El
gobierno respondió con la Junta de
Control de Precios y Abastecimiento (JAP) que sólo logró el incremento del
mercado negro (“negocio “que pasó a ser explotado por el MIR y el GAP).
A Chile se le
cortaron los créditos internacionales;
en
esas circunstancias el Presidente Allende, haciendo profesión de su fe
marxista, viajó a la URSS para obtener dinero fresco, sin tener en cuenta que
la ex Unión Soviética otorgaba fondos para hacer la revolución, pero no para
sostener un gobierno. El resultado fue
que la gestión presidencial no obtuvo lo suficiente para superar la crisis.
El tradicional
diario “El Mercurio”, propiedad de la familia Edwards, en su histórica
línea editorial, pro occidental y opuesta a la postura ideológica del gobierno,
tanto durante la campaña presidencial como en el desarrollo de su mandato,
profundizó sus críticas a la política pro marxista. La respuesta fue retirarle al diario todos sus
avisos gubernamentales y expropiar la fábrica de papel que lo abastecía.
La sociedad
chilena se dividió profundamente: los comerciantes, los
industriales y los transportistas se oponían al cambio institucional y
cultural, mientras que una masa importante de estudiantes ganaba la calle en
repudio a los nuevos contenidos de la educación impulsados por Salvador
Allende. Los partidos políticos veían
con alarma que el gobierno quería imponer un nuevo Chile marxista, primero
dentro de un marco legal y, de no ser así, por medio de la fuerza. Sólo faltaba
saber qué actitud tomarían las FFAA.
Desde el año 1932 las FFAA de Chile fueron
(durante 41 años) profundamente legalistas y democráticas, sin ninguna
intervención en la política. Como contrapartida, la dirigencia política chilena
mantenía un profundo respeto por ellas y las apoyaban. El crecimiento
exponencial de la violencia política y la existencia del MIR integrando cuadros
del gobierno y simultáneamente armándose, instruyendo y reclutando militantes
en camino de constituir un ejército paralelo al institucional, vislumbraba la
guerra civil como resultado final. El 25 de octubre de 1970, antes de la
asunción de Allende, fue asesinado el general René Schneider Chereau,
Comandante en Jefe del Ejército y decidido anti marxista. El todavía presidente,
Eduardo Frei Montalva, designó en su remplazo al General Carlos Prats González
(27 de octubre de 1970) quien posteriormente resultó confirmado en su cargo por
Allende.- El crimen, atribuido a personeros del gobierno, produjo un gran
malestar entre los oficiales del Ejército, que llevaron la inquietud a su
Comandante en Jefe, quien no canalizó adecuadamente esa preocupación. Prats,
que era considerado un buen profesional y legalista como su antecesor, fue
inicialmente bien visto por los cuadros del Ejército. Pero el correr del tiempo demostraría que de ser el representante del
Ejército ante el gobierno, se
transformaría en representante del gobierno ante su institución. Se
politizó y se alejó del profesionalismo militar.-
Los hechos que configuraron la crisis, se
sucedieron en una rápida continuidad:
·
Se
conoció que el jefe del GAP instruía a integrantes del MIR en insurrección
urbana y guerra de guerrillas en campamentos asentados en La Zona de Temuco.
·
En
octubre de 1972 se produjo un paro general de camioneros que virtualmente
paralizó a Chile. Allende como
demostración de fuerza designó al general Prats Ministro del Interior,
reteniendo su cargo de Comandante del Ejército. A partir de allí Prats se
transformó en un funcionario político del presidente.
·
Superada
la huelga de los camioneros y durante la gira de Allende al exterior, de
acuerdo con la ley chilena Prats asumió la vicepresidencia temporal de la
República y en su corto mandato ordenó celebraciones especiales al poeta Pablo
Neruda (integrante de PCCH).
·
El
27 de junio de 1973 en un incidente en la vía pública, el general Prats
reaccionó violentamente baleando los paragolpes de un vehículo conducido por
Alejandrina Cox Palma.- (vinculo es.Wikipedia / Wiki/Carlos Prats). El hecho
fue explotado por la oposición y los medios de comunicación incrementando el
malestar general, lo que llevó a Prats a presentar ese mismo día su renuncia,
rechazada por el presidente.
·
El
apoyo circunstancial del Ejército no fue suficiente para que en sus filas se
comenzara a dudar si su Comandante estaba en condiciones psicológicas de
conducir la fuerza en las difíciles circunstancias que atravesaba el país.
·
Dos
días después, 29 de junio de 1973, se sublevó el Regimiento de Tanques N 2
(TACNA) a cargo del Tte. Cnel. Roberto Souper Onfry. Prats, con tropas que le
eran leales, contuvo la sublevación después de un combate que dejó 20 muertos.
Al hecho se lo reconoció como el “Tanquetazo o Tacnazo”.
·
Inmediatamente Allende convocó
a Prats para integrar el gabinete como nuevo Ministro de Defensa. La aceptación del
nombramiento político terminó por extinguir el débil apoyo del Ejército a su
Comandante en Jefe.
·
Entre estos episodios
Fidel Castro visitó Chile y durante 15 días recorrió el país haciendo
proselitismo de la revolución. En ese entonces repetía Castro “Existen
pocas probabilidades de imponer la revolución sin recurrir a la violencia”.
·
En julio de 1973
el cubano Manuel Piñeiro (alias
Barbarroja)
arribó a Santiago enviado por Fidel Castro. El “maestro de terroristas” y jefe de todos los
espías cubanos fue
puesto a disposición de Allende, con la finalidad de preparar al MIR para desatar la
insurrección generalizada. En la nota de presentación el dictador caribeño
acotaba: “Tú debes mejorar la
correlación de fuerzas en caso de que
estalle la lucha”.
·
El
21 de agosto de 1973 se produjo el célebre “cacerolazo”, realizado por las mujeres
de los oficiales del Ejército y grupos de civiles ante el domicilio de
Prats. Esto llevó al General a demandar
a los mandos superiores que confirmaran su lealtad públicamente. Los mandos se
negaron mayoritariamente a otorgar el voto de confianza. El 23 de agosto Prats renunció a su cargo y se
estableció en Buenos Aires, República Argentina, debido a las amenazas
recibidas.
·
Lo sucedió en el cargo el
General Augusto Pinochet Ugarte, 19 días después se produjo
el golpe cívico--militar, constituyéndose un gobierno de facto con la
participación de miembros de los partidos políticos opuestos a Salvador
Allende. http://www.elistas.net/lista/nuestra_historia_70/archivo/indice/91/msg/1001/)
Por su
parte, el General PERON, en una entrevista concedida al Giornale d’Italia, poco
antes de las elecciones, decía: “...somos decididamente antimarxistas. Lo sucedido a
Allende demuestra que cayó víctima de su
sectarismo, de su política tendiente
al exceso. Estoy seguro de que domaremos a la guerrilla. Chile nos ha
enseñado muchas cosas. O los guerrilleros dejan de perturbar la vida del país o los obligaremos a hacerlo con los medios de que disponemos,
los cuales, créame, no son pocos...”
"A Cuba le advierto que no haga el juego que hizo en Chile porque en
Argentina podría desencadenarse una acción bastante violenta...”. “Si la guerrilla insiste, sucederá lo que en Santiago, donde la
responsabilidad no fue de los militares sino de los guerrilleros…...”.
No
entendemos como contemporáneamente los verdaderos peronistas, los de pura cepa, prestan atención a
los cantos de sirena de “los entristas”.
Es decir de esos marxistas que, disfrazados de peronistas ingresaron al
Justicialismo. El propio creador del Movimiento, el general Juan Domingo Perón,
expresó que el Peronismo sostenía la Tercera Posición y taxativamente afirmó, en
reiteradas ocasiones, “somos
decididamente antimarxistas”. No
dijo que no eran partidarios del marxismo sino que eran “antimarxistas”. Sin palabras.Observamos que hasta los propios peronistas de buena fe, tienen miedo a las represalias tributarias o judiciales del oficialismo o temen perder sus canonjías. Creemos que no se trata de una lucha ideológica, sino que se trata de elegir un modo de vida que sea compatible con mas del 90% del total de países del orbe. Creemos que si no podemos estar en los primeros lugares, como estuvimos décadas atrás, al menos tratemos de comenzar a recuperarnos hasta lograrlo. Es difícil ponerse de acuerdo en los pequeños detalles, pero si existe buena voluntad, nada es imposible. Pensemos en Chile, pensemos en Venezuela. En el primer caso, distintos partidos siguen la misma política económica y han triunfado. En el segundo caso, ni petróleo tienen.
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