Durante una década, ni se mencionó al general Juan Domingo Perón. Alguien intentó que se erigiera una estatua en su honor, pasado el tiempo se olvidaron del proyecto. Incluso se "olvidó" su autor, todo un peronista distinguido. Las actuales autoridades incluso calificaron soezmente al líder de los Trabajadores. Algo huele a podrido en Dinamarca, puesto que ahora "resucitan" la memoria del general, a quien las mas altas autoridades del país, critican tanto como lo detestan por vestir, con honor, el uniforme del glorioso Ejército de nuestra Patria. Se expresan así los que carecen de Dios y de Patria. Aprovechados parásitos de la liturgia peronista, creen que el pueblo será engañado con el "acto espontáneo" del Día de la Lealtad, conmemorado por los desleales advenedizos. Les recordamos a estos zurditos, lo que decía el general Perón, y verán que el origen de su pretendida "muerte política" obedece al odio que le profesan los "entristas" del peronismo y la actitud de los ingenuos de siempre, quienes reaccionan cuando nada se puede hacer.
Señalaba el Conductor: “En la Argentina , como en casi todas las partes, los comunistas
revolucionarios, que formaron en el elenco de la actual
dictadura militar, se interesaron especialmente por las universidades
y los sindicatos obreros, entidades que coparon mediante las colaterales
comunistas organizadas tanto en las Universidades (Federación
Universitaria de Buenos Aires, F.U.B.A.), como en las organizaciones gremiales
de los trabajadores (Organización Mundial de Trabajadores de Praga,
Confederación Latinoamericana de Trabajadores de Lombardo Toledano y Sindicatos
Libres dominados por el partido Comunista). Está de más decir que, en esta
acción los comunistas…”
“Cuando
nosotros creamos la doctrina justicialista y pusimos en ejecución sus
postulados desde el Gobierno Constitucional, capitalizando al Pueblo y
asegurando a sus hombres el acceso a la propiedad privada, en poco tiempo casi
terminamos con los comunistas. Cuando mediante el plan de viviendas, cada
trabajador pudo comprar su casa. Cuando mediante la jubilación universal cada
ciudadano aseguró su porvenir contra el infortunio. Cuando los obreros mediante
el pago de salarios justos y humanos y el control de los precios ajustados a lo
real, pudieron hacer economías y llegaron a poseer ahorros. El comunismo no
tenía razón de ser y la gente del Pueblo llegó a reírse, como nos reíamos
nosotros, de su prédica. Uno de los terribles errores del
comunismo es precisamente la supresión de la propiedad, que ha surgido allí como una consecuencia reaccionaria contra la
desposesión del pueblo ruso en sus antiguas organizaciones un tanto medievales.
Pero hoy ya se habla allí de la necesidad de reimplantar la propiedad privada,
como consecuencia de la experiencia recogida en casi cuarenta años de
colectivización. El derecho de posesión es consubstancial con el hombre, desde
que el cavernario ocupó la primera cueva que lo fijó a la tierra, destruyendo
su nomadismo inquietante y difícil.”
“Nosotros,
con el Justicialismo ofrecimos una experiencia y la realidad fue mucho más allá
de cuanto nosotros mismos habíamos imaginado. Por eso nuestro predicamento
popular ha sido tan grande, no sólo en nuestro país, sino en el mundo entero.
Es que los pueblos anhelan obtener justicia sin que el comunismo los invada,
pero el egoísmo hace imposible tan justa demanda y prefiere arrastrado y
barrido por las hordas rojas, antes de claudicar de lo que considera su injusto
predominio. En las horas actuales lo conservador es evolucionar, porque el que
se aferra a conservarlo todo, se expone a perderlo todo, incluso las orejas”
“Nosotros, los argentinos mismos,
que hemos trabajado incesantemente durante estos diez últimos años, para desterrar el marxismo de las masas, mediante el único expediente racional de oponerle la prédica y la
realidad de una doctrina mejor, no estamos seguros aún de que hayamos
obteniendo un éxito definitivo. Tal es la fuerza de la prédica anterior,
intensificada por la acción negativa del capitalismo imperialista de
explotación”
“…
El mundo está hoy sembrado de organizaciones políticas, económicas,
sociales, publicitarias, científicas y culturales que no son más que colaterales disimuladas del Partido Comunista Internacional. “... en muchos casos, hombres que han jugado su
destino contra el comunismo, se ven atacados por los que simulan ser
anticomunistas, cuando en realidad sólo sirven, consciente o inconscientemente,
a los intereses de esta ideología, hasta llegar a pensar si será necesario
hacerse comunista para poder vivir tranquilamente en nuestro propio
continente.”.- (El Comunismo en la
Argentina, según el general Juan Domingo Perón). (Seleccionado de la
Web : http://www.libreopinion.com/members/justicialismo/discursos/peron/2_8_73.htm)
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