Vistas de página en total

martes, 17 de agosto de 2010

Implantes sin consentimiento





Nuestros legisladores, se ocupan en forma entusiasta, de todo lo que se relaciona con el aborto. Parecería que ellos, mediante la fuerza no convictiva de una norma legal, desean cambiar el mundo y la sociedad. A pesar de los pretextos que esgrimen, vemos todo, azorados que se trata de rendir culto a la ideología que inspira los desastres que sancionan. Prueba de que nos se les cae una idea, si los diéramos vuelta cabeza abajo, es que por ejemplo, no han tomado en cuenta las secuelas de la fecundación in vitro. Ignoran lo relacionado con la donación de embriones, tema no legislado en la Argentina. Lo que acompaña a la fecundación artificial, al parecer no es tema de interés para nuestro Congreso Nacional. El destino de los embriones, y la praxis médica referida a ellos y a esta nueva práctica, lamentablemente no ha llegado a inquietar a los diputados y senadores, ocupados como están que los invertidos puedan consolidar su unión. Los demás, agua y ajo como diría el paisano. La noticia que mas abajo damos, nos exhibe un drama siniestro, horrible y, lamentablemente previsible. No todos los países, incluyendo por cierto a la Argentina, han intentado reglamentar todo lo relacionado con la fecundación in vitro. Advertimos que, del caso citado, o sea de la fecundación in vitro, solamente se ocupan nuestros legisladores, cuando se trata de lograr que que beneficie la ley a los maricones,para que puedan de esta forma tener descendencia. La madre naturaleza, por algo lo impide. Pero cuando se trata de beneficiar al resto de la comunidad, o sea a la mayoría, al parecer a nuestros legisladores sólo le interesa esta mayoría cuando de votar se trata. Dando a publicidad lo que surge de esta noticia, nos anima a pensar que, en una de ésas, imitan a los legisladores de Inglaterra. No podrán argumentar, como lo hacen siempre, que no existen fondos como para autorizar lo que se debe y penar lo que no se debe hacer, en estos casos tan delicados. Refiere la nota en cuestión:
"Cientos de embriones de parejas británicas que se sometieron a tratamientos de fecundación in vitro en una clínica de Barcelona podrían haber sido implantados en el útero de otras mujeres sin su consentimiento. Según publica el diario Daily Telegraph, los embriones sobrantes de los tratamientos de fecundidad son donados para "adopción" a otras mujeres si la pareja de la que descendían no respondía a las cartas de la clínica o no habían negado expresamente la posibilidad de una donación de los cigotos.

Este sistema de donaciones infringe la legislación británica según la cual los pacientes deben dar su consentimiento explícito para que sus embriones sean donados o utilizados para fines de investigación. En el Reino Unido, los hijos resultantes de embriones sobrantes tienen derecho a conocer sus orígenes biológicos al cumplir la mayoría de edad y viceversa, algo que la legislación española no tiene en consideración.

Cada vez son más las parejas británicas que viajan al extranjero para someterse a tratamientos de fertilidad, sobre todo si necesitan óvulos o esperma de donantes, ya que es más fácil conseguirlos en países como España.

Desde 2004, la clínica Institut Marques de Barcelona, acusada de haber donado los embriones sin el consentimiento de los padres, habría tratado a 317 parejas británicas, de las cuales sólo 26 se habrían decantado por la adopción y 114 no habrían concretado qué hacer con los embriones. Cada pareja suele dejar dos o tres embriones sin usar, por lo que cientos de cigotos estarían disponibles para ser implantados, lo que suele resultar en el nacimiento de un niño en el 40 por ciento de los casos.

El programa de "adopción internacional" llevado a cabo por la clínica barcelonesa ha dado lugar, según el periódico británico, al nacimiento de más de 460 bebés que ahora viven en diferentes países a los de las parejas donantes para minimizar los riesgos de contacto entre los niños y los padres biológicos.

La clínica envía cartas anuales a las parejas que se sometieron a tratamientos de fertilidad para que decidan qué hacer, pero, según explicó al diario el director del Intitut Marques de Barcelona, Juan Álvarez, "en muchos casos, las parejas no se deciden, porque firmar estos documentos suele conllevar conflictos emocionales, por lo que al final es el equipo médico del centro el que toma la decisión por ellos".

Los embriones son implantados en úteros de mujeres de la misma raza y, al ser la propia madre la que da a luz, el bebé figura como biológico legalmente, no como adoptado. Una veintena de mujeres, cuatro de ellas británicas, han recibido embriones gracias a este sistema. En Reino Unido, en 2007, sólo 221 de las 1.500 parejas que se sometieron a tratamientos de fertilidad decidieron donar los embriones restantes, ya que la mayoría prefiere reservarlos para su propio uso. (Seleccionado de la web española de El Confidencial del 27.07-2010)

No hay comentarios: